20/09/2025
📌 🇪🇨
EL GOBIERNO ASEGURA QUE LOS PASAJES NO SUBIRAN DE PRECIO.
A menos de una semana de eliminar el subsidio al diésel, el Gobierno corre para evitar un conflicto mayor. Ahora ofrece "actualizar tarifas" con los transportistas que prestan servicios al Estado, como una medida paliativa frente al evidente impacto del alza: de USD 1,80 a USD 2,80 por galón.
La reacción no tardó. Cierres de vías, malestar en cooperativas y el anuncio de movilizaciones por parte del movimiento indígena reflejan que la medida no solo fue impopular, sino también mal planificada. Mientras tanto, desde el Ejecutivo se insiste en que los pasajes no subirán. ¿Pero cómo sostener ese discurso cuando el combustible clave para el transporte sube más de un dólar por galón?
Carolina Jaramillo, vocera gubernamental, trató de calmar la tormenta: “Esto no significa un alza en los pasajes al transporte público”, aseguró. Según ella, el ajuste será únicamente para contratos con operadores que prestan servicios al Estado. Lo presentó como un “justo reconocimiento” al trabajo del gremio transportista. Pero no explicó cómo se evitará que esa presión de costos se traslade al usuario final en el resto del sistema.
El Gobierno también ordenó la instalación de mesas técnicas entre las instituciones públicas y los distintos gremios del transporte. El objetivo declarado: revisar contratos y valores. El objetivo real: contener un descontento que ya empieza a tomar forma en las calles.
Y mientras en Carondelet se afinan comunicados y se promete diálogo, las comunidades indígenas ya tienen fecha para comenzar movilizaciones: el 21 y 22 de septiembre. Se trata del preludio de un paro nacional que, aunque aún no tiene día confirmado, parece inevitable.
La estrategia oficial es clara: apagar incendios uno por uno. Pero cada paso que da el Gobierno parece avivar la desconfianza. ¿Actualización de tarifas solo para los que trabajan con el Estado? ¿Y los demás? ¿Y el ciudadano que depende del transporte todos los días?
En medio del ajuste económico, el mensaje parece contradictorio: no se toca el precio del pasaje, pero sí se encarece el combustible que mueve al país. Y la diferencia, como siempre, la paga el pueblo.