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Mesa Servida EC Análisis de los principales conflictos políticos del país: sus actores e intereses. El ABC de la política ecuatoriana.
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Durante sus largos ocho años como candidato presidencial Guillermo Lasso se jactaba de que si él alguna vez llegaba al p...
11/02/2022

Durante sus largos ocho años como candidato presidencial Guillermo Lasso se jactaba de que si él alguna vez llegaba al poder respetaría la independencia de funciones. Ya en el cargo, aquellas declaraciones se convirtieron en una más de sus contradicciones.

Así lo demuestra la toma del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), con piquete de policías incluida. La crisis en este organismo, encargado de organizar los concursos de selección de las autoridades de control del país, se inició con la salida de Pablo Celi de la Contraloría General del Estado.

Ese organismo es clave puesto que es una potente arma de persecución política y de chantaje. El propio Celi es una muestra de ello ya que tejió una gran red de corrupción desde ese cargo que ahora lo tiene preso porque su otrora aliada, la fiscal Diana Salazar lo traicionó, probablemente por presión de Estados Unidos.

Así al CPCCS le tocó organizar el concurso que desembocará en la designación del reemplazo de Celi. Y eso encendió las alarmas en el “gobierno del encuentro”. Al frente del Consejo está Sofía Almeida, cercana a los socialcristianos.

Por lo vivido en las últimas horas, al gobierno le aterra un contralor afín al PSC. Así que empezó a maniobrar; primero armó una nueva mayoría conformada por los consejeros Hernán Ulloa, María Fernanda Rivadeneira, Ibeth Estupiñán y Francisco Bravo.

Aquel grupo se dedicó a boicotear la gestión de Almeida no asistiendo a las sesiones del Consejo. Como Almeida resistió la nueva mayoría recurrió a las prácticas propia de república bananera: sesionaron violando todos los reglamentos, sin convocatoria, sin secretario y destituyeron a la presidenta Almeida, pese a que esa opción no consta en la ley.

En derecho público solo se puede hacer lo que está en lo ley, todo lo demás es ilegal. Por si fuera poco, a Almeida no la sucede el vicepresidente del organismo, sino que también destituyen al vicepresidente. Ambos cargos tienen un periodo de dos años.

Presidente «lasista»

Así, con piquete policial de por medio que custodió el edificio del CPCCS desde la madrugada, se eligió a Hernán Ulloa como nuevo presidente del organismo.

Ulloa es un abogado guayaquileño que siempre estaba atento a cualquier caso de relevancia para patrocinarlo ad honorem. Así obtenía micrófonos, cámaras y reflectores. Alguna vez fue candidato a asambleísta por Suma.

Tan clara es la metida de mano del gobierno de Lasso en esta función del Estado, que en más de una ocasión Ulloa ha evidenciado su respaldo al ahora presidente.

Y el primero en reconocer al nuevo presidente fue el Ministerio de Trabajo que emitió un certificado donde consagra el cargo de Ulloa, sin contar el piquete policial en los exteriores del CPCCS.

Ahora el organismo no deja de presentar imágenes macondianas: policías antimotines en su entrada, un tonto útil pasando ramas de ortiga en el nuevo asiento de Ulloa y dos presidentes porque Almeida está atrincherada en su oficina y Ulloa despacha desde un hotel.

Así de igual manera el Gobierno gana, primero porque al menos logra evitar la designación de un contralor que pueda investigar los desastres de su gestión y segundo porque refuerza el marco de que el CPCCS es una caricatura viviente que debe ser eliminada.

De esta manera Lasso hace lo que todos los presidentes ecuatorianos han hecho: captar las autoridades de control para garantizarse impunidad y cheque en blanco a todas las arbitrariedades.

El discurso de la independencia de funciones solo quedó en eso. Hasta trajo a la memoria aquella acción de León Febres Cordero de cercar con tanques la Corte de Justicia, pero Lasso no es Febres Cordero, es apenas un Lenín Moreno más.

En el corto plazo probablemente Ulloa logre su cometido, pero pasarán los años y vendrán las sentencias de cortes internacionales ordenando millonarias indemnizaciones a los hoy destituidos. Será el pueblo ecuatoriano quien pague los sueños de rey de Lasso, mientras la crisis institucional se profundiza y Ecuador vuelve a ser república bananera.

El pasado fin de semana otro hecho de violencia causó estupor en Guayaquil. En el algún lugar del Suburbio, un sujeto co...
08/02/2022

El pasado fin de semana otro hecho de violencia causó estupor en Guayaquil. En el algún lugar del Suburbio, un sujeto con cuchillo en mano apuñaló y mató a una perrita mientras emitía unos chillidos que estremecían el alma.

La agresión fue captada por otro sujeto. Mientras se perpetraba el as*****to ambos reían y disfrutaban del salvajismo. El agresor llegó a decir “así te voy a matar perra”.

En realidad, el asesino y su cómplice estaban filmando el cruel acto como una amenaza a la expareja del primero. La mujer lo había abandonado y este reaccionó con semejante brutalidad.

Por eso es que la Fiscalía abrió una indagación previa por el delito de violencia sicológica contra la mujer. Al menos así podría haber un poco de justicia porque el Código Orgánico Penal Integral (COIP) penaliza el maltrato animal pero lo cataloga como una acción privada, es decir que se requiere una denuncia particular.

Según activistas defensores de los derechos de los animales, esto los expone a represalias y los obliga a ellos mismos a realizar investigaciones, que en otros delitos los hace el Estado, a través de los fiscales.

El video se viralizó en redes sociales. Un operativo conjunto entre la Dirección de Bienestar Animal del Municipio de Guayaquil y la Policía Nacional acudió a la zona. Encontraron la casa, los charcos de sangre y a quien supuestamente filmó el video.

Este fue detenido brevemente para que rinda versión y así capturar el principal responsable. Según los vecinos, el asesino tiene alrededor de 22 años de edad.

Amenaza existencial para Guayaquil

Pero más alla del debate que se generó en torno al maltrato animal, este nuevo episodio evidencia un problema que aqueja a Guayaquil y carcome sus cimientos.

Se trata del fenómeno de la violencia, que los medios llaman inseguridad. Pero es lo primero lo que origina lo segundo, en parte.

La escalada de violencia tenía dos momentos cruciales. El primero las masacres carcelarias donde los presos bailaban y celebraban alrededor de una pira de cuerpos mutilados.

El segundo es el asalto en la Playita del Guasmo con característica de terrorismo urbano propio de bandas paramilitares.

Y ahora el tercero llega en forma de maltrato animal. ¿Qué le ocurre a la ciudad que a un joven puede causarle placer asesinar a cuchilladas a una perra? ¿Qué pasa por la mente del otro joven que filma que también disfruta la barbarie?

El escenario es el típico de la pobreza: jóvenes descamisados en casas a medio construir. Es que en los barrios populares de la ciudad la falta de oportunidades lo destruye todo.

Es el cóctel perfecto: sin oportunidades de trabajo, sin acceso a la educación y salud, sin alternativas de esparcimiento ya sea en parques, practicando deportes o con programas culturales. Encima amenazados por el narcotráfico y una policía ausente que paulatinamente se retira de estas zonas.

Así la violencia campea. No solo son matanzas en las cárceles o los sicariatos especialmente en el sur. También hay maltrato animal, violencia de género e intrafamiliar y robos con sangre lo que crea el círculo vicioso de la inseguridad.

La violencia ya saltó de la cárcel al sur y al suburbio y no demora en alcanzar otras partes de la ciudad, como el norte y el centro. Y también llegará a los cantones aledaños como Daule y Samborondón.

Así la violencia, como lo indica el analista Francisco Carrión en una entrevista con Xavier Lasso para el espacio Palabra Suelta se convierte en una amenaza existencial para Guayaquil.

El concejal de Guayaquil, Héctor Vanegas, llegó al cargo por Centro Democrático. Luego se desafilió y respaldó la gestió...
07/02/2022

El concejal de Guayaquil, Héctor Vanegas, llegó al cargo por Centro Democrático. Luego se desafilió y respaldó la gestión de Cynthia Viteri. Ahora se une a Revolución Ciudadana de cara a las elecciones seccionales del próximo año.
https://www.mesaservida.org/2022/02/07/hector-vanegas-genera-otra-crisis-revolucion-ciudadana/

El concejal de Guayaquil, Héctor Vanegas, llegó al cargo por Centro Democrático. Luego se desafilió y respaldó la gestión de Cynthia Viteri. Ahora se une a Revolución Ciudadana de cara a las elecciones seccionales del próximo año.

Desde inicios de 2022 el Gobierno promocionaba el viaje del presidente Guillermo Lasso a China. El principal objetivo, l...
07/02/2022

Desde inicios de 2022 el Gobierno promocionaba el viaje del presidente Guillermo Lasso a China. El principal objetivo, llegó a decir el canciller Juan Carlos Holguín, era renegociar la deuda con el país asiático.

Pero visto los resultados de la gira, lo que realmente fue a hacer Lasso es asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing. Es que al presidente el protocolo, la p***a y los eventos lo cautivan.

Si disfrutó tanto la fiesta de los marines estadounidense que se ofreció en Guayaquil mientras los presos se masacraban, cómo se iba a negar a ir a la inauguración de unas olimpiadas. Más aún en una potencia mundial y con invitados exclusivos por el Covid-19.

Es que Lasso cree que es un jefe de Estado al estilo europeo, donde ese cargo se limita solo al protocolo, porque quien realmente manda es el jefe de gobierno. Por eso es que se atreve a dejar un país azotado por la inseguridad y las lluvias.

Casi la mitad del gabinete acompañó a Lasso al viaje, incluida la primera dama. Gran parte de ellos cruzaron medio mundo a bordo del avión presidencial, que el mandatario ofreció vender porque según él era muestra del “derroche correísta”.

La primera actividad pública fue una “reunión virtual” con directivos de Sinovac, el laboratorio chino que elabora vacunas contra el Covid-19. Aquella reunión incluyó un “paseo virtual” por las instalaciones de la empresa. Como muestra del ridículo quedan las caritas de los ministros en una pantalla mientras observan imágenes de la planta que Julio José Prado, titular de Producción publicó.

Al siguiente día Lasso mantuvo un encuentro con empresarios chinos. El gobierno nunca lo confirmó pero esa reunión también fue virtual porque en el video oficial solo se observar al presidente hablando, sin que aparezca el auditorio o los inversionistas. Es que ya habían estallado las burlas en redes sociales y se tenía que cuidar el encuadre.

Al día siguiente fue el evento más esperado por Lasso: la inauguración de las olimpiadas. De eso en cambio no hubo ninguna foto ante el peligro de que los ecuatorianos vayan a creer que su presidente viajó con fondos públicos a una fiesta.

Un encuentro fugaz
El presidente chino Xi Jinping, del que Lasso ni siquiera puede pronunciar bien su nombre, ofreció una cena para los mandatarios visitantes. Luego conversó brevemente con cada uno de ellos por eso que es apenas hay una foto de ambos presidentes de pie. En ninguna imagen aparecen dialogando sobre los temas que la diplomacia ecuatoriana había promocionado.

Lo que se sabe es que el presidente banquero, que alguna vez definió al país asiático como “imperio chino”, felicitó Jinping por los 100 años de vida del Partido Comunista Chino. Así lo indica la nota oficial del encuentro.

La única reunión de trascendencia fue el encuentro con el primer ministro chino Li Keqiang. De esto sí hay fotos y se observa la típica reunión de trabajo bilateral.

Así Lasso se regresa apenas con un resultado en firme: la donación de China de 2,5 millones de vacunas contra el Covid-19. Del resto todo es promesa: promesa de que se negociará un acuerdo de libre comercio y promesa de que se renegociará la deuda externa.

Supuestamente los viajes presidenciales se dan solo cuando las delegaciones han llegado a un acuerdo o están a punto de hacerlo. Y a los mandatarios solo les resta rubricar lo negociado.

Lo que evidencia el fiasco del viaje a China es un rasgo de la personalidad del Presidente: que el protocolo lo mueve, incluso hasta el punto de abandonar sus funciones más esenciales, puesto que viajó el mismo día que Quito sufría el peor desastre natural de los últimos 50 años.

La p***a, el homenaje, la invitación, los honores militares cautivan al presidente y eso es propio de personas que sufren complejos, que en el caso de Lasso, el dinero no mitigó. Ahora espera que el cargo lo haga. El problema es que Ecuador sufre los costos de su «tratamiento sicológico».

Guarderas culpa de todo a Jorge Yunda luego de que defendiera el cementerio. Omite información y con ello el alcalde va ...
05/02/2022

Guarderas culpa de todo a Jorge Yunda luego de que defendiera el cementerio. Omite información y con ello el alcalde va camino a convertirse en un Mauricio Rodas más, para mala suerte de Quito.
https://www.mesaservida.org/2022/02/05/guarderas-revoca-permisos-cementerio-urkupamba/

El Municipio de Quito revocó la licencia ambiental al cementerio Urkupamba luego de la defensa que hiciera del proyecto que se iba a construir en las faldas del Pichincha.

El mismo día que ocurrió la tragedia de La Gasca, en Quito, un grupo de vecinos protestaba por la construcción del cemen...
03/02/2022

El mismo día que ocurrió la tragedia de La Gasca, en Quito, un grupo de vecinos protestaba por la construcción del cementerio privado Urkupamba. En redes sociales difundieron cómo el proyecto estaba talando árboles en las faldas del Pichincha.

Aquello sucedió por la mañana y en la tarde pasó el aluvión que hasta ahora ha matado a 26 personas.

Pero, ¿qué es Urkupamba? Sus impulsores le llaman “cenizario”, pero no es más que un cementerio privado de lujo. Su video promocional se vende como un lugar idílico, rodeado de naturaleza, al pie del Pichincha, muy acorde para «descansar en paz».

El problema es que para llevarlo a cabo hay que talar el bosque originario, que es lo que los técnicos aseguran es una de las causas para eventos como el de La Gasca.

La deforestación ocasiona que el agua de la lluvia afloje la tierra y descienda montaña abajo en forma de aluvión. Exactamente lo que ocurrió en La Gasca. Se trata de un problema histórico en Quito: el relleno y la tala de las quebradas, como lo son las invasiones en Guayaquil.

Entonces ante la reciente tragedia de la capital, muchas personas se preguntan si es adecuado permitir proyectos como el del “cenizario”. De hecho, el pasado miércoles hubo una protesta en contra del cementerio.

La polémica se acentúa porque Jorge Yunda, cuando era alcalde de Quito, revocó los permisos de construcción del cementerio, al acogerse a los pedidos de las comunidades aledañas.

Cuando llegó Santiago Guarderas a la Alcaldía de Quito, tras la destitución de Yunda, una de sus primeras acciones fue restaurar los permisos de Urkupamba.

Defensa institucional del cementerio
Y ahí es donde empiezan las sospechas. Por si fuera poco, el Municipio de Quito ha defendido en dos ocasiones este proyecto privado. Primero durante una rueda de prensa donde el propio Guarderas pide a un subalterno que asegure a los medios que Urcupamba no está relacionado con el desastre de La Gasca.

Luego mediante un comunicado donde se señala que el proyecto está en otra área del Pichincha, que no ejerce influencia sobre La Gasca.

Por si fuera poco, ahora nada más y nada menos que el Ministerio del Ambiente defiende el proyecto. La cartera de Estado que debe velar por los bosques del Pichincha ahora aboga por el cementerio privado mediante un tuit acompañado de mapas.

El objetivo es convencer a la población que Urkupamba es inocente. Hasta la derecha mediática cerró filas con entrevistas a los directivos del proyecto.

Pero uno de los urbanistas más respetados de la capital, Fernando Carrión, considera lo contrario. Si bien Urkupamba no es responsable directo de la tragedia de La Gasca, el proyecto hace justamente lo que no se debe: construir en las faldas del Pichincha y talar los árboles, lo que podría ocasionar nuevos aluviones en el futuro, ya no en La Gasca, sino en otras zonas.

Más allá de si Urkupamba es o no responsable de La Gasca, lo evidente de esta historia es la defensa cerrada del Estado ecuatoriano y del Municipio de Quito a un proyecto privado y de lujo. Una vez más la institucionalidad al servicio de intereses particulares por encima del bien común, lo que es una característica propia del neoliberalismo.

No hay ningún proceso legal contra Urkupamba, pero el Estado se apresura en defenderlo en la discusión pública, toma partido por una chequera antes que por las comunidades. Y eso es el pistoletazo de salida para un nuevo desastre.

Era octubre de 2018 y el entonces presidente Lenín Moreno estaba en el auge de su principal obra: el desmantelamiento de...
02/02/2022

Era octubre de 2018 y el entonces presidente Lenín Moreno estaba en el auge de su principal obra: el desmantelamiento del estado ecuatoriano. Bajo la premisa de que todo lo hecho por su antecesor estaba contaminado por la corrupción, el Mandatario se dedicó a cerrar o achicar ministerios.
Una de esas víctimas fue la Secretaría de Gestión de Riesgos. El Decreto 534 le quita el rango de ministerio a la entidad y la transforma en un “servicio”. Además, crea un comité conformado por secretarios de Estado que debía ejercer la rectoría y planificación de la gestión de riesgos.
Y este es un área crucial en un país como Ecuador, con el riesgo permanente de inundaciones, terremotos, tsunamis, deslaves y erupciones volcánicas. Pero Moreno nunca pensó en eso, a él solo lo movía la “descorreización”. La Secretaría tuvo la mala suerte de haber sido creada en el gobierno de Rafael Correa.
Casi cuatro años después, Ecuador sufre las consecuencias de aquella decisión política. Una temporada invernal moderada causa severos daños en la Costa y Sierra. Encima a las lluvias se atribuye la rotura del oleoducto de crudos pesados que ha contaminado el río Coca con 6.000 barriles de petróleo y ha dejado sin agua a las comunidades amazónicas asentadas en sus riberas.
La gestión de riesgos es una competencia municipal, pero ante desastres naturales que sobrepasan las capacidades de los cabildos, supuestamente debe intervenir el Gobierno Central, a través de la Secretaría que hoy ya no existe.
Sin recursos
Es tan dramática la situación que el actual subdirector del Servicio de Gestión de Riesgos, Rodrigo Rosero, reconoció en una entrevista con la emisora KCH que la entidad fue desmantelada desde 2017. Apenas tienen un presupuesto anual de USD 12 millones que se ocupa en su mayoría para pagar el sueldo de los 300 funcionarios que tiene en todo el país.
No tienen capacidad para hacer obras de mitigación, ni para apoyar las labores de los gobiernos locales, ni siquiera tienen una reserva estratégica de alimentos, vituallas o carpas.
Por eso es que apenas surgieron las inundaciones se recurre a la caridad, como lo hace la Gobernación de Cotopaxi que solicita donaciones de alimentos para los afectados de La Maná.
La Secretaría de Riesgos nació de la necesidad de estar preparados ante las catástrofes en un país muy expuesto a ellas. Debía coordinar, prevenir y mitigar, pero hoy ya nada de eso existe. Es un legado de Lenín Moreno Garcés.
Por eso es que ante la temporada invernal el país está gravemente expuesto, sin pensar en lo que puede pasar ante un terremoto o erupción volcánica.
Sin Estado, que es lo que refleja el desmantelamiento de la Secretaría de Riesgos, los damnificados quedan a su suerte. Y el Gobierno a lo único que puede apelar es a la caridad bajo el eufemismo de “espíritu solidario”.
Hoy el precio del barril de petróleo bordea los USD 90. ¿Será que el presidente Guillermo Lasso destinará recursos para recuperar una entidad que en última instancia debía defender el derecho a la vida?
Lo de riesgos es lo mismo que Moreno hizo en otras áreas y ahora el país sufre sus consecuencias. Eliminó el Ministerio de Justicia y las cárceles arden, eliminó el Ministerio del Interior y los as*****tos se dispararon, eliminó la Secretaría de Riesgos, y los damnificados esperan por caridad.

Siguen los problemas en la infraestructura petrolera del país y ahora quien paga las consecuencias es la Amazonía. Debid...
31/01/2022

Siguen los problemas en la infraestructura petrolera del país y ahora quien paga las consecuencias es la Amazonía. Debido a las fuertes lluvias de los últimos días el terreno por donde pasa el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) se debilitó a la altura del sector de Piedra Fina.

Según la versión oficial una roca gigante cayó sobre la tubería y la rompió. Un video captado luego muestra como el petróleo sale a borbotones con una fuerza tal que pinta de negro la montaña que está junto al oleoducto.

El vertido, como era de esperarse, llegó a las afluentes de agua que son el sustento vital de las comunidades indígenas asentadas en la zona.

De acuerdo con versiones de prensa, la contaminación ya llegó al río Coca, que es uno de los afluentes del río Amazonas.

La propia Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) publicó un video del río con manchas negras en las aguas y en las orillas. Por lo que demanda acciones urgentes por parte de las autoridades.

Mientras que el Ministerio de Energía difundió un comunicado donde asegura que supervisa los trabajos de remediación que se realizan en la zona.

El OCP, de propiedad privada, es uno de los dos oleoductos que tiene el país. La tubería ha sido sometida en el último año a una serie de variantes producto de la erosión de las riberas del río Coca que ha comprometido su funcionamiento.

Fin de mes suele ser el día más alegre en las oficinas con la llegada de la paga, pero en esta ocasión no será así. Ener...
31/01/2022

Fin de mes suele ser el día más alegre en las oficinas con la llegada de la paga, pero en esta ocasión no será así. Enero de 2022 quedará en la historia como uno de los inicios de año más trágicos de la historia reciente ecuatoriana: ola de ómicron, inseguridad y el paquetazo de Guillermo Lasso.

Será hoy cuando los asalariados ecuatorianos sientan en el bolsillo la reforma tributaria que se aprobó el pasado diciembre. Aquel proyecto legal, impulsado por el Gobierno, establece una draconiana alza del impuesto a la renta.

La misma ley redujo al mínimo los deducibles que antes existían en los rubros de alimentación, educación, salud, vivienda y vestimenta. Y eso en la práctica es aumentar la base imponible y transforma en el impuesto a la renta (que supuestamente debería gravar las ganancias) en un tributo a los ingresos.

Para quienes ya recibieron su sueldo observaron como el alza es monumental. Personas que antes no pagaban ahora les descontarán más de USD 50 mensuales. Y aquellos que antes sí lo hacían el descuento sube en casi 300%.

Lo que el Gobierno de Guillermo Lasso ha hecho, de facto, es una reducción salarial. O visto de otra forma es como si el Estado estuviera incautando el décimo tercer sueldo.

Así el presidente que llegó al poder con la promesa de bajar impuestos, en menos de un año de gobierno, aplica la peor alza de tributos que los ecuatorianos recuerden.

Y al mismo tiempo que los sueldos sufren, la reforma tributaria de Lasso eliminó el impuesto a la herencia. Así, la familia presidencial se beneficiará directamente cuando herede, de manera íntegra, la fortuna del patriarca que hoy ejerce de Primer Mandatario.

Y vale la pena recordar que el Banco Guayaquil, de propiedad de la familia presidencial, se enfundó casi USD 60 millones por concepto de ganancias correspondientes a 2021, en pleno año de recesión.

Aquel principio de equidad tributaria de que quien más tiene más paga, en Ecuador es cosa del pasado. Y el paquetazo supuestamente se aplica para hacer frente a la pandemia y reducción de ingresos que registra el Estado.

Pero esa explicación es falsa, dinero hay porque el precio del barril de petróleo cotiza por encima de los USD 85. El actual presupuesto estimó un precio del crudo de USD 59. ¿A dónde está yendo el excedente?

Hay más culpables
La reforma tributaria tiene como principal responsable a Guillermo Lasso y su movimiento CREO. Pero hay más culpables que prácticamente abarca a todo el espectro político ecuatoriano.

El país no estaría sufriendo este nuevo paquetazo si el bloque legislativo de UNES hubiera votado a favor de archivar la ley cuando esta se debatía en la Asamblea. No estuvieron a la altura del momento histórico.

Y Pachakutik y la Izquierda Democrática cerraron esta semana el paso al proyecto legal que buscaba derogar el nuevo impuesto a la renta.

Pachakutik está dividido, es cierto que hay un ala apegada a la lucha histórica de la Conaie. Pero se puede hacer más, o se abren de un movimiento que secunda el neoliberalismo de Lasso o expulsan a los secuaces del Presidente, empezando por Guadalupe Llori.

Las bancadas legislativas nunca pudieron ponerse de acuerdo para elaborar un texto alternativo. Como consecuencia de ello la reforma tributaria entró en vigencia tal cual la propuso Guillermo Lasso.

Es tan dramática la situación del asalariado ecuatoriano de clase media que está sufriendo un impuesto ordenado por un presidente banquero.

La semana laboral en Guayaquil concluyó con un nuevo baño de sangre. La violencia escala a tal punto que la ciudad ya su...
22/01/2022

La semana laboral en Guayaquil concluyó con un nuevo baño de sangre. La violencia escala a tal punto que la ciudad ya sufre actos de terrorismo.

Es la estrategia que los carteles de la droga usan para infundir miedo entre la población o sus contrincantes. Así se vio en la Medellín de los 80, en los 2000 en México y ahora en Ecuador.

Según las primeras investigaciones diez sujetos fuertemente armados a bordo de lanchas desembarcaron en la Playita del Guasmo. Se trata de una playa al pie de un ramal del Estero Salado que en el pasado fue recuperado como área de esparcimiento.

Los atacantes maniataron a los guardias de seguridad privada que custodian el lugar y se dirigieron a una cancha de fútbol adyacente. Allí estaba una multitud en un ambiente propio de viernes por la noche en este barrio popular de Guayaquil.

Entonces abrieron fuego de manera indiscriminada y mataron a 6 personas. Testigos relatan que en el lugar habían niños que observaron la masacre.

En redes sociales se viralizaron los videos de los cuerpos tendidos en la cancha mientras se escucha gritos desgarradores de mujeres. El caos se apoderó del vecindario que trató de auxiliar a los heridos como sea. Fueron transportados a hospitales hasta en mototaxis, el método de transporte público en estas zonas calientes de Guayaquil.

La Gobernación del Guayas y la Policía Nacional acudieron al lugar. Ambas entidades informaron sobre un gran operativo de control, que incluyó helicópteros y embarcaciones, para dar con los terroristas. Hasta el cierre de esta edición todavía no hay pronunciamiento oficial sobre los hechos o resultados de las pesquisas.

En el Suburbio mataron a tres personas
Al otro lado de la ciudad, en el Suburbio, se producía casi en simultáneo otra matanza. Tres personas fueron asesinadas por sicarios corolando así una nueva noche de plomo y sangre en Guayaquil.

El sur de la ciudad, la zona más peligrosa, es ya el campo de batalla de bandas criminales ecuatorianas que custodian la droga que se produce en Colombia y que los carteles mexicanos la compran para llevarla a Estados Unidos o Europa.

El sur y el suburbio sufren por su posición geográfica, al pie de ramales del estero, por donde la droga se embarca en dirección al norte. Así la guerra de bandas que en 2021 desangró la Penitenciaría del Litoral ya se desarrolla en las calles de Guayaquil.

Y todo eso a vista y paciencia de autoridades que apenas reaccionan. Desde la Gobernación del Guayas se insiste en lo mismo: operativos de control en las principales vías para ver si por allí, y de casualidad, pasa un sicario y es aprehendido.

De labores inteligencias o anuncios de inversiones en equipamiento para la Policía o contratación de nuevo personal, simplemente nada. Guayaquil queda así a su suerte, prácticamente en manos de los señores de la droga y la guerra.

Este debe ser el peor inicio de año que se recuerde en Guayaquil. El desenfreno de diciembre y el aterrizaje de la varia...
21/01/2022

Este debe ser el peor inicio de año que se recuerde en Guayaquil. El desenfreno de diciembre y el aterrizaje de la variante ómicron han ocasionado un repunte de la pandemia que parecía cosa del pasado.

Otra vez hospitales repletos, pero sin insumos médicos. Largas colas en las farmacias para buscar medicinas que escasean y que son objeto de especulación. Lo mismo en los laboratorios privados que realizan pruebas PCR.

Así el aumento de casos es vertiginoso. En apenas una semana se pasó de 13,1 a 36,1 contagios por cada 10.000 habitantes. Y aunque la vacunación ha servido para que la ciudad no repita las imágenes de marzo de 2020, el nivel de contagios es tan masivo que igual el número de muertes aumenta.

Si a inicios de diciembre Guayaquil contaba un mu**to diario por Covid-19, hoy esa cifra es de 13,4. Pero si se revisan las muertes por todas las causas se notará que hay por lo menos 45 fallecimientos por encima de la cifra normal.

Las unidades de cuidados intensivos (UCI) ya están llenas por lo que los pronósticos para los próximos días son pesimistas.

Y ¿qué hace el gobierno frente a eso? Negar la crisis. En un acto de ignorancia suprema, el presidente Guillermo Lasso dice que ómicron es una gripe fuerte, que no hay mu**tos y rechaza rotundamente tomar medidas.

Su ministra de Salud, Ximena Garzón, señala lo mismo. Y su ministra de Educación, María Brown, pretendía retomar las clases presenciales pese a la súplica de los profesores y de que en las escuelas fiscales ni siquiera hay baños.

Pero no solo es la negación, sino que se insiste en políticas de destrucción del sistema de salud público, donde no hay medicinas y hasta se despide personal médico, en plena ola de ómicron.

Es tal el grado de descomposición que el dueño de la principal red de laboratorios privados de Guayaquil aseguraba en una entrevista con Expreso que ómicron es una especie de vacunas. Por supuesto, es que mientras más enfermos hay, él se hará más rico. Teniendo en cuenta que durante más de un año cobró por cada prueba PCR más de USD 70, cuando hoy valen USD 45.

Así la salud pública de Guayaquil queda a su suerte, en manos de mercaderes que aprovechan la desgracia para enriquecerse.

Delincuencia desbocada
Pero la desgracia parece haberse cebado con Guayaquil. Enero de 2022 será recordado como el inicio de año más violento del que tenga memoria esta ciudad.

Hasta el 21 de enero se cuentan 61 as*****tos solo en Guayaquil. Y esta última semana probablemente es la peor porque se resume así: lunes, un as*****to afuera del centro comercial El Dorado a plena luz del día; martes, un policía es asesinado cuando repele el asalto a un restaurante en Samanes; miércoles, un holandés es asesinado durante un robo en un restaurante del icónico cerro Santa Ana.

usto una semana antes, el gobernador del Guayas, Pablo Arosemena, había recorrido en los medios asegurando que los robos bajaban, y que lo único que aumenta son las muertas violentas.

Y eso lo atribuye al narcotráfico y la guerra de bandas, por eso, como consuelo asegura que el 80% de los acribillados son personas con antecedentes penales involucrados en el hampa. Como si esa justificación consuela a los padres del niño asesinado mientras tomaba un helado en el sur de Guayaquil.

Tampoco es que se trata de que la delincuencia está desatada por factores exógenos como lo es el consumo y producción de droga en Estados Unidos y Colombia, respectivamente. No, la ciudad paga por el abandono del Gobierno a la seguridad.

Policías mal pagados, sin entrenamientos, sin equipamiento. Las UPC están destartaladas y abandonadas. Los vehículos están dañados y sin combustible. No hay personal, ni siquiera material de oficina para apuntar en un papel las denuncias de los vecinos.

Sin tecnología no se puede hacer trabajos de inteligencia, que es la herramienta más efectiva para combatir al crimen organizado. Así lo único que queda es la misma tontería de siempre: armar operativos en las principales vías de la ciudad y detener vehículos para ver si es que por casualidad por allí pasa un delincuente y así detenerlo.

El abandono, tanto en la seguridad ciudadana como en la salud pública (probablemente los dos más importantes deberes del Estado) ocurre cuando el petróleo alcanza su precio récord en 7 años: cada barril está por los USD 85.

No es que no hay plata, sino que quienes lo administran han decidido guardarla en el extranjero en vez de usarla para proteger la vida y salud de las personas. Y esa es una decisión política.

Así Guayaquil camina de puntitas. Sin fuerza pública, sin hospitales públicos y con delincuentes que matan a mansalva y a toda hora.

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