24/09/2025                                                                            
                                    
                                                                            
                                            Cíclope, cuyo nombre real es Scott Summers, es uno de los personajes más representativos y complejos de los X-Men. Desde su primera aparición en los cómics de Marvel en los años sesenta, fue concebido como el líder nato del equipo, alguien que debía cargar con el peso de la responsabilidad mucho antes de estar realmente preparado para ello. Su poder, los rayos ópticos incontrolables que brotan de sus ojos, lo obligan a vivir con gafas especiales de rubí o un visor para contenerlos, convirtiéndose en una metáfora de la contención emocional y el autocontrol que marcan su personalidad.
Scott siempre ha sido el estratega, el que mantiene la cabeza fría incluso en los momentos más desesperados. Esa capacidad de liderazgo, sin embargo, lo ha hecho vivir bajo una constante presión, porque sabe que de sus decisiones dependen no solo las vidas de sus compañeros, sino también la misión de Charles Xavier y el destino de la coexistencia entre humanos y mutantes. Esa carga lo volvió rígido, serio, a veces distante, y generó tensiones dentro del equipo, especialmente con Wolverine, con quien no solo disputaba visiones distintas de cómo actuar, sino también el amor de Jean Grey.
Su relación con Jean es otro de los grandes pilares de su historia. Ella representó su refugio emocional, la persona que lograba atravesar la coraza de deber y disciplina que lo definía. Sin embargo, la tragedia de la Fuerza Fénix y la muerte de Jean marcaron profundamente a Scott, llevándolo a momentos de oscuridad y decisiones controvertidas que pusieron en duda su fidelidad a los ideales de Xavier.
A lo largo de los años, Cíclope ha pasado de ser el líder perfecto y obediente a convertirse en un personaje mucho más complejo, incluso polémico, que cuestiona las ideas tradicionales y adopta posturas más radicales en defensa de los mutantes. Su evolución lo transformó en un símbolo de lo difícil que es conciliar ideales con la realidad de un mundo hostil.
Scott Summers encarna el sacrificio, la disciplina y el liderazgo, pero también el peso del dolor y la duda. Es un héroe que rara vez recibe la admiración que merece, porque su naturaleza no es la del guerrero carismático, sino la del hombre que soporta el peso del mundo en silencio, tomando las decisiones que otros no se atreven a tomar. En esa dualidad radica la grandeza y, al mismo tiempo, la tragedia de Cíclope.