
12/06/2025
Y los días siguen pasando y no los puedo parar.
La gente que amo comienza a transformarse en el viento, el fuego, la tierra, el agua.
Mis caras largas se comienzan a agrietar.
El paso de los pensamientos ha sido una dicotomía de todo lo que está bueno.
La dualidad comienza a ser más una normalidad que el paso del tiempo mismo.
Hay días en que mi ser más pequeño me visita en la puerta,
para poder despertarme.
He pasado durmiendo ya mucho tiempo.
Desperté hace unos meses,
aunque ello duela a la gente que amo.
Aquellos límites y el tiempo han enmarcado mis días,
y no los he negociado.
El conocimiento me acompaña cada día más.
La curiosidad de ver qué hay más allá de los ríos
hace que envejezca cada día,
y valore el momento presente mucho más.
También dejé de pensar en el pasado:
lo abrazo con amor.
El futuro me mira de lejos.
Así que este presente está enmarcado
entre llantos y risas esporádicas.
Qué hermoso poder compartir esto con ustedes.
Les quiero.
MG