25/12/2025
[MUCHA ATENCIÓN]
Hoy que vayas a celebrar, piénsalo bien.
Porque hay quienes creen que sin alcohol no hay Navidad, que si no hay botella no hay alegría,
y que emborracharse es parte obligatoria de la fiesta.
Pero eso no es celebrar…
eso es no saber estar sobrio frente a la propia familia.
Hay personas que solo saben “disfrutar” cuando pierden el control.
Si no toman, se aburren.
Si no se emborrachan, dicen que no es Navidad.
Y lo triste es que no se dan cuenta de que el problema no es la fiesta, es la dependencia.
La Navidad no es para terminar hablando de más,
rompiendo la paz del hogar, discutiendo con la esposa, o dando vergüenza delante de tus hijos.
Porque sí, hay hijos mirando.
Niños que no esperan botellas ni borrachos, esperan risas, juegos, abrazos y un padre presente, no uno tirado en un sofá antes de medianoche.
También hay una mujer que no quiere aguantar,
quiere compartir.
Que no espera cuidar a un adulto borracho,
sino sentarse a la mesa con un compañero consciente.
La Navidad es de los niños, y ellos aprenden más de lo que ven que de todo lo que prometes cuando estás sobrio al día siguiente.
Celebrar no es excederse.
Brindar no es perder la dignidad.
Y la alegría no vive en una botella.
Porque nadie recuerda cuántos tragos te tomaste,
pero sí recuerdan cómo los hiciste sentir.
Y si para “celebrar” necesitas perder el control, tal vez no es Navidad lo que buscas…
tal vez solo estás escapando.
La mejor Navidad no deja resaca, deja recuerdos.
No deja excusas, deja paz.
Si esto te incomodó, es por algo.
👇🏼🎄😊