01/12/2025
| Más dinero para quienes pueden pagar, menos para los que luchan por estudiar.
El Estado aprobó un presupuesto para 2026 que supera los 46 mil millones de dólares, pero detrás del anuncio oficial hay una realidad alarmante: las universidades públicas reciben recortes directos, mientras que el financiamiento hacia universidades privadas y cofinanciadas se mantiene activo.
Aunque se anunció un aumento global para el sistema de educación superior, en la práctica al menos 19 universidades públicas sufren reducciones concretas.
Los casos más graves incluyen:
Universidad Central del Ecuador: recorte de 15 millones de dólares.
ESPE: reducción de 19 millones de dólares.
Universidad Amawtay Wasi: pasa de 12,2 millones a solo 3,7 millones, un recorte de casi el 70 %.
Universidad de Cuenca: pierde 11,5 millones de dólares.
Estos recortes impactan de forma directa en investigación, laboratorios, infraestructura, becas y continuidad académica, afectando sobre todo a estudiantes de sectores populares que dependen exclusivamente de la universidad pública para acceder a educación superior.
Mientras tanto, el sistema estatal de financiamiento mantiene recursos para universidades privadas y cofinanciadas, instituciones a las que normalmente acceden estudiantes con mayores posibilidades económicas.
Eso significa que el presupuesto 2026 favorece más a quienes ya tienen acceso y reduce oportunidades para quienes dependen de la universidad pública para salir adelante.