11/12/2025
Dios de misericordia, vengo ante Ti sin máscaras, sin excusas, sin defensas. No puedo esconderte mi pasado, pero tampoco puedo negar lo que has hecho en él. Tú me viste en lo más bajo y no apartaste Tu mirada. Tú me buscaste cuando ni yo quería encontrarme o verme al espejo. Por eso hoy me presento con gratitud, sabiendo que todo error fue una página, pero no el final. Renuncio a vivir culpable por lo que ya has perdonado. Declaro que no cargo condena, sino propósito. Todo lo que parecía pérdida, Tú lo usaste para formar en mí un carácter digno de un discípulo tuyo. Hoy soy testimonio de que nada está demasiado roto para Ti. Que mi vida hable más de Tu gracia que de mi caída. Que lo que viví sirva para liberar a otros. Tú redimes, Tú restauras, Tú renuevas. En el nombre del Cordero, amén. Inquebrantable soy en tu nombre.