03/12/2025
Ruth Yánez llegó a su primera consulta de control acompañada del brazo de su sobrino, Francisco. Aún no puede hablar con facilidad: han pasado solo seis días desde la cirugía que le cambió el rumbo a una búsqueda médica de casi tres meses. Todo empezó con persistentes dolores de cabeza en el lado izquierdo, donde más tarde aparecería un ganglio que despertó la alarma familiar. Consultas, exámenes y opiniones se sumaron hasta que finalmente llegaron al especialista en cabeza y cuello, quien identificó que no se trataba de un hallazgo común.
Con precisión milimétrica, el equipo quirúrgico extrajo el tumor primario, parte del paladar blando, base de la lengua y tejidos comprometidos, buscando siempre márgenes seguros que reduzcan el riesgo de recurrencia y permitan desintensificar futuros tratamientos.
Francisco recuerda esos momentos con una mezcla de angustia y alivio. La cirugía fue considerada de urgencia y el procedimiento, aunque difícil, transcurrió sin complicaciones. Hoy, todavía en los primeros días de recuperación, él observa pequeños avances que le devuelven esperanza, pese a que Ruth enfrenta las molestias normales de una intervención tan extensa. Ahora esperan los resultados definitivos de patología.
La familia se siente agradecida. “El trato ha sido excelente y todo se hizo rápido”, afirma Francisco. Saben que el camino aún no está cerrado, pero sienten que la intervención llegó a tiempo y que cada decisión médica se tomó para darle a Ruth la mejor oportunidad posible. Por ahora, su voz sigue en pausa, pero su historia continúa hablándose a través de quienes la aman, mientras ella avanza, día a día, hacia su recuperación.
Ministerio de Salud Pública
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