22/11/2025
| Cocinar, vender alimentos y depender del apoyo familiar se ha vuelto parte de la rutina diaria de muchos médicos posgradistas en Ecuador, quienes combinan largas jornadas en hospitales públicos y privados con sus estudios de especialidad, sin recibir ningún pago por parte del Estado.
El pasado 8 de septiembre, el entonces ministro de Salud, Jimmy Martín, anunció que los posgradistas de medicina y enfermería recibirían un pago por su labor. Sin embargo, más de 2.500 estudiantes que ya cursaban sus especialidades quedaron excluidos y continúan autofinanciándose.
David, vicepresidente de la Asociación Ecuatoriana de Médicos Posgradistas, relató:
“Mi posgrado cuesta 50.000 dólares y dura cinco años. Mis padres me ayudan, pero con sus ingresos limitados. Al mes, apenas logro cubrir la matrícula, la pensión de mi hija y necesidades básicas. Después de tantos años de estudio, es muy desalentador”.
Por su parte, Paola, vocal de la asociación, explicó que debe vender almuerzos para poder sobrevivir, mientras atiende a pacientes:
“Todos los días debo ingeniármelas para cumplir con las deudas que tengo, mientras trabajo en los hospitales. La realidad que enfrentamos es muy dura; después de tantos años de dedicación, contamos cada centavo para llevar una vida mínima digna”.
Los posgradistas denuncian que el Estado argumenta falta de recursos para cubrir los pagos pendientes. Sin embargo, su abogada afirma que ya presentaron un recurso contra el acuerdo ministerial en la Corte Nacional de Justicia, sin recibir respuesta.
Por su parte, la vicepresidenta María José Pinto, encargada del Ministerio de Salud, indicó a través de su asesora que están al tanto del tema, pero que aún no pueden dar una respuesta clara.
La situación evidencia la paradoja de un sistema que depende de jóvenes profesionales de la salud para salvar vidas, mientras el Estado no garantiza siquiera su sustento básico, dejando a los médicos posgradistas en condiciones de extrema precariedad.
Fuente: IC-PLAY