
30/06/2025
| Roberto Gómez Bolaños, conocido como “Chespirito”, no solo conquistó generaciones con personajes entrañables como el Chavo del 8, el Chapulín Colorado o el Doctor Chapatín, sino que también acumuló una fortuna multimillonaria gracias a su creatividad y visión empresarial.
El reciente estreno de la serie biográfica Sin querer queriendo, por la plataforma Max, ha reavivado el interés por su legado. Entre las revelaciones más comentadas está el impacto económico que tuvo su obra en la industria del entretenimiento.
Según el portal Celebrity Net Worth, al momento de su muerte en 2014, el patrimonio de Chespirito se estimaba en 50 millones de dólares, lo que equivaldría a más de 900 millones de pesos mexicanos en promedio. La cifra es el resultado de décadas de trabajo ininterrumpido en televisión, teatro, cine, literatura y música.
El fenómeno económico de Chespirito se explica por varios factores:
Éxito sostenido de sus programas, como El Chavo del 8 (emitido desde 1971), retransmitido en más de 20 países.
Regalías constantes por emisiones y derechos internacionales.
Merchandising: productos con sus personajes como juguetes, ropa, libros y artículos escolares.
Diversificación: su participación en cine, teatro y publicación de guiones y canciones aumentó su rentabilidad.
De hecho, la revista Forbes llegó a asegurar que El Chavo del 8 generó más de 1.700 millones de dólares, y que cada episodio le representaba a Televisa ingresos por hasta 1.3 millones de dólares. Aunque su hijo, Roberto Gómez Fernández, calificó estas cifras como exageradas, no cabe duda del impacto económico de su obra.
Más allá de las cifras, Chespirito marcó un antes y un después en la televisión en español. Su legado continúa vigente, tanto cultural como comercialmente, consolidándolo como uno de los creativos más influyentes del siglo XX. A más de una década de su fallecimiento, su nombre sigue generando admiración, recuerdos… y ganancias.
Fuente: El Telégrafo