22/10/2025
La música atraviesa. Y hay canciones tan tristes que se quedan contigo para siempre. Hoy he reunido cinco de esas piezas (en una selección personal, por supuesto): temas que duelen, pero también sanan. Aquí abajo os dejo la historia detrás de cada una (y me encantaría que en comentarios dejarais las vuestras… quizá podríamos montar una segunda parte).
● «Within Me» — Lacuna Coil (2006)
Publicada como último single de «Karmacode», es una balada introspectiva sobre la pérdida y el vacío interior. Andrea Ferro comentó que la escribieron tras la muerte de un amigo cercano.
● «Snuff» — Slipknot (2008)
Compuesta por Corey Taylor en plena ruptura matrimonial, muestra su faceta más vulnerable. Tras la muerte de Paul Gray, el tema cobró un nuevo sentido: se convirtió en un homenaje involuntario a su amigo y bajista.
● «Nutshell» — Alice in Chains (1994)
Con letra de Layne Staley, fue escrita durante un periodo de aislamiento y adicción. Es una confesión durísima sobre la soledad y el desgaste emocional. Desde 2011, Jerry Cantrell la dedica en directo a la memoria de Staley y del bajista Mike Starr.
● «So Far Away» — Avenged Sevenfold (2010)
Synyster Gates la escribió originalmente para su abuelo, pero tras la muerte de su compañero The Rev se transformó en un tributo. El vídeo muestra imágenes personales de la banda.
● «One Last Goodbye» — Anathema (1999)
Compuesta por Danny Cavanagh tras la muerte de su madre. Una despedida íntima y real, terrorífica. Ambos hermanos han confirmado en entrevistas que la canción les sirvió como catarsis ante un dolor que nunca desaparece.