
17/10/2025
Cocinas originales de París: Auberge du Club Cochon
Enric Ribera Gabandé
El restaurante está dirigido por Romain Bréchignac, ex-chef de Le Meurice, una garantía para comer platos basados en las viandas del cerdo
El Auberge du Club Cochon de París es un lugar único, dividido en cuatro áreas: el bar, el restaurante, la tienda de delicatessen y un salón de banquetes en el sótano. El bar es un remanso de cordialidad donde se puede disfrutar de un buen vino, una buena cerveza de barril y magníficos cócteles.También, ofrece comida fría y caliente. La charcutería se disfruta con los dedos, con lo mejor que ofrece el terroir francés. Tanto sea una pechuga de pato, como un chuletón o una chuleta de cerdo cortada en rodajas sobre una hermosa tabla, es todo un placer disfrutarlo.
La cocina del restaurante, dirigida por Romain Bréchignac, ex cocinero de Le Meurice y de Michel Rostang, es una garantía culinaria donde comer platos cárnicos basados en las viandas del cerdo. El Club Cochon presenta tres menús con entrantes para compartir y una selección de nueve carnes diferentes de cerdo, pato y ternera para deleitarse al son de la llama de la cocina y el asador. Todo, sin olvidar diversas joyas que están fuera de carta: el wagyu, la ternera black angus, el cochinillo relleno y el volován. En la tienda delicatessen, venden sus propios productos y vinos al por menor. El espacio que disponen les permite elaborar, también, el paté de la casa en croute, terrinas, además de salchichas y brioche.
El viejo Ruban
En el animado barrio del París donde se encuentra el Auberge du Club Cochon, el viejo Ruban, (así se llamaban los Grands Boulevards en el siglo XIX), el pequeño club vende productos porcinos de pies a cabeza: manitas de cerdo, croque trufado, cabeza, andouillette, morcilla, jamón y salchichas. La locura del cerdo se disfruta con buenos vinos. Y no cualquier vino, ya que la bodega del club cuenta con 150 referencias, incluyendo una magnífica selección de Beaujolais. Aquí dan la bienvenida a los gourmets del gusto y la carne. Sin pretensiones.
Las carnes del cerdo
Como es bien sabido, todas las carnes del cerdo son buenas. A diferencia de otros animales, se aprovecha todo; desde la cabeza hasta la cola; lo descuartizan, como se acostumbra hacer habitualmente, lo desmenuzan, y lo transforman en presentaciones cárnicas diferentes. La poesía también tiene la oportunidad de adentrarse en sus entrañas culturales, ya que el cerdo es la carne, por antonomasia, de los poetas, de los sabios y los doctos en la materia.
Foto Nº 1,- Fachada del Auberge du Club Cochon
Fotos Nº 2,3 y 4,- Cocina del restaurante de París.
Foto Nº 5,- Comedor
Enric RIBERA GABANDÉ
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