03/04/2025
| | Lo que muchos
consideran un simple aliado en la cocina para realzar el sabor de sus platos, podría ser un enemigo silencioso para la salud. Los
“cubitos” de consomé de pollo, han pasado de ser un condimento a convertirse en un potencial peligro para quienes los consumen habitualmente.
Según expertos en salud y estudios recientes, estos productos están cargados de sustancias perjudiciales para el organismo. Un exceso de sal, grasas trans, glutamato monosódico, colorantes artificiales y azúcares añadidos son los principales componentes de la “sopita”
“, elementos que
pueden desencadenar graves problemas de salud como hipertensión, obesidad, enfermedades cardiovasculares e incluso daño renal.
La preocupación aumenta al conocerse que estos “cubitos” contienen una mínima cantidad de pollo real, siendo su composición mayoritariamente química. Estos aditivos artificiales son los encargados de alterar el sabor y generar una falsa sensación de alimento nutritivo, afectando directamente la alimentación natural y balanceada.
Un aspecto alarmante es la dependencia que se ha generado en gran parte de la población latinoamericana hacia este condimento. La tradición de utilizar ingredientes naturales como ajo, apio, orégano, sal, cebolla y ají, triturados o majados para dar sabor a las comidas, se ha ido perdiendo progresivamente.
Durante años, el paladar ha sido condicionado a creer que una comida sin “cubito” carece de sabor, cuando la realidad es que esta costumbre ha enmascarado el verdadero gusto de los alimentos, sustituyéndolo por un exceso de químicos y condimentos artificiales.
El consumo excesivo de “cubito” está directamente relacionado con serios problemas de salud. Su elevado contenido de sodio es un factor de riesgo importante para desarrollar hipertensión, aumentando las probabilidades de sufrir infartos y derrames cerebrales. Asimismo, las grasas trans y los aditivos químicos presentes en estos cubos se han vinculado a la obesidad, enfermedades renales y diversos trastornos metabólicos.
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