Feria, la tierra que pisamos

Feria, la tierra que pisamos Fuentes documentales sobre la villa de Feria. Feria en los documentos: libros, fotografías, imágenes.

Noticias sobre la blanca villa de Feria, el Faro de Extremadura. Noticias sobre la blanca villa de Feria, el Faro de Extremadura

El fotoperiodista pacense Robero Palomo (  ) busca fondos para editar su libro "Hijas del olvido".   «Mi abuela Silvestr...
23/09/2025

El fotoperiodista pacense Robero Palomo ( ) busca fondos para editar su libro "Hijas del olvido".

«Mi abuela Silvestra tenía solo tres años cuando perdió a su padre. A su madre la dejaron viuda y embarazada de la hermana pequeña, María. Este hecho cambió por completo el destino de su familia».

Así empieza el fotoperiodista Roberto Palomo (Badajoz, 1990) la narración sobre "Hijas del olvido", el libro en el que descubre el camino que ha seguido su familia hasta encontrar los restos de su bisabuelo en una fosa común en Feria. Tras cuatro años de trabajo, este septiembre ha lanzado una campaña para captar fondos y poder editar el libro.

Diario "Hoy", 22.09.25

En este enlace se le puede apoyar para que esta historia no caiga en el olvido:
https://www.verkami.com/projects/41380-hijas-del-olvido

El próximo 27 de septiembre el "BP Ultimate Rallye Raid Portugal Extremadura" pasará por la localidad de Feria.         ...
23/09/2025

El próximo 27 de septiembre el "BP Ultimate Rallye Raid Portugal Extremadura" pasará por la localidad de Feria.

Extremadura acogerá del 25 al 27 de septiembre la única prueba puntuable en Europa para el Campeonato del Mundo de raids FIA W2RC, en la que participarán pilotos como Carlos Sainz, Mattias Ekstrom, Nasser Al-Attiyah y Cristina Gutiérrez, entre otros.

Serán más de 500 kilómetros de competición atravesando más de 60 municipios extremeños.

El 25 de septiembre, los equipos y pilotos de prestigio internacional saldrán de la localidad portuguesa de Grándola para llegar hasta Cáceres, pasando por las localidades extremeñas de Valencia de Alcántara, Aliseda y Arroyo de la Luz.

Al día siguiente transcurrirá entre Don Benito y Villafranca de los Barros, pasando por La Haba, Valle de la Serena, Manchita, Cristina, Guareña, Oliva de Mérida, La Zarza, Puebla de la Reina y Puebla del Prior, en la provincia de Badajoz.

La última jornada en Extremadura partirá de Zafra hasta volver a Portugal a través de la frontera de Villanueva del Fresno, pasando antes por Feria, Santa Marta, La Parra, La Lapa, Alconera, Burguillos del Cerro, Jerez de los Caballeros y Zahínos. La prueba terminará el domingo 28, en Lisboa.
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El fotoperiodista pacense Robero Palomo (  ) busca fondos para editar "Hijas del olvido".    Silvestre Indias Carvajal d...
22/09/2025

El fotoperiodista pacense Robero Palomo ( ) busca fondos para editar "Hijas del olvido".

Silvestre Indias Carvajal desapareció en Feria un mal día de agosto de 1936, apenas unas semanas después del inicio de la Guerra Civil española. Dejaba atrás una esposa, una hija de tres años y otra hija más en camino. Nadie más volvería a verle con vida. 87 años después, durante la exhumación de un pozo a 31 metros de profundidad en las afueras del pueblo, apareció un cachito de hueso que, tras el análisis de su ADN y de la saliva de aquella hija que nunca conoció a su padre, fue confirmado como parte de Silvestre. Ahora, Roberto Palomo, fotoperiodista y bisnieto de aquel hombre, cuenta su historia en su ensayo "Hijas del olvido".

En este enlace podemos apoyarle para que esta historia no caiga en el olvido. 🤔
https://www.verkami.com/projects/41380-hijas-del-olvido

Encontrado en Google en codigonuevo.com

El próximo 27 de septiembre el "BP Ultimate Rallye Raid Portugal Extremadura" pasará por la localidad de Feria.         ...
19/09/2025

El próximo 27 de septiembre el "BP Ultimate Rallye Raid Portugal Extremadura" pasará por la localidad de Feria.

Extremadura acogerá del 25 al 27 de septiembre la única prueba puntuable en Europa para el Campeonato del Mundo de raids FIA W2RC, en la que participarán pilotos como Carlos Sainz, Mattias Ekstrom, Nasser Al-Attiyah y Cristina Gutiérrez, entre otros.

Serán más de 500 kilómetros de competición atravesando más de 60 municipios extremeños.

El 25 de septiembre, los equipos y pilotos de prestigio internacional saldrán de la localidad portuguesa de Grándola para llegar hasta Cáceres, pasando por las localidades extremeñas de Valencia de Alcántara, Aliseda y Arroyo de la Luz.

Al día siguiente transcurrirá entre Don Benito y Villafranca de los Barros, pasando por La Haba, Valle de la Serena, Manchita, Cristina, Guareña, Oliva de Mérida, La Zarza, Puebla de la Reina y Puebla del Prior, en la provincia de Badajoz.

La última jornada en Extremadura partirá de Zafra hasta volver a Portugal a través de la frontera de Villanueva del Fresno, pasando antes por Feria, Santa Marta, La Parra, La Lapa, Alconera, Burguillos del Cerro, Jerez de los Caballeros y Zahínos. La prueba terminará el domingo 28, en Lisboa. 🏎

Sobre "Hijas del olvido", fotolibro de Roberto Palomo (  )  ☝🏽 [Clic en la imagen o en el enlace inferior]📔 Ya está disp...
11/09/2025

Sobre "Hijas del olvido", fotolibro de Roberto Palomo
( )
☝🏽 [Clic en la imagen o en el enlace inferior]

📔 Ya está disponible Hijas del Olvido.

🤗 Acabo de lanzar la campaña para que os hagáis con el fotolibro Hijas del Olvido y muchas recompensas más.

🔬 Durante más de 4 años he estado investigando la historia de mi bisabuelo y de cómo, 87 años después de su desaparición, mi abuela recupero los restos de su padre y los de todo un país.

☝🏽Visita la campaña para descubrir esta emotiva historia con un final muy feliz: a sus 89 años, mi abuelo pudo abrazar de nuevo a su padre, o al menos, lo que quedaba de él.

❤️ A mi bisabuelo se lo arrebataron todo. Solo nos dejo su historia. Yo lo único que puedo hacer es contarla.

La historia de mi bisabuelo y de cómo, 87 años después de su desaparición, sus hijas recuperaron sus restos y los de todo un país.

"Hijas del olvido", fotolibro de Roberto Palomo.    Roberto Palomo (  ), autor visual de Badajoz y con ascendencia de Fe...
10/09/2025

"Hijas del olvido", fotolibro de Roberto Palomo.

Roberto Palomo ( ), autor visual de Badajoz y con ascendencia de Feria, ha lanzado una campaña para recaudar fondos para contar la historia de su bisabuelo y de cómo, 87 años después de su desaparición, su abuela y su tía abuela recuperaron los restos de su padre y los de todo un país. Roberto, fotógrafo documental nacido en Badajoz y con más de 10 años de experiencia, lleva más de cuatro años documentando la vida de su bisabuelo Silvestre.

Silvestre Indias Carvajal desapareció en agosto de 1936 al inicio de la Guerra Civil en Feria, Badajoz. Nunca se supo realmente qué pasó con él más allá de los rumores que corrían por el pueblo. Su abuela Silvestra solo tenía tres años y su tía abuela María no había nacido cuando este hecho cambió por completo el resto de sus vidas.

Silvestra Indias Sánchez y María Indias Sánchez, naturales de Feria, son abuela y tía abuela, respectivamente, de Roberto Palomo.

María Indias Sánchez entregó su saliva para realizar el análisis genético que certificó la identidad de su padre. Falleció un mes antes de recibir los restos de su padre. No pudo abrazarlo ni vivo ni mu**to. Silvestra en cambió recibió los restos de su padre en 2023 y falleció este verano. Hoy descansan los tres juntos en el cementerio de Badajoz.

Más info en los siguientes enlaces:
. https://culturabadajoz.com/especiales/hijas-del-olvido-el-proyecto-mas-personal-del-fotoperiodista-extremeno-roberto-palomo-una-investigacion-familiar-en-plena-guerra-civil/?fbclid=IwY2xjawMuYqpleHRuA2FlbQIxMABicmlkETAwTHdRUkZqQW16VkxpQWdvAR6jHpWvwomGcQwopgdGnzpazICx_Rd-LzcPrtHcLD8-ssl_lyKyHEMKmYJEaw_aem_GvhpDsYcA0oR2zkcmxiISQ

. https://www.libreriaproteo.com/libro/ver/4096735-hijas-del-olvido.html

. https://www.verkami.com/projects/41380-hijas-del-olvido

9 de septiembre, Día Mundial de la Agricultura         Cada 9 de septiembre, se recuerda a todas aquellas personas que d...
09/09/2025

9 de septiembre, Día Mundial de la Agricultura


Cada 9 de septiembre, se recuerda a todas aquellas personas que dedican su tiempo a trabajar la tierra y producen los alimentos que nuestra especie necesita para sobrevivir.

«Los campesinos han morado la tierra civilizándola. Vivimos en el mundo que crearon. No podemos dar un solo paso sin pisar el resultado de su trabajo. Tampoco abrir los ojos sin ver el trazo de su huella. Una obra que es todo lo que nos rodea. Todo aquello que pensamos que es tan nuestro por el hecho de estar ahí. De toda la vida. Los bosques de castaños y las praderas. Los senderos y los puentes. Pero no es sólo el desconocimiento el que nos hace ser tan ingratos. A los campesinos se les pasó por alto un pequeño detalle. Olvidaron reivindicar su autoría.
A diferencia de los canteros que tallaron las piedras de las grandes iglesias, los campesinos no firmaban sus trabajos.
La suya es una creación que nos llega de forma anónima. Lo cual no significa que lo fuera en el momento de su materialización.
Tal vez no creyeron necesario explicarle a la posteridad quién había levantado aquel muro de piedra seca. Quién había roturado el bosque para que pastaran las ovejas.
Probablemente ni se lo plantearon. Todos los que vivían en ese momento sabían perfectamente quién había realizado el trabajo. Habían visto cómo lo hacía y además llevaba grabada su impronta. La memoria se encargaría del resto. Las siguientes generaciones evocarían el recuerdo del bisabuelo cada vez que pasaran por aquel camino empedrado o cuando en otoño recogieran las nueces del gran nogal de casa.
La memoria se ha roto. Ha perdido el mundo que la engendró. El mundo al que ella daba coherencia.
Los nietos de los campesinos viven en la ciudad y no recuerdan nada. O viven todavía en el pueblo y lo han olvidado casi todo.
Miramos alrededor y no reconocemos la mano de nuestros bisabuelos.»

Fragmento de “Vidas a la intemperie, nostalgias y prejuicios sobre el mundo campesino”, de Marc Badal

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💚🤍🖤 Feliz Día de Extremadura 💚🤍🖤  ,
08/09/2025

💚🤍🖤 Feliz Día de Extremadura 💚🤍🖤
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Documento Regional de Identidad de Feria  🫆 💚🤍🖤 por ©️✏️✨ Fernando Sembrador 🌱✨💖 ,
07/09/2025

Documento Regional de Identidad de Feria 🫆 💚🤍🖤 por ©️✏️✨ Fernando Sembrador 🌱✨💖
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Puente Llorente o de la Peraleda. Puente de fábrica de ladrillo y mampostería con bóvedas de medio punto y tímpanos maci...
04/09/2025

Puente Llorente o de la Peraleda. Puente de fábrica de ladrillo y mampostería con bóvedas de medio punto y tímpanos macizos.

Características geográficas:

Sobre el río Guadajira. Soportando el paso de un camino carretero que comunicaba Feria y Zafra. Se llega a él a través de un camino que parte del punto kilométrico 60 de la carrertera nacional N-432, por su margen derecha, próximo al cortijo de la Gimena. Entre los parajes conocidos como La Peraleda y Las Herreras. Cercano a un antiguo molino harinero.

Datos históricos :

Se trata de un puente del siglo XVIII, o incluso anterior, de gran importancia por estar en el camino que iba de Feria a Zafra, donde ya se celebraba la famosa feria de ganado, uniendo a su vez la cañada de Zafra con la vía pecuaria del Guadajira. Aparece citado por Pascual Madoz y Tomas López, y en el "Interrogatorio de la Real Audiencia".

Características físicas:

Planta recta. Perfil alomado. Consta de tres bóvedas de medio punto con boquillas y cañón de pie y medio de rosca de fábrica de
ladrillo. Pilas, con tajamares triangulares y sombreretes piramidales, aguas arriba, y estribos de sección rectangular de fábrica de
ladrillo. Tímpanos macizos y manguardias de mampostería ordinaria con mortero de cal y cemento, aligeradas en ambas márgenes con alcantarillas de la misma fábrica que las bóvedas, a modo de aliviadero. Pretil semiderruido de mampostería. Calzada en parte inexistente, empedrada con cantos rodados.

Fuente:

Cruz Sagredo, Máximo. "Inventario de Puentes de Extremadura. Tomo general", 2018

Puente Llorente, FERIA, Badajoz
Antiguo puente medieval sobre el río Guadajira en el camino Feria-Zafra

"80 años de ‘Rebelión en la granja’: por qué seguimos leyendo a Orwell", por Jesús Carrasco    (Diario "El País", 17 de ...
03/09/2025

"80 años de ‘Rebelión en la granja’: por qué seguimos leyendo a Orwell", por Jesús Carrasco
(Diario "El País", 17 de agosto de 2025)

«El escritor británico apuntaba al estalinismo con esta fábula satírica, pero nos dejó un texto que se lee como una advertencia contra cualquier totalitarismo y como una defensa de la independencia, de la inteligencia y, sobre todo, de la humanidad»

Hoy, 17 de agosto de 2025, se cumplen exactamente 80 años de la primera publicación en el Reino Unido de "Rebelión en la granja", de George Orwell (1903-1950), y en este día, además de celebrar la vida y la obra de un autor tan influyente y de un ser humano tan singular, me pregunto si esta semana, o este mes, o este año, se publicará algún libro en el mundo que merezca ser igualmente conmemorado dentro de ocho décadas, en el todavía muy lejano año 2105.

La pregunta me obliga a imaginar ese futuro para tratar de entender qué aspecto tendrá, qué quedará de nuestro tiempo en él, cómo seremos y qué nos interesará. Pero, por más que lo intento, no consigo componer una imagen mínimamente clara de ese tiempo por venir. Primero, como es natural, porque el futuro es el territorio de lo incognoscible, y, segundo, porque dada la aceleración transformadora que nos ha traído el desarrollo de tecnologías complejas, el horizonte de visión es cada vez más corto, lo que hace, a su vez, más difícil una proyección a largo plazo.

Por ello, con una capacidad prospectiva tan limitada, ¿cómo aventurar qué tipo de texto escrito hoy puede ser relevante en el año 2105? No solo eso. Embarcada la humanidad, como está, en una crisis climática devastadora, sin visos de reversión sino de lo contrario, ¿qué clase de vida, sin más, será posible dentro de 80 años?

Con esa imposibilidad de mirar hacia el futuro solo nos queda dirigirnos al pasado, que sí conocemos, y hacernos la misma pregunta pero en otro sentido: ¿por qué, tanto tiempo después, se conmemora "Rebelión en la granja"? ¿Por qué no hacer lo mismo con otros libros publicados ese mismo año y que también se siguen leyendo hoy como "Retorno a Brideshead", de Evelyn Waugh, o "Cianuro espumoso", de Agatha Christie? ¿Por qué, en resumen, Orwell es un autor tan resistente al paso del tiempo, tan vigoroso todavía hoy?

Por el momento, avanzaré una respuesta obvia que también sirve para Cervantes o Virginia Woolf. A saber: los libros de Orwell se siguen leyendo hoy con el mismo entusiasmo que hace 80 años por el simple hecho de que nos cuentan cosas que en este 2025 nos siguen resultando útiles y elocuentes. Esto puede significar dos cosas: que nuestras sociedades no han cambiado sustancialmente desde 1945 o que la escritura de Orwell no está tan anclada a su tiempo como, a primera vista, parece en un escritor cuya visión política de ese tiempo conforma el hilo conductor y la columna vertebral de toda su obra.

Vayamos a la primera de las opciones. Si hacemos una comparación somera entre 1945 y 2025, se aprecia, al menos, una diferencia radical. Aquel año, es preciso recordarlo, fue un año clave para el siglo XX y también para la fundación del mundo que vivimos hoy. En 1945 terminó la Segunda Guerra Mundial y la humanidad, al tiempo que se partía en dos bloques, emprendía un camino de reconstrucción física, política y moral para el que era preciso dotarse de herramientas nuevas que permitieran no volver a sufrir el enorme trauma de un conflicto que terminó violentamente con la vida de entre 40 y 50 millones de personas, según las estimaciones más conservadoras. Por más que el mundo de este primer cuarto del siglo XXI esté marcado por las guerras y tensiones de todo tipo, cuantitativamente, la escala es incomparable, lo cual no hace mejores las masacres contemporáneas.

El libro, en cualquier caso, tiene su germen en la década anterior, cuando a finales de 1936 Orwell viaja a España para luchar contra el fascismo en la Guerra Civil. Más precisamente, cuando durante esa experiencia comprueba de primera mano cómo la larga sombra de Josef Stalin llega, en forma de purgas, hasta las trincheras que defendían la República, tal y como recogió en su Homenaje a Cataluña.

Algunos años después, en noviembre de 1943, Orwell comienza la escritura de esta sátira fabulada del estalinismo en la que los animales de una granja, liderados por un grupo de cerdos, expulsan al granjero-opresor y toman el mando para instaurar lo que comienza siendo una arcadia igualitaria y termina convertida en un régimen de terror.

Cuando Orwell finaliza el manuscrito e intenta publicarlo, recibe una negativa tras otra por parte de editores importantes como Jonathan Cape o T. S. Eliot, en nombre de Faber & Faber. El texto, al parecer, es demasiado descarnado y crítico con el que, en ese momento, es el principal aliado europeo del Reino Unido para luchar contra Hi**er. El libro, finalmente, es publicado por Secker & Warburg solo dos días después de que Japón anuncie su rendición incondicional, fin oficioso de la Segunda Guerra Mundial, convirtiendo a su autor en una verdadera celebridad de la noche a la mañana.

Pero en "Rebelión en la granja" Orwell no se limita a ridiculizar los modos y decisiones de un líder criminal como Stalin. Hacerlo literalmente, con nombres y apellidos, con total seguridad habría impedido que el libro trascendiera su tiempo. Lo que hace el autor es mucho más inteligente y sutil al ofrecernos el itinerario completo que sigue un ideal político que comienza siendo virtuoso y que se va desfigurando hasta lo criminal. Cómo se malogra una utopía paso a paso o, más precisamente, palabra a palabra.

Porque, como el excelente escritor que fue, Orwell pone el foco en el uso del lenguaje avisándonos de que, para dominar a los grupos humanos, la primera plaza que hay que tomar es esa, la del lenguaje, una idea que nos ofrecería, ampliada, en la muy influyente 1984.

El principal vínculo que posibilita una comunidad es el de la lengua y lo primero que hace el totalitarismo, mucho antes incluso de que nos percatemos de que actúa como tal, es destruir el significado de algunas palabras clave, disolviendo así el espacio común, la zona de significados compartidos. Una vez aceptado este hecho, se resignifican esas palabras y lo siguiente es ya un camino triunfal sobre la conciencia de unos individuos que ya no son capaces de reconocer la comunidad de la que anteriormente formaban parte.

La evolución de esta idea está representada en el libro por los siete mandamientos del animalismo que son escritos sobre una pared para que sirvan como aliento y guía moral de la flamante sociedad que surge. Pero, a medida que los líderes se van corrompiendo, los mandamientos van siendo modificados subrepticiamente ya no para iluminar, sino para legitimar esa corrupción. Así, el quinto mandamiento, “Ningún animal beberá alcohol” acaba siendo “Ningún animal beberá alcohol en exceso”.

El hecho de que, como ciudadanos, asistamos cada día a similares estrategias en política explicaría, por sí solo, la vigencia del libro. Donde ponía “celebraremos siempre elecciones primarias porque somos demócratas”, ahora dice “elegiremos a quien le convenga al líder del partido porque eso es lo mejor para todos”.

En este sentido y habiendo descrito de un modo tan preciso el recorrido que de principio a fin sigue cualquier totalitarismo, el libro funciona hoy como una advertencia, igual que en 1945 y que, posiblemente, en 2105. Estos son los signos que anteceden al dominio: tened cuidado, parece decirnos Orwell. Y esos signos, basta con levantar un poco la vista y observar, proliferan hoy por todos los rincones del globo como una señal de lo que puede venir a continuación.

Atendiendo ahora a la segunda de las hipótesis propuestas, procede preguntarse cómo de anclada a su tiempo está la obra de Orwell y la respuesta, para cualquier lector mínimamente atento, es evidente: ya desde sus primeros artículos y textos ensayísticos, percibimos a un hombre fuertemente preocupado por la injusticia que, en su caso, le lleva a denunciar las penosas condiciones de vida en los albergues de Londres para personas sin hogar (por los que él mismo pasó) o la estratagema capitalista que hay tras un periódico parisiense de nombre "El Amigo del Pueblo".

Pero, desde mi experiencia como lector, diría que hay en sus textos algo fundamental que no emana necesariamente ni de su calidad como escritor, ni de su audacia como reportero ni de su valentía como denunciante. Es algo que, me aventuro a decir, procede de su calidad humana. De aquello que le constituye íntimamente.

Si desde un punto de vista político Orwell nos advierte, desde una óptica humana lo que consigue con sus libros y, particularmente, con "Rebelión en la granja", es iluminarnos. Y lo hace, a través de una escritura inteligente, minuciosa y, lo que es fundamental, clara.

Orwell está dotado, como muchos escritores, de una poderosa capacidad de observación, pero, a diferencia de la mayoría, dispone, además, de un sentido común muy infrecuente que le permite detectar inmediatamente qué funciona mal. Es un sentido común que, además, no solo aplica a sus observaciones del mundo sino a sí mismo. Lo vemos por ejemplo cuando, ejerciendo como policía imperial en Birmania, tiene que matar a un elefante escapado mientras 2.000 nativos le observan. Es plenamente consciente de su papel como miembro de una fuerza opresora y de una casta dominante que terminará aborreciendo.

Ese sentido común se alía con la claridad de su prosa para contar lo que sucede tal y como sucede. Es decir, para contarnos la misma verdad incuestionable de los hechos que todos somos capaces de entender cuando somos testigos de ellos y nadie nos mira ni nos juzga. Sin capas ideológicas, sin condicionamientos sociales, sin filtros culturales. En la intimidad de nuestra casa vemos las imágenes del hambre en Gaza y nos decimos: esto es un genocidio.

Lo escribe Irene Lozano en su fabuloso prólogo a los ensayos completos de Orwell publicados en 2013 —que incluyen "Matar a un elefante"— cuando nos recuerda la formulación de Hannah Arendt. Esa verdad incuestionable e ineludible de Orwell es lo que Arendt llamó “las modestas verdades de los hechos”. Sobre esas verdades, a veces minúsculas, depositó Orwell su mirada sabiendo que defenderlas le acabaría enfrentando a unos poderosos que, en muchos casos, estaban en su bando.

Abjuró, por ejemplo, del imperialismo británico del que él era hijo en cuanto tuvo experiencia y juicio suficientes. Criticó a Rudyard Kipling por enarbolar ese imperialismo al tiempo que agradecía su importancia como escritor. Luchó contra el fascismo en España y fuera de ella. Defendió un modelo de socialismo democrático que le predispuso contra la intelectualidad británica. Y atacó sin descanso el estalinismo a pesar de que Rusia era el principal aliado de su país contra los n***s y de que Stalin era el referente de la izquierda internacional.

Orwell, con esa visión franca de la realidad y con su uso limpio de la lengua inglesa, reduce la escala de lo inabarcable para que podamos reconocerlo. En todos sus textos se trasluce el núcleo ético del que surgen. Y ese núcleo ético es el corazón mismo de la condición humana. Leemos a Orwell porque reconocemos en él a un igual que es capaz de expresar la verdad esencial de las cosas, aunque moleste. Aunque pierda seguidores. Aunque pierda anunciantes. Aunque pierda votantes. Aunque pierda camaradas de trinchera. La verdad tal como es y como cualquiera, en la intimidad de su casa, es capaz de reconocer.

Orwell representa, en cierto modo, un anhelo para una enorme cantidad de personas. Muchos quisiéramos disponer de su agudeza como observador, de su claridad para discernir, de su valentía para alzar la voz, de su calidad como escritor, de su intenso bagaje humano, de su espíritu insobornable y hasta de sus contradicciones, que también las tuvo.

En mi opinión, Orwell se sigue leyendo por las mismas razones por las que se sigue leyendo a Shakespeare: porque, al margen de lo mudable y cambiante de cada tiempo, de los cataclismos naturales o de los imperios que surgen y se desmoronan, está la condición humana, que ha demostrado estar hecha del material más duradero de entre los conocidos. El temor a que un rayo te parta en pleno Paleolítico es solo una forma de la misma emoción, llamada miedo, que sienten ahora mismo los habitantes de Gaza que no saben por dónde les llegará el rayo: si desde un dron, un misil o arma automática. La misma emoción insoportable que llevan experimentando ya tantos meses los secuestrados por Hamás.

La esperanza es la misma emoción ahora que en el Renacimiento. También el ansia de poder y de riqueza, el abuso y la dominación, la compasión y la piedad. Somos, esencialmente, los mismos que siempre hemos sido. Quien publique un libro este año y ansíe perdurar, al menos, otros 80, hará bien en afilar su bisturí y diseccionar lo único que sabemos seguro que quedará de nosotros para entonces: nuestra mera condición humana.
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🗨️ «Leemos a Orwell porque reconocemos a alguien capaz de expresar la verdad esencial de las cosas, aunque moleste».
🗨️ «El escritor luchó contra el fascismo. Defendió el socialismo democrático. Y atacó sin descanso el estalinismo».
🗨️ «Ya desde sus primeros artículos y textos ensayísticos, percibimos a un hombre fuertemente preocupado por la injusticia».
🗨️ «El libro muestra cómo se malogra una utopía paso a paso o más precisamente, palabra a palabra».

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Jesús Carrasco (Olivenza, 1972) es escritor y autor del prólogo de la edición conmemorativa del 80º aniversario de "Rebelión en la granja" (Destino, 2025). Su última novela es "Elogio de las manos" (Seix Barral, 2025).

https://elpais.com/ideas/2025-08-17/80-anos-de-rebelion-en-la-granja-por-que-seguimos-leyendo-a-orwell.html?ssm=FB_CM&utm_source=fb&utm_medium=social

https://www.planetadelibros.com/libro-rebelion-en-la-granja/417378

30/08/2025

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