12/11/2025
Lo primero que he hecho hoy es lo que menos me apetecía: escribir y compartir, para ver cómo me siento y cómo salir del mal estar y las dudas.
No soy psicóloga, ni experta en nada, pero he aprendido como gestionar los días en los que no seguiría emprendiendo, porque quiero seguir emprendiendo.
Hace un tiempo este post no se hubiera publicado, porque tendía a dejarlo todo a parte durante horas o semanas, planteándome si algo de lo que estoy haciendo tiene sentido, si tiene sentido ser autónoma y seguir dedicándome a la comunicación visual, si realmente aporto algo con mis fotos, si realmente puedo seguir viviendo de esto a largo plazo…
No me mal entendáis, las dudas pueden ser sanas, pero el bloqueo que nos generan o la ansiedad que provocan a veces.. quedarse atrapado en eso, no es sano.
Creo que la vida es cambio permanente y no siempre tendremos una fe ciega en nuestro propósito. Seamos realistas, no siempre tendremos ni tan siquiera propósito. Y da igual, porque somos animales humanos, no máquinas.
Me gusta compartir la belleza que veo en el mundo a través de mi cámara, pero creo que también es importante compartir que no todo es bello en el camino, que hay momentos en los que se me hace durísimo seguir. Que emprender es difícil y que querer dejarlo (y dejarlo) es normal.
Pero al final, aunque a un punto todo cambie, si me preguntáis, os diría que yo valoro la libertad que tengo, lo feliz que me hace entrar en estado de flow cada vez que cojo la cámara, poder crear recuerdos que quedan después en vuestras casas o enseñaros los paisajes que he visto. Valoro vuestras sonrisas, el momento de editar y hacer magia. Y valoro mi tiempo y poder llevar una vida que siento que estoy eligiendo yo, cada día.
Así que sí, emprender es difícil,
pero más difícil sería no intentarlo.
💪🏼🩵