25/11/2025
Es domingo y no hay domingo bueno para cabezas atribuladas. Las tardes de los domingos alteran la percepción de lo que nos vamos topando por el camino. La gente es más lúgubre, las calles más sórdidas, los bares más tristes, el cielo más pesado, las sombras más duras.
Primero la tarde, luego la noche. Descubro una ciudad deformada. Hasta los personajes torturados de la Portada del Juicio Final de la Catedral de Santa María parecen más mortificados.
(Mural de la calle Francisco Javier, en Tudela)