24/11/2025
En librerías el próximo lunes.
Presentamos en este volumen el testamento literario de Julio Camba, uno de los mejores columnistas españoles del siglo XX. Se trata de la antología que el propio escritor seleccionó, comentó y prologó poco antes de su fallecimiento, en la que nos ofrece su original e irónica perspectiva del mundo que le tocó vivir.
El lector encontrará aquí los escritos del autor sobre su Galicia natal, sus experiencias como corresponsal y viajero antes y después de la Primera Guerra Mundial en Francia, Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, Suiza, Italia y Portugal, sus reencuentros con la España monárquica y después con la republicana, su pasión por la gastronomía y sus lúcidas reflexiones «sobre casi todo».
«Camba fue un maestro de periodistas. […] Un precursor.» Miguel Delibes
«El mejor articulista de este país.» Josep Pla
«El logos, la más pura y elegante inteligencia de España.» José Ortega y Gasset
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Julio Camba (Vilanova de Arousa, Pontevedra, 1884-Madrid, 1962), periodista y escritor dotado de una fina ironía, es una de las figuras más destacadas de la literatura española del siglo XX.
Nacido en el seno de una familia de clase media, comienza a escribir en la prensa local gallega en torno a los 16 años, y poco después se embarca como polizón hacia Buenos Aires. Allí se introduce en los círculos del anarquismo y publica en diversos periódicos, pero, debido a sus actividades políticas, es deportado a España en 1902. Llegado a Madrid, colabora con la prensa anarquista y funda el semanario 'El Rebelde', cuyas publicaciones le llevan a ser juzgado en varias ocasiones por delitos de imprenta, hasta que, clausurado el semanario por orden judicial, comienza a trabajar para 'El País' en 1905.
Un año más tarde tiene lugar un suceso crucial en la vida del escritor: el fallido atentado del anarquista Mateo Morral contra la comitiva de Alfonso XIII y Victoria Eugenia el día de su boda causa decenas de mu***os entre la multitud. Ello contribuye a que nuestro autor, tras tener que prestar declaración sobre sus vínculos con Morral, se distancie definitivamente de los anarquistas y desarrolle una visión del mundo escéptica, irónica y, más adelante, conservadora, sin renunciar jamás a su espíritu ácrata. Después de trabajar en 'España Nueva' y 'El Mundo', en 1908 decide dejar atrás también el periodismo político y su vida bohemia en la capital para comenzar su carrera como corresponsal extranjero, que continuará durante esa década y las dos siguientes en Francia, Inglaterra, Alemania, Suiza, Italia, Portugal y Estados Unidos, como colaborador de varios periódicos. Además, desde 1916 y a lo largo de la década de 1920 se publican con notable éxito varias antologías de sus artículos.
Cuando se proclama la Segunda República en 1931, Camba regresa a España desde Nueva York, ilusionado con el cambio, y con la esperanza de que su amplia trayectoria profesional le permita obtener un cargo diplomático. Pero, decepcionado por no conseguirlo y desencantado con el rumbo de la República, en la que echa en falta un nuevo espíritu público y ve, más que un cambio de régimen, un cambio de nombre del régimen, publica sus críticas a la misma en el diario 'ABC' y en el volumen 'Haciendo de República' (1934), críticas que se endurecen tras la Revolución de Asturias; lo cual no obsta para que el periódico liberal y republicano 'Ahora', dirigido por Manuel Chaves Nogales, lo contrate en 1936 como corresponsal en Londres.
Después del estallido de la Guerra Civil, que lo sorprende en Lisboa, regresa a Vilanova de Arousa, desde donde escribe para el 'ABC' de Sevilla a partir de julio de 1937 y continúa con sus duras críticas a la República, lo que lo vinculará de modo peculiar con el bando sublevado. Una vez finalizada la contienda, ante el desolador panorama de la posguerra, vive durante un tiempo en Portugal, y desde allí sigue enviando sus artículos a ABC, aunque esas colaboraciones en prensa se interrumpen durante varios años. Finalmente, en 1949 regresa a Madrid y se instala en el Hotel Palace, donde, sumido en el desencanto y el hastío, llevará una existencia solitaria y retirada hasta su muerte.
Entre sus obras, casi todas ellas recopilaciones de artículos, destacan 'El destierro' (1907), 'Playas, ciudades y montañas' (1916), 'Londres' (1916), 'Alemania' (1916), 'Un año en el otro mundo' (1917), 'La rana viajera' (1920), 'Aventuras de una peseta' (1923), 'Sobre casi todo' (1928), 'Sobre casi nada' (1928), 'La casa de Lúculo' (1929), 'La ciudad automática' (1932), 'Haciendo de República' (1934), 'Etc., etc.' (1945) y 'Mis páginas mejores' (1956).