08/10/2025
ÉXITO DE LA HUELGA DEL PROFESORADO EXTREMEÑO
DEL 7 DE OCTUBRE.
¡ESCUCHA, CONSEJERA! ¡NO NOS VAS A PARAR!
La huelga del profesorado extremeño que se ha llevado a cabo hoy 7 de octubre no va solo de salarios, aunque este haya sido el ariete que los sindicatos convocantes han utilizado para movilizar al conjunto de los y las docentes. El amplio seguimiento que se está confirmando en los centros educativos, con más de un 80% del claustro a rasgos generales, señalan que el paro se lleva a cabo por otras razones más, sin miedo a que el mismo suponga la pérdida de una jornada laboral del ya mermado sueldo, el más bajo de todo el estado español.
La huelga también se hace por la prepotencia, soberbia y mala educación de la titular y equipo político de la Consejería de Educación, Ciencia y FP de la Junta de Extremadura, que solo ven en las reivindicaciones una mejora salarial. La chulería del gobierno extremeño frente a las reivindicaciones de quienes buscan unas condiciones de trabajo dignas, se reflejan en episodios como el chantajismo y amenazas constantes a las que se sometió a inicios de curso al sector del transporte escolar, sin que les importara que, al fin y al cabo, los más perjudicados fueran las familias el alumnado y el profesorado, que tuvo que dar la cara por los errores de la consejería. Este modo de actuar, tan propio de quien hace del ejercicio del poder un privilegio personal para satisfacción de su partido sin mirar al beneficio general, se hace evidente también en el trato, o mejor dicho maltrato, al que la administración pública somete al profesorado en Extremadura.
Actualmente la escuela pública extremeña está siendo sometida a una política que trata de desmantelar lo público frente a lo privado, favoreciendo la entrada de programas auspiciados por empresas y entidades financieras, inyectando una fuerte inversión de fondos públicos en la escuela privada-concertada, masificando las aulas de la pública con ratios imposibles, precarizando las plantillas de profesorado y favoreciendo un clima de trabajo enrarecido, en el que se utilizan los cuerpos de inspección y asesores educativos para fiscalizar la labor docente, no con intención de mejorar la calidad educativa, sino con función de correa transmisora de las consignas políticas de quienes nos gobiernan, con un sesgo ideológico de derecha y ultraderecha, defensor de los valores tradicionales de la "antigua escuela", como demuestra el hecho, como ejemplo, de que se hayan aumentado las horas de religión en bachillerato, a pesar de lo establecido en la ley general educativa.
Los centros educativos se están convirtiendo en centros administrativos sin más, donde se realizan labores burocráticas de primer orden. Las tareas a realizar para la elaboración y aprobación de programas suponen un laberinto documental que sume al profesorado en una completa burocracia inútil, con la costumbre añadida de que la administración acostumbra a cambiar la pregunta una vez que se tiene la respuesta.
Aparte de ello, la administración política educativa extremeña sufre de una obsesión casi sádica por el uso de las tecnologías. Hoy por hoy Extremadura es la comunidad autónoma con mayor número de dispositivos tecnológicos en el aula, algo que se corresponde con el hecho de que sea la comunidad con menor índice lector y una con mayor tasa de abandono escolar. El alumnado se ahoga entre el uso permitido de pantallas docentes y el uso prohibido de sus dispositivos móviles, sin ser capaz de ejercitar, entre tanto ruido, aptitudes que partan de la reflexión, la cooperación y el altruismo. La masificación de las aulas, con ratios que van más allá de lo permitido, hacen muy difícil desarrollar una adecuada labor docente. La falta de servicios especializados (orientación, especialistas, profesorado de servicios a la comunidad, etc.) obligan al profesorado a atender necesidades para las que, en ocasiones, no está capacitado, por ir más allá de sus atribuciones y preparación.
La huelga de hoy, a pesar de lo que pueda decir una consejera que ni oye ni ve, pero habla con desprecio de quienes estamos al pie de obra, está siendo todo un éxito. No solo el profesorado en huelga supera el 80% de la plantilla de muchos centros educativos, sino también hay que hacer notar la falta de asistencia de alumnado a los centros, que se podría cifrar en muy elevada, hasta el punto de que hoy hay muchos centros desiertos, sin alumnado.
Esta huelga viene a demostrar que el profesorado de la escuela pública extremeña está harto de una administración que lo maltrata, mientras beneficia a los sectores privados de la educación e invierte en una tecnificación que nos hace cada vez menos humanos, más máquinas, en la que el alumno o alumna importa poco como persona, sino solo como administrado que debe obtener un título, un certificado que se basa en resultados de aprendizaje, criterios de calificación y evaluación, en el que la identidad del individuo es sustituida por la competencia, todo ello con el fin de mejorar el rédito político en cuanto a estadísticas de rendimiento y éxito escolar, renunciando al principio humanista de la educación. Las reivindicaciones y acciones no acaban aquí. Solo suponen el inicio de una lucha que continuará, en las aulas y en la calle.
CNT EXTREMADURA