24/08/2025
𝐄𝐅𝐄𝐌𝐄́𝐑𝐈𝐃𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐁𝐀𝐓𝐀𝐋𝐋𝐀 𝐃𝐄 𝐒𝐀𝐍 𝐁𝐀𝐑𝐓𝐎𝐋𝐎𝐌𝐄́ 𝐘 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐏𝐑𝐄𝐏𝐀𝐑𝐀𝐓𝐈𝐕𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐏𝐈𝐍𝐓𝐀 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐒𝐔𝐑 𝐃𝐄 𝐆𝐑𝐀𝐍 𝐂𝐀𝐍𝐀𝐑𝐈𝐀
𝗘𝗹 𝟮𝟰 𝗱𝗲 𝗮𝗴𝗼𝘀𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝟭𝟰𝟳𝟵 𝘆 𝗱𝗲𝗹 𝟭𝟬 𝗮𝗹 𝟮𝟱 𝗱𝗲 𝗮𝗴𝗼𝘀𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝟭𝟰𝟵𝟮
En estos días se conmemoran dos hechos fundamentales para la historia de Gran Canaria, la llamada Batalla de Tirajana o de San Bartolomé, desarrollada en la bajada de la montaña sagrada de Tirajana, la Umiaga/Amago de las crónicas, en la que los canarios infligen una severa derrota a los castellanos al mando del corsario gaditano Pedro Hernández Ca**ón, el 24 de agosto de 1479. Y pocos años después, las reparaciones de La Pinta de Colón, averiada de consideración, en el viaje desde la Península, que se estuvo reparando en una playa del sur de la isla durante 15 días, del 10 al 25 de agosto de 1492.
Ambos hechos son de máxima importancia para la historia de SBT y de la isla, pero paradójicamente son desconocidos para la mayoría de los canarios.
También, es de destacar que se conmemora una derrota de los castellanos, lo que no suele ser normal. De hecho, es la única conmemoración de una derrota que conocemos en la isla (en realidad según la historia, se conmemora la salvación de los castellanos, por intercesión de San Bartolomé, santo del día). Como ejemplo, se conmemora San Juan en LPGC, por el día de la llegada de los castellanos estableciendo su campamento, sucediendo la Batalla del Guiniguada, el 28 de junio. También se celebraba, San Pedro Mártir, el 29 de abril conmemorando la rendición de Ansite.
En Tenerife, el municipio de la Matanza de Acentejo recibe el nombre por desarrollarse allí la batalla, que causó una gran derrota con muchas muertes castellanas, pero no se celebra el día de la Batalla.
𝗟𝗮 𝗕𝗮𝘁𝗮𝗹𝗹𝗮 𝗱𝗲 𝗧𝗶𝗿𝗮𝗷𝗮𝗻𝗮 𝗲𝗹 𝗱𝗶́𝗮 𝗱𝗲 𝗦𝗮𝗻 𝗕𝗮𝗿𝘁𝗼𝗹𝗼𝗺𝗲́
De las descripciones de la entrada que efectuó Hdez. Ca**ón sabemos de un poblado que se situaba al pie de la montaña sagrada de Tirajana, que es atacado con el objetivo de conseguir el botín más preciado: la captura de esclavos para su posterior venta en la Península. A partir de los datos descriptivos del monte sagrado los cronistas nos hablan de un alto monte que destaca sobre el territorio circundante, en cuya cumbre hay un gran cerco de piedras. En dicho monte se realizaba el rogatorio de lluvias, el rito más importante de los canarios, pues desde allí bajaba todo el pueblo en procesión para dirigirse al mar con el fin de golpear el agua con palmas. Al pie adjuntamos enlace a artículo presentado en ponencia en el XXIV Coloquio de Historia Canario-Americana, en el que defendemos la hipótesis de Montaña de Las Tabaibas como Umiaga.
Los castellanos sufrieron una gran derrota, perdiendo 26 hombres con más de 100 heridos y 80 prisioneros, teniendo los canarios 20 mu***os. Marín de Cubas (1687, 1694) nos relata la incursión de Ca**ón compuesta de 400 infantes y 13 jinetes a caballo entre los que se encontraban el obispo Frías, el deán Bermúdez y Hernán Peraza, hijo de Diego de Herrera, señor de Lanzarote, que «envarcados en tres navios fueron al fin de la ysla y dia 24 de agosto de san Bartholome llegaron al pueblo que esta al pie de las sierras, y le hallaron sin gente bien proveidos de carne en sesina, ganados, cevada, manteca, y miel silvestre en ollas y odres, y higos passados». Abreu Galindo (159?) nos cuenta que los canarios en cuanto detectan los barcos se suben «a los altos y sierras ásperas», describiendo Marín a Tirajana como «unas sierras, y varrancos agrissimos [...] onde viven en cuebas, y grutas altissimas como las aves de onde las mujeres arrojan piedras y palos», expresando barrancos en plural, lo que vemos en Amurga y difícilmente dentro de La Caldera en Tirajana. Escudero (1639-1700) indica además que «los amontados, en lo más agrio de la isla, tenían carne i cojían mucho pescado», lo que apunta a la cercanía con la costa.
De las descripciones de la batalla sabemos que los castellanos llegan a caballo hasta la cumbre del monte sagrado de Tirajana (Alonso de Palencia, 1490) y la batalla se produce «queriendo venir a embarcarse ya serca de noche» (Marín de Cubas), «mientras descendían a los valles [barrancos] por estrechos senderos» (Palencia) «a media cuesta que es áspera y alta» con «cuestas muy agrias» (Abreu Galindo), en «una cuesta arriva agria, y de malos passos» (Marín de Cubas). La lucha se desarrolla desde este punto hasta «la garganta a la entrada del valle [barranco]» (Palencia). Y después de aquí, pensamos que debe continuar por el Llano hasta la costa (por lo que no puede estar muy lejana), donde tienen que ser auxiliados desde los barcos, y los marinos tienen que ir a tierra con lanchas realizando disparos, para «apartar» a los canarios mientras se embarcan los suyos (Abreu Galindo, Marín de Cubas).
Si nos atenemos a la descripción de la batalla, la misma nos descarta como monte sagrado, a otros candidatos propuestos: Fortaleza de Santa Lucia y Fortaleza de Amurga, ambas imposibles de subir a caballo y muy lejanas al mar para desarrollarse una batalla como la descrita y con menos probabilidad si se hubiera realizado en una sola jornada por el calor de las fechas, en pleno agosto. Tampoco tienen una «garganta» a la entrada, que si tenemos en los barrancos junto al poblado de Amajo, al pie de Las Tabaibas. Y finalmente el dato definitivo sobre el probable lugar de la batalla, lo encontramos en la información de hidalguía de Luisa de Betancor (1528), que nos indica que el combate tuvo lugar en la comarca de Agüimes, que por aquellos tiempos llegaba hasta Pozo del Lentisco (Bahía Feliz), pero no hasta La Caldera de Tirajana.
𝗟𝗮 𝗕𝗮𝘁𝗮𝗹𝗹𝗮 𝗱𝗲 𝗦𝗮𝗿𝗱𝗶𝗻𝗮
Unos años antes de la incursión de Ca**ón (en 1471 según algunos autores) tuvo lugar una entrada que nos describe Marín de Cubas (1687), en la que nos indica que Diego de Herrera, señor de Lanzarote, viniendo de Tenerife llega a «Poniente de Canaria» atacando un poblado que podría ser el gran poblado de La Aldea. Siguió hacia el sur, «rodeó la Ysla y surgió junto a Maspalomas, antes de llegar a Gando, en los Llanos de Zardina», desembarcando y permaneciendo allí tres días. A continuación mientras se dirigían a Agüimes a pie y los navíos estaban siendo observados desde «la [Montaña?] de Tirajana», sufrieron una emboscada en la «degollada que llaman de Sardina, en la costa de Tirajana», perdiendo más de 100 hombres.
De la descripción interpretamos que tras pasar la punta de Maspalomas y en su intención de llegar a Gando se tropiezan con los fuertes vientos muy habituales en la zona que les impiden proseguir, por lo que se ven obligados a detenerse tres días a la espera de mejores condiciones de navegación, y es por ello que Herrera decide proseguir a pie en dirección a Agüimes, mientras los barcos son vigilados desde la Montaña de Las Tabaibas, la mejor atalaya de vigilancia de este territorio. En la zona de costa entre Las Salinas y Pozo del Lentisco, junto a Amajo, es donde se situa la primera bahía de Las Calmas de Maspalomas, y donde probablemente fondeara Herrera, al encontrarse con los vientos contrarios. Desde este punto el mejor camino para dirigirse a Agüimes lo encontramos entre el Llano y las montañas, para poder salvar el impenetrable bosque tabaibal, que es una auténtica selva según las descripciones, y si seguimos en linea recta en dirección a Agüimes, nos encontramos con Aldea Blanca, Sardina y junto a esta población y siguiendo el camino natural hasta Agüimes, la Degollada de Majadaciega, el primer gran desnivel y el lugar más apto para la emboscada, y probablemente donde se desarrollaría la Batalla de Sardina.
Por otro lado en referencia a esta Maspalomas de Herrera, en los pasados siglos el topónimo nombraba no solo a la zona del Oasis y Faro como ahora, sino a un amplio territorio que durante los siglos XVI, XVII y principios del XVIII, llegaba desde los actuales Castillo del Romeral hasta Mogán, prácticamente el mismo que Las Calmas de Maspalomas.
Observamos también que la comarca de Maspalomas tenía muchos «terminos» que se incluían en ella. Maspalomas se comenzó a identificar exclusivamente en el área donde hoy se la conoce posiblemente a partir del cambio de nombre de la finca los «Llanos del Ajulagal» a «Cortijo de Maspalomas», a principios del XVIII.
𝐋𝐚 𝐏𝐢𝐧𝐭𝐚 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐒𝐮𝐫 𝐝𝐞 𝐆𝐫𝐚𝐧 𝐂𝐚𝐧𝐚𝐫𝐢𝐚
Gran Canaria es isla colombina, pero el lugar o lugares de la isla donde estuvo Colón en 1492 antes de proseguir su viaje de descubrimiento, no quedaron muy claros y son fuente de una gran discusión académica, hasta tal punto que supuso la enemistad de dos de nuestros más insignes historiadores: Rumeu de Armas y A. Cioranescu y causa de una moción en 1982 del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife negando el paso de Colón en el viaje del descubrimiento por la ciudad de Las Palmas.
Sabemos que en este viaje, Colón tuvo que pasar necesariamente por el Sur de Gran Canaria, como mínimo una vez pero podrían ser hasta dos y tres veces, pues La Pinta capitaneada por Martín Alonso Pinzón, había quedado en la isla durante 14 o 15 días para reparar su timón y su casco que hacia agua, por averías producidas por el temporal de viento alisio, en su travesía desde la Península. En ese intervalo Colón se dirigió a La Gomera, para luego volver. Nada se sabe del punto de la isla donde se efectuaron las reparaciones, solo lo que escribe el padre Las Casas más de 50 años después de los hechos: que las reparaciones se efectuaron en Gando, de lo cual dudan muchos investigadores.
El motivo principal por el que se establece la ruta de las tres carabelas por el sur de Gran Canaria es porque el hijo del almirante, Hernando Colón (1539), en su obra sobre el viaje nos describe: «por el viento contrario y por la calma no les fue posible, ni aquel día, ni los dos siguientes, tomar tierra en la Gran Canaria». Esto solo es posible desde el sur de la isla (ver mapas adjuntos).
La navegación viniendo desde el sur (las calmas) hacia la ciudad de Las Palmas, es muy complicada entre junio y septiembre con vientos constantes mantenidos de una media de entre 25 y 30 nudos en la Punta de Tenefé (cercana a Pozo Izquierdo), llegando en muchas ocasiones las rachas a 40 nudos, con la categoría de temporal, siendo muy complicada y peligrosa la navegación en ceñida para las naves de la época a partir de 28 nudos (Morrison, 1943), viéndose obligadas a detenerse esperando mejores condiciones. El de ceñida es el rumbo más cercano a desde donde viene el viento, en nuestro caso los alisios de NE, la dirección a seguir para remontar la isla.
El planteamiento de que La Pinta estuviera en el sur de Gran Canaria, no es novedoso, pues ya fue apuntado por prestigiosos historiadores como Cioranescu (1959) e intuido por Morales Padrón (2006). También autores especialistas en investigación naval habían apuntado la hipótesis. Tal es el caso del capitán de navío de la Armada Luis Ayesta (1986), del vicealmirante Cristóbal Colón de Carvajal (1995), además descendiente directo de Cristóbal Colón y por último, del teniente de navío, Carlos Etayo Elizondo (1995), cuya faceta más conocida era la de hacer navegaciones en réplicas de naos y carabelas, realizando por dos veces, con una copia de La Niña, el periplo del viaje del descubrimiento.
Hemos realizado una amplia investigación sobre este tema, y tenemos un trabajo pendiente de publicación en el que venimos a deducir que el lugar que cuenta con mayores posibilidades de ser el punto donde fue reparada La Pinta debió ser en una playa cercana al poblado de Amajo, (donde ahora están las Salinas de Abajo), concretamente en la desembocadura del Barranco de Berriel.
Este lugar se encuentra en la derrota más probable que siguieron las carabelas del descubrimiento, según el capitán Etayo Elizondo, que fija su periplo pasando por el este de Lanzarote y Fuerteventura para proseguir en dirección al Sur de Gran Canaria con La Pinta seriamente averiada y con unas condiciones difíciles para la navegación por los fuertes vientos alisios del verano.
Pensamos que Colón se dirige a un lugar perfectamente conocido por él, pues allí se encuentra la primera bahía de las Calmas de Maspalomas (a donde después volverá en su 4º viaje, en 1502, y a donde llega también Juan de La Cosa en 1504), al refugio de los fuertes vientos del verano y donde tenemos el punto de la costa de Gran Canaria, de su travesía, más conveniente para sus intenciones, al contar con mano de obra, madera, sebo, brea, agua, leña y salazones de carne, lo necesario para las reparaciones y el aprovisionamiento.
A medida que se acercaban al sur, se podía ver el pinar de Amurga, existente aún en aquellos tiempos y la zona de la costa más cercana al bosque: Las Salinas y Pozo del Lentisco (topónimos que se asignarían posteriormente, cercanos a Amajo), por donde se podría obtener fácilmente la madera, el sebo y la brea necesaria para la reparación. El pinar de Amurga, en la actualidad desaparecido, podía llegar hasta cotas muy bajas, cercanas a la costa, como ocurre hoy día al sur de El Hierro. Así nos lo reflejaba la toponimia: Los Arrastraderos (cercano a Las Salinas), por donde las bestias bajaban los troncos hasta el Camino de la Madera, muy importante en el XVI, que pasa por esta zona llegando hasta Telde, además de reflejarse en protocolos notariales del XVI, fletes de madera y de leña que se embarcaban en Maspalomas, Pozo del Lentisco y Las Burras (LOBO CABRERA, 1980).
También fuente de aprovisionamiento de brea y de sebo, obtenido este de la grasa de cabras y ovejas, para los trabajos de calafateo del barco, pues el poblado de Amajo, debió ser un importante centro pastoril, por la cabaña ganadera de Amurga, y porque en Pozo del Lentisco culminaron las apañadas de este territorio durante siglos. Y también podían obtener en este lugar sal necesaria para múltiples funciones (fundamental para el sebo y salazones de carne), en las salinas naturales de la zona. Por último creemos que la playa más conveniente para realizar la varada de La Pinta (en una maniobra conocida en la época como “puesta a monte”) y donde realizar las reparaciones en seco, sería la de la desembocadura del Barranco de Berriel, cercana a Pozo del Lentisco, y lugar de aguada de navíos posteriormente (por ello el topónimo). Esta playa está protegida y es tranquila, a marea baja es larga y de fondo duro, pero llano. Si fuera de arena se produciría el hundimiento del barco en la misma, a medida que baja la marea.
El agua de Pozo del Lentisco o de sus cercanías probablemente fuese la que bebían los tripulantes de La Pinta en el momento del descubrimiento del nuevo mundo.
Según nos cuenta Joaquín Blanco (1957) la mayoría de las primeras expediciones a América pasan por las islas, fundamentalmente Gran Canaria y La Gomera, y muchas de ellas debieron de hacerlo también por aquí. Así el propio Colón lo hace en 1492, 1493, 1498 (la única en que no pasa por Gran Canaria) y 1502 (por Maspalomas), en 1498 Americo Vespucio y Juan de La Cosa, maestre de la Santa María en el viaje del descubrimiento, en una expedición al mando de Alonso de Ojeda; en 1502, dos expediciones: Nicolás de Ovando y nuevamente Alonso de Ojeda; en 1504 Alonso Quintero, con quién iba Hernán Cortés y nuevamente en 1504 Juan de La Cosa, otra vez por Maspalomas (participó en 7 de los primeros viajes a América, muy probablemente pasando en todos por aquí). Y a a partir de entonces y durante siglos las islas pasaron a ser las última tierras que veían los exploradores y colonizadores del Nuevo Mundo.
La partida de las naves de Colón se ha comparado con el despegue del Apolo XI, que llegó a la luna, siendo el inicio de un histórico viaje cuyas repercusiones cambiarían para siempre la historia de la humanidad. Es por ello, que los lugares donde estuvieron las naves tienen una gran importancia histórica, siendo el lugar donde se reparó La Pinta, uno de los que ocupó mayor tiempo del viaje, el más desconocido y el que nosotros creemos haber localizado.
Es característica de los canarios el no poner en valor sus sitios históricos y más bien ponerlos en el olvido, cuando no, aún más grave, destruirlos. En una isla y en un municipio, en los que vivimos del turismo, tienen escasa repercusión y promoción exterior estos aspectos y ya quisieran algunos municipios turísticos en el mundo tener la mitad de valores históricos que tiene SBT. Las ciudades o lugares colombinos, tienen una gran repercusión mediática y académica y con este artículo esperamos despertar sensibilidades e impulsar intervenciones arqueológicas, para poner en valor y dar a conocer la historia de Amajo, Mña. de Las Tabaibas y Pozo del Lentisco. Si no nos damos prisa, es muy probable que los restos de Las Tabaibas desaparezcan muy pronto destruidos por la construcción de antenas de telecomunicación y los de Pozo del Lentisco, arrasados por una urbanización ya proyectada en el lugar.
FOTO 1. Réplicas naves de Colón partiendo de LPGC en 1992, conmemoración actos V Centenario. RSEAP.
FOTO 2. Bahía de Tarajalillo (Pozo del Lentisco), con desembocadura Bco. Berriel en primer término, posible punto de varada. www.infocanarias.es
FOTOS 3, 4, 5. Restos del poblado canario de Amajo.
FOTO 5. Alisios entre Fuerteventura y Gran Canaria, a color más cálido más intensidad de viento. Los barcos tenían vientos del través (de lado), que arrastarían a La Pinta averiada hacia el sur.
FOTO 6. Foto satélite con régimen de alisios, con las calmas en color más claro.
𝐄𝐍𝐋𝐀𝐂𝐄 𝐀 𝐀𝐑𝐓𝐈́𝐂𝐔𝐋𝐎𝐒 𝐑𝐄𝐋𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍𝐀𝐃𝐎𝐒:
2021 Amurga, el santuario perdido de Tirajana. (Se puede leer en el enlace sin tener clave, haciendo scrolling).
https://www.academia.edu/49473966/Amurga_el_santuario_perdido_de_Tirajana
2022 La Batalla de Sardina de 1471
https://historiacastilloromeral.blogspot.com/2022/05/la-batalla-de-sardina-de-1471.html
2023 La Batalla de Tirajana el día de San Bartolomé, 24 de agosto de 1479
https://historiacastilloromeral.blogspot.com/2023/08/la-batalla-de-tirajana-el-dia-de-san.html
2025 La costa de Las Salinas (Castillo del Romeral), posiblemente el litoral histórico mas importante de Canarias
http://historiacastilloromeral.blogspot.com/2025/08/la-costa-de-las-salinas-castillo-del.html
𝗦𝗶́𝗴𝘂𝗲𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗯𝗹𝗼𝗴: http://historiacastilloromeral.blogspot.com/
𝗦𝗶́𝗴𝘂𝗲𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗙𝗮𝗰𝗲𝗯𝗼𝗼𝗸: / HistoriadeCastillodelRomeral
𝗦𝗶́𝗴𝘂𝗲𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗜𝗻𝘀𝘁𝗮𝗴𝗿𝗮𝗺: / historiacastilloromeral