08/11/2025
AL MENOS 40 MODIFICACIONES PRESUPUESTARIAS EN LO QUE VA DE LEGISLATURA. ¿GESTIÓN O PARÁLISIS EN EL AYUNTAMIENTO DE CONIL?
Cuando hemos más que superado el ecuador de la legislatura, la realidad municipal en Conil se torna preocupante e insostenible. Tras más de dos años, el Gobierno de Inmaculada Sánchez no solo ha incumplido con su principal obligación financiera, sino que ha instaurado una política de gestión basada en la improvisación perpetua, y es que el Ayuntamiento de Conil sigue sin un Presupuesto Municipal aprobado.
Es un hecho preocupante, desde que comenzó la legislatura, el Gobierno del Tripartito no ha presentado un solo proyecto de presupuestos. En su lugar, el Pleno se ha convertido en una pasarela constante para la aprobación de innumerables y recurrentes modificaciones presupuestarias. (Según se dijo en el pasado Pleno, al menos cuarenta modificaciones en lo que va de legislatura).
En el centro de este despropósito se encuentra la Concejala de Hacienda, Susana Bermúdez, cuya gestión está siendo duramente cuestionada, el PSOE ha acusado hace tan solo unos días en nota de prensa, a la concejala de Hacienda, de no sacar adelante el presupuesto tras "dos años de promesas".
Ante la clamorosa ausencia de un Presupuesto formal, (teniendo el tripartito votos suficientes para aprobarlo, si éste se presentara), la defensa de Susana Bermúdez, es tan simple como incomprensible, no hace más que poner de manifiesto la parálisis en la que se encuentra sumido el consistorio. "Yo tengo los presupuestos elaborados, solo falta nivelar ingresos y gastos". Esta declaración es, cuando menos, insultante para la inteligencia de los conileños y conileñas y una clara muestra de la incapacidad técnica y política de la responsable de las cuentas municipales. ¿Acaso la concejala ignora que elaborar un presupuesto es, precisamente, nivelar los ingresos y los gastos? Un presupuesto "elaborado" al que le falta este equilibrio es, simplemente, un borrador inútil y una evidencia de que el trabajo fundamental de planificación económica está sin hacer. No es una excusa; es la confesión de que la concejalía de Hacienda no ha cumplido con su deber básico.
La pregunta es inevitable y debe formularse con toda la crudeza: ¿Acaso piensa este Gobierno que un Ayuntamiento puede sobrevivir económicamente a base de modificaciones presupuestarias?
Esta táctica, lejos de ser un ejercicio de flexibilidad, es una clara muestra de falta de planificación, nula visión de futuro y una absoluta irresponsabilidad con el dinero público. Se está utilizando una herramienta excepcional, destinada a imprevistos, como norma de gestión.
No es de recibo que, con el panorama desolador que se está viviendo en Conil, los gobernantes aparezcan constantemente en redes sociales, reduciendo su labor a la mera propaganda y el postureo en eventos organizados casi siempre por terceros. Venden la imagen de un Gobierno activo y resolutivo que, a todas luces, no funciona.
Nada tiene que ver el Conil idílico del que nos hablan en sus perfiles con el Conil real: Conil sin presupuestos, con sus finanzas en el limbo. Conil donde la obra pública está paralizada, impidiendo inversiones necesarias. Conil donde servicios básicos como la limpieza no funcionan a niveles aceptables. Y un Ayuntamiento que, para colmo de males, acumula retrasos y no paga lo que debe a sus propios trabajadores, ni a proveedores, ni a la empresa municipal ROSAM, estrangulando así la economía local.
El Gobierno de Inmaculada Sánchez, Antonio Aragón y Sergio Cáceres, debe dejar de lado las redes sociales y el conformismo de la modificación presupuestaria y enfrentarse de una vez por todas a sus obligaciones. Conil necesita gestión real, estabilidad financiera y un presupuesto que dé seguridad y futuro al municipio. La improvisación crónica y el autobombo del Gobierno Municipal, deben de dejar paso a la gestión y a la responsabilidad, de manera que se pueda lograr que Conil avance.