28/07/2025
Posted • Esta dama aquí presente es Gypsy Rose Lee (Estados Unidos, 1911-1970), autora de un libro que empieza así: “Encontrar cadáveres desperdigados por todo un teatro de burlesque no es algo que se olvide fácilmente. No enseguida, por lo menos”. Su título original podría traducirse como ‘Los crímenes del tanga’ –ideal para aquellas portadas sensacionalistas de las novelas de bolsillo de los años cuarenta americanos–, y ahora lo edita en español Hoja de Lata como ‘Los crímenes del burlesque’, traducido por Raquel García Rojas.
Si tuviéramos que hacer retos de estos de redes sociales, diríamos: cómpralo hoy, te lo lees este fin de semana de verano, la mitad del sábado y la otra mitad el domingo, y ya. Un reto en el que es imposible perder. La novela parece una de esas intrigas de habitación cerrada que tanto gustan a los herederos de Agatha Christie, ultravitaminada con todo un mundo de bailarinas, mafiosos, vedettes, prima donnas, empresarios fumadores de puros con los pies sobre el escritorio, la bulliciosa y crujiente trastienda de lo que el dueño del teatro Old Opera calificaba como “las Follies de los pobres”: el burlesque, la acera estrecha de los prestigiosos espectáculos de Broadway.
Rose Louise Hovick es ella misma la protagonista –“ese Louise es muy fino para una vedette. En el burlesque debe haber refinamiento, pero no demasiado”–. Construye una trama de intriga que quizá a los fieles seguidores del género no les vaya a parecer absolutamente sorprendente: desde los años cuarenta ha mu**to mucha gente en las páginas de los libros, cada vez de manera más enrevesada. Pero te lo vas a pasar bien: tiene una combinación entre el misterio y la escritura llena de oído para los diálogos, el complejo mundo de relaciones que se entreteje en camerinos de mala muerte y un humor punzante.
Rose Lee –como aquellas cupleteras sicalípticas españolas de principiso de siglo XX que nos regaló Gloria G. Durán– brilló en los escenarios tanto por su belleza física como por un sentido de la comedia retador y contundente, en plena época de ligas de la decencia. Una estrella total. Aplausos para ella.
Bonus: canción ¡G-String Murders¡, de los M