
06/06/2023
A veces no hay un mensaje de despedida, ni un "cuídate" imperecedero.
A veces la gente se va porqué no sabe quedarse o porque simplemente no quiere estar.
A veces no nos extrañan y ni nos piensan y está bien, no es obligatorio.
La gente hace su vida, se construye un nuevo presente, comen, duermen y se bañan sin pensarnos.
Saben soltar a tiempo, volar en el momento justo, no lloran, no adelgazan, no ruegan.
No sé aferran a la idea de ser inolvidables, irremplazables, insuperables.
Yo siempre tuve miedo a ser olvidada, a ser remplazada, a ser sustituida.
Tal vez eso me haría menos valiosa, menos importante, menos querida.
Luego pensé en la terrible carga que eso supone, porque me ha tocado conocer a personas que no se dan la oportunidad de amar y ser amados por aferrarse a la idea de alguien que ya no está.
Ojalá que me olviden pronto, que hagan su vida sin depender de mí.
Qué la felicidad sea compartida.
Qué mi recuerdo no sea un lastre.
Ya no quiero el suspirar incesante del que quiso pero no hizo.
Del que amó pero eligió a alguien más.
Te regalo la libertad, tú regálame el olvido.