22/08/2025
Hace ya casi siete décadas que el Cipriani concita lo mejor de cada casa, que se dice, entre aristócratas europeos, patricios estadounidenses, nuevos ricos de fortuna global, intelectuales y artistas de fama planetaria. Más allá del atractivo del destino, la atmósfera glamurosa, las instalaciones de lujo y el servicio exquisito, la razón más poderosa para tan elitista concentración resulta obvia en cuanto se pone un pie en el embarcadero meridional, el muy exclusivo acceso del establecimiento: la impagable privacidad. Acaba de estrenar una reforma en varias etapas con el provocador sello del arquitecto de interiores Peter Marino, que aúna tradición y artesanía local, el talante estético de sus inicios y el arte contemporáneo en un ejercicio de eclecticismo sobre la laguna veneciana
Emblema de la ‘dolce vita’ desde los años cincuenta, el Cipriani renueva su forma sin alterar el fondo. Una reforma en varias etapas con el provocador sello del arquitecto de interiores Peter Marino, que aúna tradición y artesanía local, el talante estético de sus inicios y el arte contempo...