19/05/2025
La capital japonesa está en marcha con uno sus proyectos urbanos más ambiciosos: transformar la antigua autopista elevada que rodea el lujoso distrito comercial de Ginza en un corredor verde para peatones. El plan, bautizado como Tokyo Sky Corridor, busca redefinir el paisaje urbano del centro de Tokio y posicionarse como una nueva atracción turística de escala mundial.
El proyecto reemplazará la autopista conocida como KK Line, una vía de aproximadamente dos kilómetros de longitud, construida en 1966 sobre los techos de edificios en pleno corazón de la ciudad. Tras cerrar al tráfico en abril como parte de la reestructuración del sistema de autopistas metropolitanas (Shuto Expressway), comenzará su reconversión en una paseo elevado con jardines, árboles, flores, bancos y baños públicos.
Inspirado en la High Line de Nueva York, el Tokyo Sky Corridor contempla también áreas para eventos, zonas de descanso, food trucks y cafés al aire libre, especialmente en los tramos más amplios, que superan los 30 metros de ancho.
No obstante, el proyecto enfrenta desafíos técnicos importantes, como la resistencia estructural para soportar el peso del suelo y la vegetación, así como la gestión del calor extremo en verano, un problema creciente en Tokio.
El presupuesto inicial se estima en 14 mil millones de yenes (aproximadamente 97 millones de dólares), aunque las autoridades no descartan aumentos por el alza de precios de los materiales de construcción.
"Esta línea conecta zonas únicas como Ginza, Yurakucho y Shimbashi", declaró un funcionario del gobierno metropolitano de Tokio. "Queremos que esta obra se convierta en un ícono urbano que atraiga la atención del mundo entero".
La KK Line, a diferencia de otras autopistas de Tokio, nunca cobró peaje, ya que su mantenimiento se financiaba con el alquiler de los locales comerciales ubicados bajo su estructura. Con esta transformación, el espacio pasará de ser una vía rápida gris a un pulmón verde suspendido sobre uno de los barrios más icónicos de Asia.