Camino a Jesucristo

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*Hoy en bocadillos para el Alma**¿Dónde está tu tesoro?*📖 Camino a Jesucristo – Luz en las RedesLa pregunta que muchos l...
02/07/2025

*Hoy en bocadillos para el Alma*

*¿Dónde está tu tesoro?*

📖 Camino a Jesucristo – Luz en las Redes

La pregunta que muchos lanzan al aire, con tono inquisitivo o con ansias de justificarse, suele ser esta: “¿Esto es pecado?”. Pero detrás de esa pregunta no siempre hay un deseo sincero de obedecer a Dios, sino muchas veces una necesidad de trazar el límite: ¿qué tanto puedo hacer sin salirme del camino? ¿Dónde termina la gracia y empieza la transgresión?

Pero si de verdad queremos vivir una vida cristocéntrica, hermanos, debemos cambiar el enfoque. No se trata de preguntar si una acción específica es pecado según una lista, sino de mirar al centro de nuestra fe: Cristo. ¿Me acerca esto a Él? ¿Refleja Su carácter en mí? ¿Estoy buscando glorificarle o solo quiero mantener mi autonomía?

Pablo fue claro al decir: “El pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque no están ya bajo la ley sino bajo la gracia” (Romanos 6:14). La gracia no es una excusa para vivir a nuestro antojo, sino el poder transformador de Dios que nos libera del pecado, para que vivamos en obediencia por amor.

¿Y qué hacemos con la ley entonces? Algunos la descartan, otros la convierten en un yugo imposible. Pero Pablo también nos recuerda: “La ley, a la verdad, es santa; y el mandamiento es santo, justo y bueno” (Romanos 7:12). La ley no nos salva, pero nos muestra el carácter de Dios. Y cuando vivimos en Cristo, no lo hacemos para huir de la ley, sino para cumplirla como hijos libres, no como esclavos obligados.

Por eso, Gálatas 5:1 nos lanza una poderosa declaración: “Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud”. El Evangelio no se trata de vivir bajo el temor de fallar, sino de vivir impulsados por el amor, sabiendo que hemos sido hechos nuevas criaturas en Cristo.

Ahora bien, cuando ponemos el foco únicamente en si una acción es pecado o no, corremos el riesgo de perder la perspectiva. Jesús mismo lo dejó claro: “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón” (Mateo 6:21). Esa es la verdadera pregunta que debemos hacernos: ¿Dónde está mi tesoro? ¿Qué ocupa mi mente? ¿Qué domina mis decisiones? ¿Qué gobierna mis prioridades?

No es tanto si haces o no haces algo. Es quién reina en tu interior. Porque cuando Cristo ocupa el trono de tu corazón, todo lo demás se ordena. Ya no se trata de “¿puedo hacer esto o aquello?”, sino de “¿esto refleja al Salvador que vive en mí?”

Hermano, hermana, deja de vivir preguntándote si estás cruzando la línea. Vive preguntándote si estás siguiendo a Cristo. La pregunta correcta no es “¿esto es pecado?”, sino: “¿Esto honra al que dio Su vida por mí?”.

*Feliz día junto al Señor y recuerda que tú vales mucho para Dios.*

*✍🏻 Manu*

01/07/2025

¿Cansado de normas vacías? La verdadera libertad no está en una religión, sino en una relación viva con Jesús.📖 “Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.” – Juan 8:36 Jesús no vino a fundar una religión, sino a darte vida y libertad.Dale al play y descubre la verdad que transforma.

*Hoy en bocadillos para el Alma**No es invención humana*📖 Camino a Jesucristo – Luz en las RedesHay una diferencia abism...
30/06/2025

*Hoy en bocadillos para el Alma*

*No es invención humana*

📖 Camino a Jesucristo – Luz en las Redes

Hay una diferencia abismal entre hablar de Cristo por conocimiento intelectual y hablar de Cristo por haberlo encontrado cara a cara en medio del quebranto. Esa diferencia es la que marca la profundidad, la pasión y la urgencia del mensaje. Pablo lo sabía muy bien. Y yo también. Porque este evangelio que predicamos no nace de un seminario ni de un manual. Nace de una revelación.

“Quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que yo predico no es invención humana. No lo recibí ni lo aprendí de ningún ser humano, sino que me llegó por revelación de Jesucristo” (Gálatas 1:11–12).

Pablo no estaba presumiendo de tener una fe exclusiva, sino que estaba dejando claro que su autoridad no dependía de ningún sistema religioso humano, sino del Dios vivo que lo tumbó del caballo camino a Damasco. Y eso cambia todo. Porque cuando Cristo mismo te detiene, te habla, te quiebra y te reconstruye, ya no puedes callar lo que has visto y oído. No predicas para agradar. No predicas para convencer. Predicas porque has sido marcado por una verdad que te arde en los huesos.

Esta también es mi historia. No aprendí el evangelio en una clase, sino en medio del dolor. No me lo enseñó ningún hombre, sino el Cristo que me encontró postrado en el sofá de mi casa, quebrado por el sufrimiento, pero abierto a la Palabra. Fue Él quien me reveló que su verdad seguía viva, que su mensaje no había cambiado y que aún hoy llama a hombres y mujeres a levantarse y a proclamar con valentía el mensaje eterno.

Y es desde esa revelación que nace Camino a Jesucristo. No como una ocurrencia personal ni como un proyecto de redes sociales, sino como una llama que no se puede apagar. Como una predicación que, como la de Pablo, no puede atribuirse a invención humana, porque lleva el sello del cielo.

Por eso, cuando compartimos este mensaje, no lo hacemos desde la autoridad de nuestras palabras, sino desde el peso de una experiencia con el Cristo resucitado. Él mismo sigue revelando su verdad a aquellos que están dispuestos a escucharla. Y cuando lo hace, la vida no vuelve a ser igual.

*Feliz día junto al Señor y recuerda que tú vales mucho para Dios.*

*✍🏻 Manu*

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29/06/2025

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29/06/2025

📖 Camino a Jesucristo – Luz en las RedesSi el Evangelio es amor, ¿por qué tantos cristianos viven sin reflejarlo? En este video analizamos esta contradicción desde la Biblia y te mostramos lo que realmente significa vivir como Cristo.

*Hoy en bocadillos para el Alma**HOY ES EL DÍA DEL SEÑOR*📖 Camino a Jesucristo – Luz en las RedesCada sábado, Dios nos r...
28/06/2025

*Hoy en bocadillos para el Alma*

*HOY ES EL DÍA DEL SEÑOR*

📖 Camino a Jesucristo – Luz en las Redes

Cada sábado, Dios nos regala un espacio sagrado en el tiempo. No es solo un descanso físico, es una cita divina. Un encuentro entre el Creador y su criatura. Y es en ese contexto que resuena con fuerza el mensaje de 2 Corintios 6:2: “Porque él dice: ‘En el momento propicio te escuché, y en el día de salvación te ayudé.’ Les digo que éste es el momento propicio de Dios; ¡hoy es el día de salvación!”

¿Te das cuenta del peso de esas palabras? No está hablando de un futuro lejano ni de una esperanza difusa. Dice hoy. No mañana. No cuando te sientas mejor. No cuando tengas todo en orden. Hoy. Este mismo día en el que el mundo se detiene para que tú puedas mirar al cielo sin distracciones. Este día que Dios apartó desde la creación como santo (Génesis 2:2-3), como un símbolo perpetuo entre Él y su pueblo (Éxodo 31:13), se transforma también en un día de salvación.

¿Por qué? Porque en el sábado, cuando dejamos de hacer nuestras obras, podemos ver claramente la obra de Dios. En medio del bullicio de la semana, muchas veces no escuchamos su voz. Pero en el silencio sabático, su Espíritu susurra con más fuerza: “Hijo mío, hija mía, hoy es el momento de volver a mí.”

Es el mismo clamor que resonó en los días de Noé: “Entrad al arca, porque hoy viene la lluvia.” Es el mismo llamado que Jesús hizo cuando pasaba junto a los discípulos: “Sígueme, hoy.” No esperes a mañana, porque la oportunidad de redención siempre está envuelta en el presente.

Y este presente tiene nombre: sábado. Un día en el que el cielo se abre de forma especial para derramar bendiciones espirituales (Isaías 58:13-14). Es el día en que Jesús, incluso en la tumba, descansó tras completar su obra de redención. Y es el día en el que tú y yo podemos encontrar verdadero reposo del alma (Mateo 11:28-29), porque nos recuerda que no somos salvos por obras, sino por gracia.

El sábado es más que una doctrina: es una proclamación profética. Cada vez que guardamos el sábado, estamos diciendo al mundo: Dios aún tiene un plan, aún hay tiempo, aún hay esperanza. Hoy es el día de salvación.

Así que si hoy estás leyendo esto y sientes que te has alejado, que no eres digno, que no sabes por dónde volver… escucha lo que el Espíritu te dice: “Te escuché en el momento propicio, te ayudé en el día de salvación.”

Y ese día… es hoy.

*Feliz Sábado junto al Señor y recuerda que tú vales mucho para Dios.*

*✍️ Manu*

*Hoy en bocadillos para el Alma**La paciencia del que espera al Rey*📖 Camino a Jesucristo – Luz en las RedesVivimos en u...
27/06/2025

*Hoy en bocadillos para el Alma*

*La paciencia del que espera al Rey*

📖 Camino a Jesucristo – Luz en las Redes

Vivimos en un mundo acelerado, donde todo se mide en segundos y la impaciencia se ha convertido en una norma. Queremos respuestas inmediatas, soluciones rápidas y promesas cumplidas al instante. Sin embargo, Santiago 5:8 irrumpe en nuestro ritmo frenético con un mensaje claro: “Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.”

Este versículo no es una simple exhortación a la calma, sino una invitación profunda a una espera activa, consciente y firme. Santiago no habla de una paciencia pasiva, de brazos cruzados, sino de una actitud valiente y perseverante en medio de la prueba. Y lo más importante: nos recuerda el motivo de esa paciencia. No esperamos a cualquiera. Esperamos al Señor del universo, al Rey que prometió volver por nosotros.

En el contexto de esta carta, los creyentes sufrían injusticias, opresión y marginación. Muchos se preguntaban cuánto más debían soportar. Santiago responde con una verdad que sigue siendo actual: el sufrimiento tiene fecha de caducidad, porque la venida del Señor está cerca.

“Afirmad vuestros corazones”, dice. En otras palabras, no dejes que las circunstancias tambaleen tu fe. El verbo usado en griego para “afirmar” es stērixate, que implica fortalecer, establecer con firmeza. Es el mismo verbo que se usa para hablar de cómo Jesús “afirmó su rostro” para ir a Jerusalén, sabiendo lo que le esperaba (Lucas 9:51). Así debemos estar nosotros: decididos, enfocados, sin mirar atrás, con el corazón arraigado en la promesa de que nuestro Redentor viene pronto.

Como adventistas, creemos firmemente en el pronto regreso de Cristo. Esta esperanza no es solo un punto doctrinal; es el eje de nuestra vida cristiana. Cada día que pasa, nos acerca un poco más al momento glorioso en que le veremos cara a cara. No es un sueño vago ni una ilusión lejana. Es una certeza basada en la fidelidad de Dios. Jesús mismo dijo: “Vendré otra vez y os llevaré conmigo para que donde yo esté, ustedes también estén” (Juan 14:3).

Hoy, más que nunca, necesitamos cultivar esa paciencia profética. No una paciencia que se resigna, sino una que se levanta cada mañana con esperanza. Una paciencia que trabaja, que sirve, que ama, que anuncia, que ora, que estudia la Palabra, que se prepara para encontrarse con su Señor.

Afirma tu corazón. No dejes que las noticias, las pruebas, o los retrasos aparentes te roben la certeza. El reloj profético no se ha detenido. La venida del Señor se acerca… más de lo que pensamos. ¿Lo crees?

*Feliz día junto al Señor y recuerda que tú vales mucho para Dios.*

*✍️ Manu*

26/06/2025

🟡 Inquietudes y Consultas¿Cómo saber si Dios existe? 🤔¿Y si la fe no fuera ciega, sino una respuesta a evidencias reales?En esta nueva entrega respondemos desde la Biblia, sin rodeos.📖 Nuevo vídeo en Camino a JesucristoRespuestas claras para corazones sinceros.

*Hoy en bocadillos para el Alma**El consuelo que supera el dolor*📖 Camino a Jesucristo – Luz en las RedesHay momentos en...
25/06/2025

*Hoy en bocadillos para el Alma*

*El consuelo que supera el dolor*

📖 Camino a Jesucristo – Luz en las Redes

Hay momentos en la vida en los que el sufrimiento parece una ola imparable. Llega sin previo aviso, golpea con fuerza y deja al alma en silencio. Pero en medio de ese silencio, la Palabra de Dios se levanta como un susurro lleno de poder. Dice el apóstol Pablo en 2 Corintios 1:5:
“Pues así como participamos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así también por medio de él tenemos abundante consuelo.”

Este versículo no es solo una promesa, es una declaración de identidad. Los que seguimos a Cristo no estamos ajenos al dolor. No somos espectadores, somos participantes. Pablo no edulcora la realidad: hay sufrimiento, y no poco. Pero este sufrimiento no es inútil. No es castigo ni coincidencia. Es una escuela, un altar y un campo de batalla.

La clave del versículo está en la palabra abundantemente. No hay medida pequeña en la experiencia cristiana. Donde hay mucho dolor, hay más consuelo. Donde la herida es profunda, la presencia de Cristo es aún más real. Porque por medio de Él —no por nuestras fuerzas ni por fórmulas humanas— llega un consuelo que no solo calma, sino que transforma.

Pablo sabía de lo que hablaba. No escribía desde la teoría, sino desde la cárcel, el naufragio, la persecución, la enfermedad y la traición. Y aun así, decía que el consuelo de Cristo era abundante. ¿Cómo? Porque ese consuelo no depende de que las circunstancias cambien, sino de que Cristo está presente en medio de ellas.

A veces oramos para que el dolor se vaya, cuando en realidad Cristo quiere que lo atravesemos con Él, porque en ese camino descubrimos algo que solo el quebranto puede revelar: que Jesús no es solo Salvador, sino también nuestro Consolador, nuestro Hermano en el sufrimiento.

Y este consuelo tiene un propósito más allá de nosotros mismos. Como afirma el mismo capítulo, somos consolados para poder consolar a otros con el mismo consuelo que recibimos (2 Corintios 1:4). Dios nos permite atravesar el valle para que otros puedan cruzarlo con nuestra mano tendida.

En un mundo donde se enseña a evitar el sufrimiento a toda costa, el cristianismo bíblico nos llama a enfrentarlo con propósito, con fe y con la certeza de que en cada paso, Cristo camina a nuestro lado. Su consuelo no es un pañuelo que seca lágrimas, es un poder que da sentido, paz y esperanza en medio de ellas.

*Feliz día junto al Señor y recuerda que tú vales mucho para Dios.*

*✍️ Manu*

24/06/2025

Unidos en Cristo: Más que Religión, una Familia📖 Camino a Jesucristo – Luz en las RedesSeguir a Cristo no es solo tener una religión, ¡es pertenecer a una familia! En este video hablamos de la verdadera iglesia: unida por amor, no por tradición.💬 ¿Tú ya formas parte de esta familia?

*Hoy en bocadillos para el Alma**El amor, la esencia de todo*📖 Camino a Jesucristo – Luz en las RedesVivimos en un tiemp...
23/06/2025

*Hoy en bocadillos para el Alma*

*El amor, la esencia de todo*

📖 Camino a Jesucristo – Luz en las Redes

Vivimos en un tiempo en el que el conocimiento se valora como oro puro. Se premia la inteligencia, se exalta el poder de la fe que logra cosas imposibles, y se admira profundamente a quien tiene habilidades extraordinarias, como el don de profecía o la capacidad de comprender los misterios más profundos de la vida y de Dios. Pero en medio de esa admiración, el apóstol Pablo interrumpe la euforia con una declaración que sacude cualquier pedestal: “Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada.” (1 Corintios 13:2).

Nada. Así de radical. Así de absoluto. Pablo no dice: “soy menos” o “me falta algo”, sino: no soy nada. El lenguaje que usa es un martillazo al ego religioso, al orgullo doctrinal y a la vanidad espiritual. Puedes conocer las 28 creencias fundamentales al pie de la letra, puedes dar estudios bíblicos cada día, incluso tener miles de seguidores en tus redes… pero si todo eso no fluye desde el amor, pierde su valor eterno. Es espuma que se desvanece.

Y no se refiere a un amor superficial, emocional o basado en simpatías personales. Se refiere al amor ágape, el que se entrega, el que se sacrifica, el que refleja el carácter de Cristo. Ese amor que no busca lo suyo, que es paciente, que no guarda rencor. Ese amor que llevó a Jesús a la cruz mientras oraba por quienes lo crucificaban. Ese es el amor que Dios espera que nos mueva. No como un accesorio de la fe, sino como el centro, la fuente y el propósito.

Es fácil caer en la tentación de medir nuestro crecimiento espiritual por lo que sabemos, por cuántas doctrinas defendemos o por cuán firme es nuestra fe frente a la adversidad. Pero Pablo nos muestra una escala de valores diferente: sin amor, todo eso se convierte en humo. Sin amor, no importa cuánto puedas hacer, entender o creer… si no amas, no eres nada.

Por eso, la verdadera señal de una fe madura no es cuán alto puedes llegar en el conocimiento, sino cuán profundo puedes amar. No cuánto sabes de las profecías de Daniel o del Apocalipsis, sino cuánto reflejas al Cordero en tu trato con los demás. Porque el conocimiento sin amor puede inflar, pero el amor siempre edifica.

Hoy, pregúntate: ¿Qué me mueve a hacer lo que hago? ¿Es el amor por Dios y por las almas, o el deseo de tener razón y ser admirado? ¿Estoy reflejando a Cristo en cada gesto, en cada palabra, en cada decisión?

Porque al final, no seremos juzgados por cuántos versículos memorizamos, sino por cuánto amor manifestamos. No por cuánto sabíamos, sino por cuánto fuimos capaces de amar como Cristo nos amó.

Desde esta primavera, después de un debate espiritual que me confrontó profundamente, estoy trabajando en esto. Dios me hizo entender que el amor no es opcional, ni un simple adorno de la fe. Es el núcleo mismo del carácter cristiano. Y desde entonces, le estoy pidiendo cada día que me ayude a vivir lo que predico, con un corazón que ame como Él.

*Feliz día junto al Señor y recuerda que tú vales mucho para Dios.*

*✍️ Manu*

22/06/2025

¿Por qué ir a la iglesia los sábados es como entrenar para la eternidad?Porque cada sábado nos preparamos para vivir con Dios por siempre.No es rutina, es parte del plan eterno.El sábado es la señal entre Dios y su pueblo fiel.Descúbrelo en este video. ¡No te lo pierdas!

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