04/06/2025
☄️Mañana impactará (cual bola de fango espacial de un color indeterminado en un campo de labranza) en librerías , la nueva superproducción lisérgica de la Troma con guion de Terry Gilliam extraída con fórceps de la febril mente de Víctor Negro*💥
Y os queríamos enseñar la presentación del tercer ¿antihéroe?… Lo qué sea.
Kurosawa:
«Si no fuese porque comparten piso desde hace casi un año y ya se ha acostumbrado, Réquiem tendría todo el derecho a sentirse aterrorizado al encontrarse a Kurosawa nada más despertar. Cualquier otra persona preferiría volver a la pesadilla, comprarse una casa, conocer a alguien con quien compartir el proyecto letárgico, quién sabe si tener descendencia (hijos amorfos, de cabeza de mosca y tentáculos en el torso, que te pidan dinero, te contesten mal y peguen portazos cuando puberteen), envejecer en sufrimiento constante y, finalmente, morir entre lágrimas paranoides. Consumido por la he***na, tiene la boca como un orfanato de encías, los párpados como persianas a medio bajar —vuelvo de aquí a cinco minutos—, los pelos con manchas, tatuajes irreconocibles hechos con tinta taleguera repartidos aquí y allá como metástasis caprichosas, uñas mordidas hasta la primera falange y chándal, siempre chándal, dalmateado de agujeros de diferentes etiologías (tabaco, maría, crack, tomillo). Kurosawa es la viva imagen de un hombre (o la morfología aproximada de lo que se entiende por un hombre) institucionalizado: cabizbajo, desubicado, dócil, imprevisible, inestable como un barril de dinamita caducada, un carné de identidad de los que muestran el estado civil y la ocupación. No se puede decir que los doce años de condena lo hayan convertido en esta especie de ser maléfico de bestiario medieval, por que ya apuntaba maneras cuando se ganaba la vida entre los aparcamientos de Chocolate, Spook y Puzzle vendiendo botellas de agua a los bakalas que iban hasta arriba de ácido, speed y anfetas, clientes que lo bautizaron con el nombre de Kurosawa, porque repetía como un mantra, con la dicción y entonación de un reputado actor que acabase de sufrir un grave derrame cerebral, «¿Quieres agua? ¿Quieres agua?».