22/11/2025
María de Padilla. La que fue reina después de mu**ta. Nació en Vallejera, (diócesis de Burgos), hacia el año 1.334. Sus padres eran unos ricos hacendados de castilla, señores de varias casas fuertes en Astudillo y alrededores.
Fue María una noble dama castellana, a la que describían las crónicas de esta manera. “muy fermosa, e de buen entendimiento, e pequeña de cuerpo”. Tuvo su lugar en la historia como “la privada del rey de Castilla”. Tuvo su primer encuentro con Pedro I, en León, en un antiguo palacio, que hoy es el convento de las Concepcionistas, allí se había desplazado el rey para luchar contra su hermanastro Enrique de Trastámara, que se había sublevado contra él. Desde ese primer encuentro se convirtieron en amantes.
A pesar de expresar públicamente su amor hacia María de Padilla, el rey tuvo que casarse con Blanca de Borbón, pues el matrimonio estaba ya concertado. Blanca fue repudiada y encarcelada, el matrimonio no se consumó, pues se corrió la leyenda de que, en su viaje hacia Castilla, había sido amante del archienemigo y hermanastro del rey, Don Enrique de Trastámara.
El cronista Pedro López de Ayala describe a Pedro I, como “grande de cuerpo, é blanco é rubio, é ceceaba un poco en la fabla, era muy temprado é bien acostumbrado en el comer é beber, dormía poco é amó muchas mujeres”.
María siguió siempre a su rey, por donde quiera que fuere, y el rey siempre tenía un momento para verse con su amada, el rey mandó construir un palacio en Astudillo para encontrarse con ella. Lo cual confirman los documentos de la época, incluidas varias cartas del Papa Inocencio VI, en las que recrimina a ambos su conducta, y les amenaza de excomunión, Estas advertencias fueron el motivo principal para que María se retirase a sus posesiones en Astudillo, donde pidió licencia para transformar su casa y palacio del rey, y fundar un monasterio de monjas, naciendo así, el monasterio de Santa Clara en Astudillo. Aquí fijó su pequeña corte y tuvo sus dos primeras hijas Beatriz y Constanza.
El retiro de María de Padilla a Astudillo obligó al rey Pedro I, a acudir con frecuencia al convento, para visitar a su amada, aquí el rey se sentía a gusto y protegido y este lugar se convirtió en refugio, de tantos momentos en que su vida estuvo en peligro.
El matrimonio del rey Pedro I, no duró mucho, y el rey se casó con Juana de Castro, que era su prima, una bella viuda y vanidosa, hermana del poderoso D. Alvar Pérez de Castro.
Sin embargo, el rey continuó su relacion con María de Padilla, de la cual vinieron dos hijos más, otra niña de nombre Isabel y un varón, Alfonso de Castilla, que murió siendo un niño.
De María de Padilla decían que era bondadosa y que influía en Pedro I para que perdonara a los nobles que se habían sublevado contra él.
La pareja eligió Sevilla, para dar riendas sueltas al amor que sentían e hicieron de los Reales Alcázares de Sevilla su residencia oficial. En este palacio existen varias estancias que recuerdan a la pareja, una de ellas son los baños reales de María de Padilla.
Según la leyenda, la noble castellana se paseaba desnuda por el palacio camino de su baño. Otra dice que el monarca pedía a quienes atendía en audiencia que, antes de dirigirle una palabra, bebieran de las aguas donde se bañaba María.
María de Padilla Murió en Sevilla a los 27 años, probablemente víctima de la peste, y es enterrada en Santa Clara de Astudillo. De la tumba de María de Padilla no nos queda nada, sino el cenotafio que construye Alonso Martínez de Carrión, yesero, de origen granadino, y un apostolado tallado en yeso en el coro bajo de las monjas.
Pedro I no cesa de llorar su muerte y un año después, en las Cortes celebradas en Sevilla, declaró ante los nobles que su única y primera esposa fue María de Padilla con la que se había casado en secreto. El arzobispo de Toledo dio por válida esa afirmación y declaró nulos sus dos matrimonios anteriores, por lo que las Cortes la declaran reina después de mu**ta y legitiman su descendencia.
Pedro I, rey de Castilla, muere el 23 de marzo de 1.369 en Montiel, a manos de su hermano bastardo, Enrique de Trastámara, durante la batalla que decidió la guerra civil que se disputaba por el trono de Castilla. Fue enterrado en el convento de Santo Domingo de Madrid, (ya desaparecido). Los restos de su bulto sepulcral se encuentran en el museo Arqueológico Nacional
El relato de la relacion de María de Padilla con Pedro I, “El cruel” según sus enemigos o “El justiciero” según sus partidarios, así como una narración completa del reinado de este rey, se puede encontrar en la novela “El corazón del rey maldito”, de Graziella Sáenz de Heredia.