22/09/2024
🫡500 sábados. De trabajo. De vida. De familia.
Hoy, como casi todos los últimos 500 sábados, he trabajado codo con codo con mi familia y compañeros en nuestro restaurante familiar. Es asombroso cómo este motor no solo impulsa nuestras locuras empresariales, sino que también sostiene nuestra economía familiar, permitiéndonos seguir adelante en la clase media, como tantas otras familias que luchan día a día.
Lo que hemos construido es más que un negocio; es un espacio donde conviven generaciones y culturas. Hoy fue uno de esos días intensos pero gratificantes, donde el restaurante se convirtió en un escenario lleno de actores, cada uno con su propia historia. Observándolos, puedo ver cómo se refleja la evolución social y económica según el lugar y la edad.
Nuestro equipo:
👉Yo, 34 años, nacido en Rumania y criado en Cataluña, dirigiendo la sala y el restaurante con orgullo.
👉Mi padre, 58 años, rumano y fundador del primer negocio familiar hace 20 años, aún repartiendo a domicilio como si el tiempo no pasara.
👉Nuestro chef, 30 años, un catalán apasionado por la cocina.
👉Nuestra ayudante de cocina, 23 años, rumana, siempre entregada.
👉Otra ayudante, 18 años, marroquí, aprendiendo y creciendo cada día.
👉Nuestra camarera, 25 años, catalana, siempre con una sonrisa.
❤️Y, claro, no puedo olvidar a mi mujer, cocinera, compañera de vida y amiga desde la infancia. También a mi madre, la esencia en la cocina, y nuestra pequeña hija, el futuro que alimenta cada uno de nuestros esfuerzos.
Hoy atendimos a:
👉12 polacos de unos 50 años, reflejando el auge económico de Polonia y su capacidad para viajar y gastar (en efectivo, por cierto).
👉26 catalanes de unos 35 años, con poder adquisitivo y ganas de disfrutar de su tierra.
👉4 españoles de paso, de unos 50 años, encantados con nuestra comida.
👉2 ingleses de 70 años, en busca de una tarde tranquila.
👉2 rumanos, mi primo hermano y su hijo, compartiendo esta experiencia familiar.
👉1 escocés de 70 años, al que tuve que invitar a marcharse por molestar a otro cliente (sí, esas cosas pasan).
👉Y un galés apasionado por la historia, con quien compartí más de una hora hablando de cultura y espiritualidad. Fue una de esas conversaciones que te hacen reflexionar.
💡Hoy no ha sido solo un día más. Cada cliente, cada compañero de equipo, cada interacción es una ventana a un mundo diferente. A través de este restaurante, veo cómo la sociedad evoluciona, cómo la economía cambia, y cómo, a pesar de las diferencias, siempre logramos conectar.
Ahora me voy a descansar, porque mañana, como cada domingo, volveré a abrir las puertas de este lugar que alimenta no solo a mi familia, sino también mis sueños. Seguiré observando, aprendiendo y disfrutando de cada momento que hace que todo esto sea posible. ✨