15/11/2025
El 12 de noviembre siempre me pasa lo mismo: el calendario insiste en que no empieza nada… y yo siento que empiezo todo.
Mi año nuevo no suena a uvas ni a petardos; suena a balance, a pellizco en el estómago, a “¿y ahora qué?”, y a ese impulso interno que me recuerda que sigo girando por aquí, un año más, intentando hacerlo un poquito mejor.
Este día me brota la reflexión. Me brota revisar lo que soy, lo que aporto, lo que sostengo y también lo que ya no quiero sostener.
Y ahí es donde conecto con algo que repito mucho en marketing, pero que hoy quiero decir sin estrategias, sin guión y sin filtro:
tu forma de estar en la vida es tu forma de comunicar.
Da igual si eres empresaria, dueña de un negocio, madre, empleada, amiga, o todo eso junto en el mismo café.
No hay versión reproducible de ti. Y eso —precisamente eso— es lo que hace que tu comunicación sea única.
Si algo tengo claro después de tantas vueltas al sol es que no conectamos con marcas, ni con logos, ni con claims perfectos.
Conectamos con personas. Con sus líos, sus luces, sus miedos, sus tropiezos y sus pequeñísimos (o enormes) logros.
Por eso hoy quiero asomarme por aquí sin “modo profesional” activado.
Hoy no habla Be Social Media.
Hoy habla Belén. Y habla de su vida. Y de su gente.
Porque detrás de todo este proyecto, detrás de cada idea, cada lanzamiento, cada acierto y cada patinazo… estoy yo.
Y está también mi familia.
Y está él, el compañero que lleva años llevándome la mochila emocional, logística y existencial sin pedir tickets de devolución.
Hoy no te enseño tendencias ni métricas.
Hoy te enseño algo más difícil de medir: lo que me hace seguir girando.
Y sí, ya sé que compartir mi cumpleaños no es tendencia viral.
Pero oye… si Instagram quiere que baile, que baile otro. Yo hoy soplo velas. Y ya mañana vuelvo a la estrategia 😉