08/10/2025
Hoy, con Fernando Tascón, Wikipedia
Congosto y el Bierzo en general reivindican con unas jornadas la figura del descubridor Álvaro de Mendaña, adelantado de los Mares del Sur, aguas plagadas de inesperados peligros que, de hecho, llevaron a la muerte al susodicho navegante. Es reseñable que se pueda hacer una visita histórica sosegada a tal personaje en estos tiempos en los que la colonización se ha visto enturbiada por el agrio debate sobre si la llegada de los españoles fue repoblamiento e integración o fue conquista a base de abundante derramamiento de sangre indígena. Más allá de la discusión, lo que sí sabemos es que, a la tierna edad de 21 años, dejó atrás su Congosto natal para dar el salto a las Américas, donde fue definido por la parte contratante como ‘un mancebo bien dispuesto’. Descubridor de las islas Salomón, que con ese nombre ya nos podemos imaginar que estaban cargadas de mito, y de las islas Marquesas, falleció de unas fiebres traicioneras durante su segunda expedición, años después, cuando regresaba a aquellas latitudes acompañado de un puñado de personas dispuestas a asentarse en los dispersos islotes en apariencia pacíficos, como el mar que los rodea, pero en realidad acechados por tormentas, tifones y qué sé yo cuántas pestes aniquiladoras. Ahí se acabó su paso por este ingrato mundo que, a la larga, le retribuyó más fama a la que fuera su esposa, aguerrida mujer que continuó las exploraciones y conquistas que su marido no pudo acabar. Hoy, Álvaro de Mendaña no tiene entrada en Wikipedia en castellano, mientras que su esposa, Isabel de Barreto, está debida y justamente reseñada en la enciclopedia mundial. A ver si algún editor wikipedista se pone manos a la obra.