Etolcanin

Etolcanin Educación, Formación de Responsables y Asesor de Conducta Especializado

Tienda Especializada Universidad de San Jorge. Reg.

Nuestro objetivo principal en Etolcanin es mejorar la convivencia entre personas y animales, ofreciendo soluciones reales y sostenibles que promuevan el bienestar, la comunicación y el respeto mutuo. Creemos firmemente que comprender a los animales con los que compartimos la vida no solo ayuda a resolver problemas de conducta, sino que también fortalece vínculos, aporta equilibrio emocional y enri

quece la relación día a día. Con más de 15 años de experiencia, Etolcanin se ha consolidado como un espacio de referencia en la formación de profesionales: educadores caninos, adiestradores y veterinarios con inquietudes formativas en comportamiento y bienestar animal aplicado. Además, uno de nuestros pilares fundamentales es el acompañamiento y la formación de tutores de perros y gatos, especialmente en aquellos casos en los que existen dificultades de comunicación, problemas de relación o la necesidad de contar con herramientas para educar y reconducir conductas molestas o incompatibles con la convivencia. Nuestro enfoque une lo mejor de distintas disciplinas: biología, veterinaria, etología aplicada y clínica, psicología comparada y fisiología de la conducta. Esta mirada integral nos permite abordar cada caso desde la ciencia, pero también desde la empatía y la cercanía, adaptándonos tanto a las necesidades del animal como a las de su familia humana. No trabajamos con recetas universales ni con métodos rígidos, porque cada perro o gato es único. Lo que ofrecemos son programas personalizados de educación y modificación de conducta, siempre con la meta de mejorar el bienestar animal y humano. Para lograrlo, aplicamos técnicas modernas de entrenamiento, enriquecimiento ambiental, manejo emocional y acompañamiento continuo, actualizadas con los últimos avances científicos en el estudio del comportamiento. Quienen somos: https://etolcanin.com/

> Especialistas en Comportamiento y Bienestar Animal.
> Máster en Etología y Bienestar Animal Aplicado. Universidad Santiago Compostela.
> Máster en Etología en Animales de Compañía. Universidad Autónoma de Barcelona.
> Especialistas en Comportamiento Animal. Universidad- UdG
> Especialistas en Cognición, Aprendizaje y Emoción animal.-UdG
> Técnico en Etología Clínica. Zaragoza.
> Educadores Acreditados por el Gobierno Vasco. GI-007, GI-148
> Certificado de Profesionalidad en Adiestramiento de Base y Educación Canina. SEAD0412 Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Centro Acreditado por ANACP, Cédula nº 0131/2018
Club Federado, Grupos de Mantrailing, FEGMA

𝗨𝗡𝗔 𝗣𝗘𝗤𝗨𝗘𝗡̃𝗔 𝗣𝗘𝗧𝗜𝗖𝗜𝗼́𝗡 by EtolcaninCuando encuentras un artículo que te hace sonreír, entender un poco más a tu perro o ...
22/09/2025

𝗨𝗡𝗔 𝗣𝗘𝗤𝗨𝗘𝗡̃𝗔 𝗣𝗘𝗧𝗜𝗖𝗜𝗼́𝗡 by Etolcanin

Cuando encuentras un artículo que te hace sonreír, entender un poco más a tu perro o te da una idea que realmente funciona… a veces solo guardarlo para ti es suficiente. Pero, ¿𝘆 𝘀𝗶 𝗲𝘀𝗲 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗼 𝗺𝗲𝗻𝘀𝗮𝗷𝗲 𝗽𝘂𝗱𝗶𝗲𝗿𝗮 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮𝗿 𝗮 𝗼𝘁𝗿𝗮 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗹𝗼 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝘁𝗮?

Cada “me gusta”, cada comentario o 𝗰𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗲𝗾𝘂𝗲𝗻̃𝗼 𝗴𝗲𝘀𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗿 es como lanzar una piedra en un lago: las ondas llegan mucho más lejos de lo que imaginamos🌊💙.

Así, 𝗶𝗱𝗲𝗮𝘀, 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗼𝗰𝗼𝗹𝗼𝘀 𝘆 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗲𝗷𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝘆𝘂𝗱𝗮𝗻 𝗮 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼𝘀 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲𝗻 𝗰𝗿𝘂𝘇𝗮𝗿 𝗳𝗿𝗼𝗻𝘁𝗲𝗿𝗮𝘀, tocar otras casas y transformar días, entrenamientos y momentos de juego.

𝗦𝗶 𝗮𝗹𝗴𝗼 𝘁𝗲 𝗶𝗻𝘀𝗽𝗶𝗿𝗮, 𝗱𝗲́𝗷𝗮𝗹𝗼 𝗯𝗿𝗶𝗹𝗹𝗮𝗿 𝘂𝗻 𝗽𝗼𝗰𝗼 𝗺𝗮́𝘀 𝗮𝗹𝗹𝗮́. Lo que para ti es un instante, para otro puede ser un cambio enorme.

𝗘𝗻𝗼𝗿𝗺𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗔𝗴𝗿𝗮𝗱𝗲𝗰𝗶𝗱𝗼𝘀 ❤.

𝗖𝗼́𝗺𝗼 𝗲𝗻𝘀𝗲𝗻̃𝗮𝗿 𝗮 𝘂𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗮 𝗷𝘂𝗴𝗮𝗿 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗻𝗼 𝘀𝗮𝗯𝗲 𝗷𝘂𝗴𝗮𝗿Hay perros que, con solo ver un juguete, se lanzan felices a perse...
22/09/2025

𝗖𝗼́𝗺𝗼 𝗲𝗻𝘀𝗲𝗻̃𝗮𝗿 𝗮 𝘂𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗮 𝗷𝘂𝗴𝗮𝗿 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗻𝗼 𝘀𝗮𝗯𝗲 𝗷𝘂𝗴𝗮𝗿

Hay perros que, con solo ver un juguete, se lanzan felices a perseguirlo, lo atrapan, lo traen y vuelven a pedir más. Y hay otros que, frente a la misma escena, se quedan quietos, miran de reojo o incluso giran la cabeza con indiferencia. Entonces aparece la 𝗳𝗿𝗮𝘀𝗲 𝗲𝗿𝗿𝗼𝗻𝗲𝗮 𝗵𝗮𝗯𝗶𝘁𝘂𝗮𝗹: “𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗶 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝘀𝗮𝗯𝗲 𝗷𝘂𝗴𝗮𝗿”.

La realidad es que 𝗲𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝗮𝗹𝗴𝗼 𝗳𝗶𝗷𝗼 𝗻𝗶 𝗮𝘂𝘁𝗼𝗺𝗮́𝘁𝗶𝗰𝗼: se aprende, se moldea y depende de muchos factores. Desde la salud del perro, su historia de vida, la motivación y el contexto, hasta la manera en que su tutor le invita a interactuar. Y lo más importante: 𝗲𝗻𝘀𝗲𝗻̃𝗮𝗿 𝗮 𝘂𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗮 𝗷𝘂𝗴𝗮𝗿 𝗲𝘀 𝗽𝗼𝘀𝗶𝗯𝗹𝗲, y hacerlo marca una gran diferencia en su bienestar.


𝗘𝗹 𝘃𝗮𝗹𝗼𝗿 𝗱𝗲𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼

𝗡𝗼 𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗱𝗶𝘃𝗲𝗿𝘀𝗶𝗼́𝗻. El juego en perros cumple funciones esenciales: desarrolla 𝗵𝗮𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀 𝗺𝗼𝘁𝗼𝗿𝗮𝘀 y 𝗰𝗼𝗴𝗻𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮𝘀, reduce el estrés, estimula el cerebro y 𝗿𝗲𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝘃𝗶́𝗻𝗰𝘂𝗹𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀. Los estudios demuestran, además, que incorporar el juego tras una sesión de entrenamiento puede mejorar la retención de lo aprendido y aumentar la motivación. Es decir, "𝒋𝒖𝒈𝒂𝒓 𝒏𝒐 𝒆𝒔 𝒓𝒆𝒍𝒍𝒆𝒏𝒐: 𝒆𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒆𝒅𝒖𝒄𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒚 𝒅𝒆𝒍 𝒃𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓."

¿𝗣𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝗮𝗹𝗴𝘂𝗻𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼𝘀 𝗻𝗼 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗮𝗻?

𝗟𝗮𝘀 𝗿𝗮𝘇𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲𝗻 𝘀𝗲𝗿 𝘃𝗮𝗿𝗶𝗮𝗱𝗮𝘀:

𝗗𝗼𝗹𝗼𝗿 𝗼 𝗶𝗻𝗰𝗼𝗺𝗼𝗱𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗳𝗶́𝘀𝗶𝗰𝗮: un perro con problemas articulares, dentales o alguna dolencia crónica no tendrá ganas de correr o morder.

𝗛𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝘃𝗶𝗱𝗮: perros con poca socialización temprana, o que nunca tuvieron juguetes adecuados, pueden no haber aprendido qué hacer con ellos.

𝗘𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗲𝘅𝘁𝗼: la ansiedad o el miedo bloquean la curiosidad y la disposición lúdica.

𝗣𝗿𝗲𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗶𝗻𝗱𝗶𝘃𝗶𝗱𝘂𝗮𝗹𝗲𝘀: no todos los perros valoran lo mismo. Mientras unos adoran la pelota, otros encuentran más motivador un juguete de arrastre, y algunos prefieren claramente la comida.

𝗬 𝗮𝗾𝘂𝗶́ 𝗲𝘀𝘁𝗮́ 𝗲𝗹 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 𝗲𝗿𝗿𝗼𝗿 𝗵𝗮𝗯𝗶𝘁𝘂𝗮𝗹: pensar que un solo intento fallido significa que “no le gusta” o que “no quiere jugar”. Nada más lejos: igual que en cualquier aprendizaje, el juego necesita exploración, ensayo y paciencia.

📌 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 𝗽𝗮𝘀𝗼: 𝗲𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗺𝗼𝘁𝗶𝘃𝗮𝗱𝗼𝗿

𝗔𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗵𝗮𝗯𝗹𝗮𝗿 𝗱𝗲 𝗷𝘂𝗴𝘂𝗲𝘁𝗲𝘀, 𝘁𝗼𝗰𝗮 𝗱𝗲𝘀𝗰𝘂𝗯𝗿𝗶𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝗺𝘂𝗲𝘃𝗲 𝗮 𝘁𝘂 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼. Para la mayoría, los estudios indican que la comida es el reforzador más potente. Pero también hay perros que se activan más con movimiento, con contacto físico o con ciertas texturas y olores en los juguetes.

𝗟𝗮 𝗽𝗿𝗼𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗲𝘀 𝘀𝗲𝗻𝗰𝗶𝗹𝗹𝗮: ofrece varias opciones (trozos de comida muy sabrosos, una pelota, un mordedor, un juguete sonoro, un objeto con olor atractivo). "𝑶𝒃𝒔𝒆𝒓𝒗𝒂 𝒄𝒖𝒂́𝒍 𝒆𝒙𝒑𝒍𝒐𝒓𝒂 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓𝒐, 𝒄𝒐𝒏 𝒒𝒖𝒆́ 𝒑𝒂𝒔𝒂 𝒎𝒂́𝒔 𝒕𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐 𝒚 𝒒𝒖𝒆́ 𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒆 𝒂 𝒆𝒍𝒆𝒈𝒊𝒓. 𝑬𝒔𝒆 𝒔𝒆𝒓𝒂́ 𝒕𝒖 𝒑𝒖𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒊𝒅𝒂."

📌 𝗖𝗼́𝗺𝗼 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝗶𝗿 𝗲𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗽𝗮𝘀𝗼 𝗮 𝗽𝗮𝘀𝗼

✅ Enseñar a jugar es como subir una escalera de pequeños peldaños.

✅ Refuerza la curiosidad. Si mira el juguete, lo toca con la nariz o lo huele, felicítalo y refuérzalo con lo que más valore.

✅ Añade un poco de acción. Premia cuando lo coja, aunque sea un segundo, o cuando lo empuje.

✅ Introduce interacción. Juega a intercambiar: lo suelta → premio → vuelve el juguete.

✅ Hazlo emocionante. Usa tu voz, tus gestos, muévete. Los perros responden a la energía de su tutor; la sincronía humano–perro influye mucho en la activación lúdica.

✅ Alarga la secuencia poco a poco. Empieza con segundos, pasa a medio minuto, hasta que la dinámica fluya.

📌 𝗟𝗼 𝗲𝘀𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝗹: 𝗰𝗲𝗹𝗲𝗯𝗿𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗶𝗰𝗿𝗼𝗲́𝘅𝗶𝘁𝗼𝘀. Un perro que al principio ignoraba un mordedor y, después de tres días, lo sostiene unos segundos, ya está aprendiendo a jugar.

𝗦𝗲𝗻̃𝗮𝗹𝗲𝘀 𝘆 𝗿𝗶𝘁𝘂𝗮𝗹𝗲𝘀: 𝗵𝗮𝗯𝗹𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗶𝗱𝗶𝗼𝗺𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼

𝗟𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼𝘀 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝘂𝗻 𝗹𝗲𝗻𝗴𝘂𝗮𝗷𝗲 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗼 para iniciar el juego: el famoso "𝗽𝗹𝗮𝘆 𝗯𝗼𝘄" (codos apoyados, trasero en alto) es una invitación clara que también puede usarse para reiniciar cuando el juego se corta. Como tutores, podemos aprender de estas señales: 𝘂𝘀𝗮𝗿 𝘂𝗻 𝗴𝗲𝘀𝘁𝗼 𝗼 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗰𝗶́𝗳𝗶𝗰𝗮 𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗲𝗺𝗽𝗲𝘇𝗮𝗿 𝗮𝘆𝘂𝗱𝗮 𝗮𝗹 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗮 𝗮𝗻𝘁𝗶𝗰𝗶𝗽𝗮𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗹𝘂́𝗱𝗶𝗰𝗼.

El papel del tutor, no, "el papelón"

𝗦𝗶 𝗵𝗮𝘆 𝗮𝗹𝗴𝗼 𝗱𝗲𝗺𝗼𝘀𝘁𝗿𝗮𝗱𝗼 𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗮 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗼𝗯𝗷𝗲𝘁𝗼: 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗶𝗴𝗼. Un juguete puede ser atractivo, pero lo que convierte el momento en juego es la interacción. "𝑻𝒖 𝒆𝒏𝒕𝒖𝒔𝒊𝒂𝒔𝒎𝒐, 𝒕𝒖 𝒄𝒂𝒑𝒂𝒄𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒎𝒐𝒗𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒄𝒐𝒏 𝒆́𝒍, 𝒕𝒖 𝒉𝒂𝒃𝒊𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒑𝒂𝒖𝒔𝒂𝒓 𝒚 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓 𝒂 𝒂𝒄𝒕𝒊𝒗𝒂𝒓…" todo eso enseña al perro cómo se juega.

𝗘𝘃𝗶𝘁𝗮𝗿 𝗲𝗿𝗿𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗰𝗼𝗺𝘂𝗻𝗲𝘀

❌ 𝗙𝗼𝗿𝘇𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼: empujar el juguete en la boca del perro o insistir cuando gira la cabeza suele generar rechazo.

❌ 𝗦𝗲𝘀𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗱𝗲𝗺𝗮𝘀𝗶𝗮𝗱𝗼 𝗹𝗮𝗿𝗴𝗮𝘀: mejor varias tandas de 2–3 minutos que una maratón que acabe en frustración.

❌ 𝗡𝗼 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗲𝘁𝗮𝗿 𝗽𝗮𝘂𝘀𝗮𝘀: un perro excitado en exceso puede perder autocontrol. Enseñar momentos de pausa y reanudar después es clave.

❌ 𝗝𝘂𝗴𝘂𝗲𝘁𝗲𝘀 𝗶𝗻𝗮𝗱𝗲𝗰𝘂𝗮𝗱𝗼𝘀: demasiado duros, pequeños o peligrosos (palos, piedras, piñas, etc) pueden generar dolor o riesgo de atragantamiento.

𝗨𝗻 𝗲𝗷𝗲𝗺𝗽𝗹𝗼 𝗿𝗲𝗮𝗹

𝗞𝗶𝗿𝗮, una mestiza de tres años adoptada (en protectora) que nunca había jugado con juguetes. Sus tutores empezaron dejando en el suelo tres opciones: comida, un mordedor de tela y una pelota. Kira siempre iba primero a la comida. Durante varios días, premiaron cada vez que se acercaba al mordedor. Luego empezaron a reforzar cuando lo cogía unos segundos. 𝗣𝗼𝗰𝗼 𝗮 𝗽𝗼𝗰𝗼, 𝗞𝗶𝗿𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗻𝘇𝗼́ 𝗮 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗺𝗼𝗿𝗱𝗲𝗱𝗼𝗿 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼.

𝗛𝗼𝘆, después de semanas, el mordedor se ha convertido en su recurso favorito, y sus tutores pueden usarlo como premio después de ejercicios de educacion o cómo momento lúdico habitual.

𝗥𝗲𝗳𝗹𝗲𝘅𝗶𝗼𝗻𝗲𝗺𝗼𝘀.

➡ 𝗨𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝘀𝗮𝗯𝗲 𝗷𝘂𝗴𝗮𝗿 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗲 “𝗻𝗼 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗮” 𝗷𝘂𝗴𝗮𝗿.

➡ Es un perro que aún no ha aprendido cómo, que no ha encontrado su motivador, o que necesita 𝘂𝗻 𝗽𝗼𝗰𝗼 𝗱𝗲 𝗴𝘂𝗶́𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗱𝗲𝘀𝗰𝘂𝗯𝗿𝗶𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗺𝗮𝗿𝗮𝘃𝗶𝗹𝗹𝗼𝘀𝗮 de su vida.

𝗘𝗻𝘀𝗲𝗻̃𝗮𝗿 𝗮 𝗷𝘂𝗴𝗮𝗿 𝗲𝘀 𝗿𝗲𝗴𝗮𝗹𝗮𝗿𝗹𝗲 𝗯𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿 (los paseos por el parque están muy bien pero se necesita algo más) , confianza y una herramienta más para comunicarse contigo. Y, de paso, 𝗲𝘀 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝘂𝗻 𝗿𝗲𝗴𝗮𝗹𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘁𝗶: 𝗽𝗼𝗰𝗮𝘀 𝗰𝗼𝘀𝗮𝘀 𝗴𝗲𝗻𝗲𝗿𝗮𝗻 𝘁𝗮𝗻𝘁𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗶𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘂𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗶𝗴𝗼 𝗰𝗼𝗻 𝗮𝗹𝗲𝗴𝗿𝗶́𝗮 𝗴𝗲𝗻𝘂𝗶𝗻𝗮.



𝗥𝗲𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀.

1) Sincronía de estrés humano-perro — Sundman et al., Scientific Reports (2019).

2) Olor del estrés humano altera la cognición canina — Parr-Cortés et al., Scientific Reports (2024).

3) Oxitocina y vínculo humano-perro — Marshall-Pescini et al., revisión/estudios (2019).

4) Temperamento del propietario y relación — Kujala et al., Scientific Reports (2023).

5) Preferencia: comida vs juguetes — Lázaro et al. (2023) / UF study (2023).

6) Función del play-bow — Byosiere et al., PLOS ONE (2016).

7) Sincronía conductual/humana como facilitador — Lamontagne et al. / estudios de sincronía humano-canina (varios, 2019–2024).

“La boca de tu perro habla… ¿sabes escucharla?”Texto:Lamer, morder, roer o masticar… no es lo mismo. Cada acción tiene u...
21/09/2025

“La boca de tu perro habla… ¿sabes escucharla?”

Texto:
Lamer, morder, roer o masticar… no es lo mismo. Cada acción tiene un sentido distinto en la vida de tu perro:
🐾 Lamer: vínculo, cuidado y calma.
🐾 Morder: puede ser juego, defensa o captura.
🐾 Roer: descarga oral sobre objetos resistentes.
🐾 Masticar: triturar alimento (o juguetes) para relajarse.

Cuando tu perro mastica, no solo usa los dientes: regula emociones, se comunica y aprende. Por eso, ofrecerle objetos adecuados no es un capricho, sino bienestar.

“𝙏𝙪𝙨 𝙚𝙢𝙤𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨 𝙨𝙤𝙣 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙪𝙣 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙟𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙩𝙪 𝙥𝙚𝙧𝙧𝙤: 𝙨𝙞 𝙩ú 𝙚𝙨𝙩á𝙨 𝙚𝙣 𝙘𝙖𝙡𝙢𝙖, é𝙡 𝙩𝙖𝙢𝙗𝙞é𝙣 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚 𝙖𝙥𝙧𝙚𝙣𝙙𝙚𝙧 𝙖 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙧𝙡𝙤; 𝙨𝙞 𝙫𝙞𝙫𝙚𝙨 𝙚𝙣 ...
21/09/2025

“𝙏𝙪𝙨 𝙚𝙢𝙤𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨 𝙨𝙤𝙣 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙪𝙣 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙟𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙩𝙪 𝙥𝙚𝙧𝙧𝙤: 𝙨𝙞 𝙩ú 𝙚𝙨𝙩á𝙨 𝙚𝙣 𝙘𝙖𝙡𝙢𝙖, é𝙡 𝙩𝙖𝙢𝙗𝙞é𝙣 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚 𝙖𝙥𝙧𝙚𝙣𝙙𝙚𝙧 𝙖 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙧𝙡𝙤; 𝙨𝙞 𝙫𝙞𝙫𝙚𝙨 𝙚𝙣 𝙩𝙚𝙣𝙨𝙞ó𝙣, 𝙨𝙪 𝙢𝙪𝙣𝙙𝙤 𝙩𝙖𝙢𝙗𝙞é𝙣 𝙨𝙚 𝙨𝙖𝙘𝙪𝙙𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙞𝙜𝙤.”

Artículo Completo en Etología, Psicología Comparada y Bienestar Animal Aplicado

𝗟𝗮𝘀 𝗿𝘂𝘁𝗶𝗻𝗮𝘀, 𝗮𝗹𝗶𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗶𝗻𝘃𝗶𝘀𝗶𝗯𝗹𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗯𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿 𝗮𝗻𝗶𝗺𝗮𝗹A veces pensamos en bienestar animal como en cosas grandes: una bu...
21/09/2025

𝗟𝗮𝘀 𝗿𝘂𝘁𝗶𝗻𝗮𝘀, 𝗮𝗹𝗶𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗶𝗻𝘃𝗶𝘀𝗶𝗯𝗹𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗯𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿 𝗮𝗻𝗶𝗺𝗮𝗹

A veces pensamos en bienestar animal como en cosas grandes: una buena alimentación, paseos largos, juegos estimulantes. Y todo eso es fundamental. Pero hay un ingrediente, casi invisible, que sostiene el equilibrio emocional de perros y gatos: 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝘂𝘁𝗶𝗻𝗮𝘀.

Para un perro, que su día tenga un cierto orden no es un capricho humano, es 𝘂𝗻𝗮 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗯𝗶𝗼𝗹𝗼́𝗴𝗶𝗰𝗮. La ciencia lo explica bien: los animales que viven en 𝗲𝗻𝘁𝗼𝗿𝗻𝗼𝘀 𝗽𝗿𝗲𝗱𝗲𝗰𝗶𝗯𝗹𝗲𝘀 𝗺𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮𝗻 𝗺𝗲𝗻𝗼𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗿𝗲́𝘀 y mayor 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮 (Podturkin et al., 2024). Es como si el simple hecho de saber qué va a pasar después les permitiera bajar la guardia.

Pensemos en un ejemplo sencillo. Un perro que cada mañana sabe que, tras el desayuno, viene un paseo tranquilo. Su cuerpo se adapta, su mente se calma, su 𝗲𝘅𝗽𝗲𝗰𝘁𝗮𝘁𝗶𝘃𝗮 𝘀𝗲 𝗿𝗲𝗴𝘂𝗹𝗮. Ese mismo perro, si un día desayuna a las 7, otro a las 11 y otro no desayuna hasta la tarde, puede vivir en un 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗮𝗹𝗲𝗿𝘁𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲. Y ese “ruido interno” acaba afectando a todo: su 𝗰𝗮𝗽𝗮𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗰𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗿𝘀𝗲, su forma de relacionarse, incluso la manera en que aprende.

Lo curioso es que las rutinas no son cadenas que atan, sino todo lo contrario: son 𝗺𝗮𝗿𝗰𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗯𝗿𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗽𝘂𝗲𝗿𝘁𝗮 𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗶𝗮𝗻𝘇𝗮. Cuando un animal tiene claro qué esperar, está más disponible para explorar, para jugar, para aprender. Lo muestran los niveles fisiológicos de estrés, como el cortisol, que se reducen cuando hay regularidad (Mârza et al., 2024).

Pero ojo, rutina no significa rigidez. Una rutina demasiado estricta puede volverse 𝗮𝗯𝘂𝗿𝗿𝗶𝗱𝗮 𝘆 𝗽𝗼𝗰𝗼 𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝘁𝗶𝘃𝗮. La clave está en la combinación: previsibilidad con flexibilidad. Por ejemplo, mantener horarios aproximados para las comidas o los paseos, pero variar las rutas, los juegos o los pequeños estímulos. Esa mezcla de 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝘀𝗼𝗿𝗽𝗿𝗲𝘀𝗮 𝗺𝗮𝗻𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘀𝗶𝗻 𝗴𝗲𝗻𝗲𝗿𝗮𝗿 𝗶𝗻𝗰𝗲𝗿𝘁𝗶𝗱𝘂𝗺𝗯𝗿𝗲 𝗱𝗮𝗻̃𝗶𝗻𝗮.

Y hay otro matiz importante: no basta con que las cosas sean predecibles, 𝗹𝗼𝘀 𝗮𝗻𝗶𝗺𝗮𝗹𝗲𝘀 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝘁𝗮𝗻 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝗰𝗶𝗲𝗿𝘁𝗼 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗼𝗹. Elegir entre dos juguetes, decidir cuándo retirarse a un lugar tranquilo, marcar el ritmo del juego. La literatura científica lo tiene claro: 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗯𝗶𝗻𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗽𝗿𝗲𝗱𝗶𝗰𝘁𝗶𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗼𝗹 𝗲𝘀 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗳𝗮𝘃𝗼𝗿𝗲𝗰𝗲 𝗲𝗹 𝗯𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿 (Kearton et al., 2020).

Al final, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝘂𝘁𝗶𝗻𝗮𝘀 𝘀𝗼𝗻 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗲𝘀𝗲 𝗵𝗶𝗹𝗼 𝗶𝗻𝘃𝗶𝘀𝗶𝗯𝗹𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲𝗷𝗲 𝗲𝗹 𝗱𝗶́𝗮 𝗮 𝗱𝗶́𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝘀𝘂𝗮𝘃𝗶𝗱𝗮𝗱. No brillan por sí mismas, pero sostienen todo lo demás: la calma, la confianza, el aprendizaje y, en definitiva, la relación entre el animal y su tutor.

𝗡𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗥𝗲𝗳𝗹𝗲𝘅𝗶𝗼́𝗻

"𝗖𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝘂𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗼 𝘂𝗻 𝗴𝗮𝘁𝗼 𝘀𝗮𝗯𝗲 𝗾𝘂𝗲́ 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮𝗿 𝗱𝗲 𝘀𝘂 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼, 𝘀𝘂 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼 𝘀𝗲 𝘃𝘂𝗲𝗹𝘃𝗲 𝘂𝗻 𝗹𝘂𝗴𝗮𝗿 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗼. 𝗬 𝗲𝘀𝗮 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝗯𝗮𝘀𝗲 𝗱𝗲 𝗰𝘂𝗮𝗹𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿 𝘃𝗶́𝗻𝗰𝘂𝗹𝗼 𝘀𝗮𝗻𝗼." Etolcanin



𝗥𝗲𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀.

Podturkin, A. A. et al. (2024). Quantifying animals' perception of environmental predictability. Nature Communications.

Mârza, S. M. et al. (2024). Behavioral, physiological, and pathological approaches of cortisol in dogs: A review. Animals.

Kearton, T. et al. (2020). The influence of predictability and controllability on stress responses. Applied Animal Behaviour Science.

Gottlieb, D. H. et al. (2013). The effects of predictability in daily husbandry routines on captive rhesus monkeys. Applied Animal Behaviour Science.

Bassett, L. & Buchanan-Smith, H. (2007). Effects of predictability on the welfare of captive animals. Applied Animal Behaviour Science.

𝗘𝗹 𝗽𝗮𝗽𝗲𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝘇𝗮𝗷𝗲 𝗰𝗮𝗻𝗶𝗻𝗼A menudo pensamos que enseñar a un perro consiste en dar órdenes, refo...
20/09/2025

𝗘𝗹 𝗽𝗮𝗽𝗲𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝘇𝗮𝗷𝗲 𝗰𝗮𝗻𝗶𝗻𝗼

A menudo pensamos que enseñar a un perro consiste en dar órdenes, reforzar conductas y repetir hasta que el animal las incorpora. Sin embargo, este enfoque deja fuera un ingrediente esencial: las emociones. Un perro no es una máquina que responde de manera lineal a un estímulo; es un ser vivo cuya mente y cuerpo se ven atravesados por 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼𝘀 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗳𝗮𝗰𝗶𝗹𝗶𝘁𝗮𝗻 𝗼 𝗯𝗹𝗼𝗾𝘂𝗲𝗮𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝘇𝗮𝗷𝗲.

La ciencia de la etología y la psicología comparada nos muestra que 𝘀𝗶𝗻 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗻𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝘇𝗮𝗷𝗲. Las emociones guían la atención, la motivación y la memoria. 𝗨𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝘀𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗮𝗹𝗲𝗴𝗿𝗲 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗲 𝗺𝗮́𝘀 𝗿𝗮́𝗽𝗶𝗱𝗼, uno que está asustado apenas puede procesar información, y uno que se frustra demasiado puede desconectarse del proceso.

𝗖𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿 𝗲𝘀𝘁𝗲 𝘃𝗶́𝗻𝗰𝘂𝗹𝗼 𝗲𝘀 𝗰𝗹𝗮𝘃𝗲 𝗻𝗼 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲𝗻𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀 𝘆 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀, 𝘀𝗶𝗻𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗰𝘂𝗮𝗹𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿 𝘁𝘂𝘁𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲𝗰𝗲𝗿 𝘂𝗻𝗮 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘀𝗼́𝗹𝗶𝗱𝗮 𝘆 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗲𝘁𝘂𝗼𝘀𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝘀𝘂 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼.

📌 𝗔𝗹𝗲𝗴𝗿𝗶́𝗮 𝘆 𝗺𝗼𝘁𝗶𝘃𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗽𝗼𝘀𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮: 𝗲𝗹 𝗺𝗼𝘁𝗼𝗿 𝗱𝗲𝗹 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝘇𝗮𝗷𝗲

La alegría está íntimamente 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗮 𝗹𝗶𝗯𝗲𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗱𝗼𝗽𝗮𝗺𝗶𝗻𝗮, un neurotransmisor que interviene en los circuitos de recompensa y anticipación. Cuando un perro asocia la experiencia de entrenamiento con algo positivo (juego, comida sabrosa, contacto social), su cerebro entra en 𝘂𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗼́𝗽𝘁𝗶𝗺𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿.

⏩𝗤𝘂𝗲́ 𝗼𝗰𝘂𝗿𝗿𝗲 𝗮 𝗻𝗶𝘃𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗱𝘂𝗰𝘁𝘂𝗮𝗹: el perro busca participar, mantiene la atención en el tutor y repite conductas con entusiasmo.

⏩𝗘𝗷𝗲𝗺𝗽𝗹𝗼 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗼: un perro que sabe que después de cada ejercicio recibirá un juego con su pelota favorita se muestra más predispuesto y aprende más rápido.

𝗟𝗮 𝗮𝗹𝗲𝗴𝗿𝗶́𝗮, 𝗮𝗱𝗲𝗺𝗮́𝘀, 𝗰𝗿𝗲𝗮 𝗺𝗲𝗺𝗼𝗿𝗶𝗮𝘀 𝗺𝗮́𝘀 𝘀𝗼́𝗹𝗶𝗱𝗮𝘀. Estudios recientes (McGowan & Rehn, 2022) han mostrado que las emociones positivas 𝗳𝗮𝘃𝗼𝗿𝗲𝗰𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗼𝗹𝗶𝗱𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗰𝘂𝗲𝗿𝗱𝗼𝘀 𝗮 𝗹𝗮𝗿𝗴𝗼 𝗽𝗹𝗮𝘇𝗼 en perros, lo que significa que no solo aprenden más, sino que lo aprendido se mantiene.

📌 𝗠𝗶𝗲𝗱𝗼: 𝗲𝗹 𝗯𝗹𝗼𝗾𝘂𝗲𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝘇𝗮𝗷𝗲

⏩ 𝗘𝗹 𝗺𝗶𝗲𝗱𝗼 𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗯𝗮́𝘀𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝘁𝗶𝘃𝗮: prepara al organismo para huir o defenderse. Sin embargo, en el contexto de aprendizaje tiene un efecto devastador. La activación del eje hipotalámico-pituitario-adrenal eleva los niveles de cortisol, lo que provoca hiperalerta, tensión muscular y reducción de la capacidad de atención.

⏩ 𝗤𝘂𝗲́ 𝗼𝗰𝘂𝗿𝗿𝗲 𝗮 𝗻𝗶𝘃𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗱𝘂𝗰𝘁𝘂𝗮𝗹: el perro puede quedarse paralizado, ignorar señales conocidas o responder de manera errática.

⏩ 𝗘𝗷𝗲𝗺𝗽𝗹𝗼 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗼: un perro que en casa responde bien al “ven” pero en la calle, con ruidos y estímulos aversivos, parece “olvidar” lo aprendido. No es falta de obediencia: es miedo que bloquea la capacidad de procesar información.

𝗘𝗹 𝗺𝗶𝗲𝗱𝗼, 𝗮𝗱𝗲𝗺𝗮́𝘀, 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝗮𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗿𝘀𝗲 𝗱𝗲 𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮 𝗻𝗲𝗴𝗮𝘁𝗶𝘃𝗮 𝗮𝗹 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝘇𝗮𝗷𝗲 si el tutor utiliza métodos coercitivos. Esto no solo impide aprender en ese momento, sino que puede generar rechazo al contexto de entrenamiento.

📌 𝗙𝗿𝘂𝘀𝘁𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻: ¿𝗮𝗹𝗶𝗮𝗱𝗮 𝗼 𝗲𝗻𝗲𝗺𝗶𝗴𝗮?

Ya hemos hablado recientemente de esto en otro artículo, pero es necesario repetirlo aquí. 𝗟𝗮 𝗳𝗿𝘂𝘀𝘁𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗮𝗽𝗮𝗿𝗲𝗰𝗲 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮 𝘂𝗻 𝗿𝗲𝘀𝘂𝗹𝘁𝗮𝗱𝗼 (𝗿𝗲𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗼, 𝗮𝗰𝗰𝗲𝘀𝗼, 𝗲́𝘅𝗶𝘁𝗼) 𝘆 𝗻𝗼 𝗹𝗼 𝗼𝗯𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲. No es, por sí misma, negativa: en dosis adecuadas puede estimular la persistencia y la búsqueda de soluciones. El problema surge cuando la frustración es intensa o prolongada, lo que lleva a conductas de escape, reactividad o desconexión.

⏩ 𝗤𝘂𝗲́ 𝗼𝗰𝘂𝗿𝗿𝗲 𝗮 𝗻𝗶𝘃𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗱𝘂𝗰𝘁𝘂𝗮𝗹: gemidos, ladridos insistentes, mordisqueo de la correa, abandono del ejercicio.

⏩ 𝗘𝗷𝗲𝗺𝗽𝗹𝗼 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗼 𝗽𝗼𝘀𝗶𝘁𝗶𝘃𝗼: en un ejercicio de shaping, donde el perro debe ofrecer pequeñas aproximaciones, la frustración leve lo motiva a probar nuevas conductas hasta alcanzar el éxito.

⏩ 𝗘𝗷𝗲𝗺𝗽𝗹𝗼 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗼 𝗻𝗲𝗴𝗮𝘁𝗶𝘃𝗼: si el tutor demora demasiado el refuerzo, el perro se desborda y deja de intentar.

El papel del educador es regular la frustración, ajustando la dificultad y el ritmo del entrenamiento para mantener al perro en una “𝘇𝗼𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝘁𝗼 𝗼́𝗽𝘁𝗶𝗺𝗼”, donde exista desafío pero no desbordamiento.

📌 𝗦𝗼𝗿𝗽𝗿𝗲𝘀𝗮 𝘆 𝗻𝗼𝘃𝗲𝗱𝗮𝗱: 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗺𝗯𝘂𝘀𝘁𝗶𝗯𝗹𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗰𝘂𝗿𝗶𝗼𝘀𝗶𝗱𝗮𝗱

La sorpresa es una 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗯𝗿𝗲𝘃𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝘂𝗿𝗴𝗲 𝗮𝗻𝘁𝗲 𝗹𝗼 𝗶𝗻𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮𝗱𝗼. En los perros, está relacionada con la exploración y la curiosidad, procesos que estimulan el aprendizaje. Un entorno enriquecido con novedades (objetos, olores, sonidos controlados) 𝗮𝘂𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮 𝗹𝗮 𝗺𝗼𝘁𝗶𝘃𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝗹𝗮 𝗳𝗹𝗲𝘅𝗶𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗰𝗼𝗴𝗻𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮.

⏩ 𝗤𝘂𝗲́ 𝗼𝗰𝘂𝗿𝗿𝗲 𝗮 𝗻𝗶𝘃𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗱𝘂𝗰𝘁𝘂𝗮𝗹: el perro presta atención, investiga, prueba conductas nuevas.

⏩ 𝗘𝗷𝗲𝗺𝗽𝗹𝗼 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗼: introducir un objeto inusual durante un ejercicio (una caja, un túnel improvisado) capta la atención del perro y lo anima a interactuar con él, favoreciendo aprendizajes creativos.

Eso sí, 𝗹𝗮 𝘀𝗼𝗿𝗽𝗿𝗲𝘀𝗮 𝗱𝗲𝗯𝗲 𝗴𝗲𝘀𝘁𝗶𝗼𝗻𝗮𝗿𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗻 𝗰𝘂𝗶𝗱𝗮𝗱𝗼: lo inesperado puede ser atractivo o aterrador. La diferencia depende de la intensidad del estímulo y de la seguridad que transmita el tutor.

𝗥𝗲𝗳𝗹𝗲𝘅𝗶𝗼𝗻𝗲𝗺𝗼𝘀!!

𝗘𝗹 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝘇𝗮𝗷𝗲 𝗰𝗮𝗻𝗶𝗻𝗼 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗽𝗿𝗼𝗰𝗲𝘀𝗼 𝗳𝗿𝗶́𝗼 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗶́𝗺𝘂𝗹𝗼 𝘆 𝗿𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮. 𝗘𝘀 𝘂𝗻 𝗱𝗶𝗮́𝗹𝗼𝗴𝗼 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹. Cada emoción abre o cierra puertas:

✅ La alegría abre la puerta del disfrute y el refuerzo positivo.

❌ El miedo la cierra, bloqueando la atención y la memoria.

🆎 La frustración puede ser una llave si está bien dosificada, o un muro si desborda.

🆎 La sorpresa puede ser chispa de curiosidad o detonante de inseguridad.

𝗖𝗼𝗺𝗼 𝘁𝘂𝘁𝗼𝗿𝗲𝘀, 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗼𝗻𝘀𝗮𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗲𝗻𝘀𝗲𝗻̃𝗮𝗿 𝗰𝗼𝗻𝗱𝘂𝗰𝘁𝗮𝘀, 𝘀𝗶𝗻𝗼 𝗿𝗲𝗴𝘂𝗹𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼. Cuando logramos ser el centro de su mundo emocional, no un simple estímulo más en el ambiente, cada sesión se convierte en una experiencia de aprendizaje significativa.

"Un perro motivado y seguro aprende; un perro asustado o frustrado, no." Etolcanin



𝗥𝗲𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀

McGowan, R. T. S., & Rehn, T. (2022). Positive emotions and their role in canine learning and welfare. Applied Animal Behaviour Science, 251, 105626.

Caeiro, C. C., Guo, K., & Mills, D. S. (2019). Dogs and humans respond to emotionally competent stimuli by producing similar facial expressions. Scientific Reports, 9(1), 1–10.

Bence, M., et al. (2020). The role of emotions in dog training: A review. Journal of Veterinary Behavior, 40, 59–67.

𝗘𝗹 𝗽𝗮𝗽𝗲𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗺𝗼𝘁𝗶𝘃𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗯𝗮𝗷𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗮𝗹 𝗿𝗲𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗼En la educación y/o adiestramiento canino basado en r...
19/09/2025

𝗘𝗹 𝗽𝗮𝗽𝗲𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗺𝗼𝘁𝗶𝘃𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗯𝗮𝗷𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗮𝗹 𝗿𝗲𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗼

En la educación y/o adiestramiento canino basado en refuerzo positivo, se asume habitualmente que todos los perros responden de forma similar ante recompensas. Sin embargo, 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼𝘀 𝗺𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮𝗻 𝗯𝗮𝗷𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗮𝗹 𝗿𝗲𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗼: pueden ignorar los premios, desmotivarse rápido o mostrar poco interés en trabajar incluso con recompensas. Este fenómeno puede deberse a múltiples factores: calidad del refuerzo, historial individual, factores emocionales, distracciones ambientales, diferencias de personalidad, entre otros.

Comprender estos factores es clave para ajustar las estrategias de entrenamiento, 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗯𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝘆 𝗮𝘂𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗲𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝘇𝗮𝗷𝗲.

𝗙𝗮𝗰𝘁𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗶𝗻𝗳𝗹𝘂𝘆𝗲𝗻 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗺𝗼𝘁𝗶𝘃𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻

𝗩𝗮𝗹𝗼𝗿 𝗱𝗲𝗹 𝗿𝗲𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗼 (recompensa)

La recompensa tiene que ser lo suficientemente atractiva para ese perro en particular. Lo que para un perro es “deliciosa”, para otro puede no tener motivación alguna. Estudios muestran que algunos perros prefieren recompensas variadas en vez de una constante para mantener su interés.

𝗘𝘅𝗽𝗲𝗿𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗽𝗿𝗲𝘃𝗶𝗮 𝘆 𝗲𝘅𝗽𝗲𝗰𝘁𝗮𝘁𝗶𝘃𝗮𝘀

Cambios inesperados en la calidad de la recompensa pueden generar lo que se llama “successive negative contrast”, situación en la que una recompensa de menor valor reduce la motivación tras haber usado una de valor alto. Aunque en perros este efecto parece menos pronunciado que en otras especies, tiene implicaciones prácticas.

𝗗𝗶𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗶𝗻𝗱𝗶𝘃𝗶𝗱𝘂𝗮𝗹𝗲𝘀

Edad, raza, temperamento, impulsividad, niveles de atención, experiencias pasadas (por ejemplo refuerzos débiles, castigos) moldean cuán motivado estará un perro frente al refuerzo. Un estudio desarrolló una escala de “reward responsiveness” (respuesta al refuerzo) en perros, indicando diferencias considerables entre individuos.

𝗖𝗼𝗻𝘁𝗲𝘅𝘁𝗼 𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲𝗻𝘁𝗮𝗹 𝘆 𝗱𝗶𝘀𝘁𝗿𝗮𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀

Si hay muchos estímulos compitiendo con la recompensa (ruidos, otros perros, actividad externa), el perro puede perder interés porque otros estímulos tienen mayor “valor motivacional”. En entrenamiento avanzado, la tasa de recompensa, la claridad del marcador (clicker, señal) o la demora en la entrega pueden debilitar la motivación.

𝗖𝗼𝗻𝘀𝗲𝗰𝘂𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗯𝗮𝗷𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗮𝗹 𝗿𝗲𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗼

𝗟𝗲𝗻𝘁𝗶𝘁𝘂𝗱 en el aprendizaje, 𝗱𝗶𝗳𝗶𝗰𝘂𝗹𝘁𝗮𝗱𝗲𝘀 para generalizar comportamientos a otros contextos.

𝗙𝗿𝘂𝘀𝘁𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, 𝗮𝗯𝘂𝗿𝗿𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗼 𝗱𝗲𝘀𝗰𝗼𝗻𝗲𝘅𝗶𝗼́𝗻, lo cual puede desencadenar conductas de evasión o incluso comportamientos problemáticos.

𝗥𝗶𝗲𝘀𝗴𝗼 𝗱𝗲 𝘂𝘀𝗮𝗿 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗮𝘃𝗲𝗿𝘀𝗶𝘃𝗼𝘀 (o retorno a estos) como intento de “fuerza”, lo cual puede provocar daños en el bienestar y en la relación perro-humano.

𝗘𝘀𝘁𝗿𝗮𝘁𝗲𝗴𝗶𝗮𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮𝗿 𝘆 𝗺𝗮𝗻𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝗹𝗮 𝗺𝗼𝘁𝗶𝘃𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻

𝗣𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗿𝗲𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗼.
Identificar qué tipo de recompensa — comida, juguete, juego, caricias— tiene mayor valor para ese perro. Hacer tests de preferencia sencilla.

𝗩𝗮𝗿𝗶𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝘀𝗼𝗿𝗽𝗿𝗲𝘀𝗮𝘀 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗺𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮.
Alternar tipos de premios puede prevenir la habituación. En perros, un estudio mostró que aunque algunos prefieren consistencia, la variedad en los bloques de entrenamiento aumentaba la preferencia por el refuerzo variable con el tiempo.

𝗥𝗲𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗼 𝗳𝗿𝗲𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗮𝗹 𝗶𝗻𝗶𝗰𝗶𝗼, 𝗴𝗿𝗮𝗱𝘂𝗮𝗹 𝗱𝗶𝘀𝗺𝗶𝗻𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗲́ 𝗯𝗶𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗼𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱𝗼.
Comenzar con refuerzo (premio) cada vez que se da la respuesta correcta, hasta que la respuesta sea fiable; luego introducir reforzamientos intermitentes, marcadores de buena señal (clickers, palabras) para mantener precisión.

𝗥𝗲𝗱𝘂𝗰𝗶𝗿 𝗹𝗮𝘀 𝗯𝗮𝗿𝗿𝗲𝗿𝗮𝘀 𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲𝗻𝘁𝗮𝗹𝗲𝘀 𝘆 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹𝗲𝘀.
Asegurar que el perro no esté estresado, tenga buena salud, esté en un estado motivacional adecuado (hambre ligeramente moderada si se usan premios de comida), que no haya distracciones excesivas.

𝗧𝗮𝗿𝗲𝗮𝘀 𝗺𝗼𝘁𝗶𝘃𝗮𝗱𝗼𝗿𝗮𝘀 𝘆 𝗱𝗶𝘃𝗲𝗿𝘀𝗶𝗼́𝗻.
Introducir juegos, retos cognitivos, sesiones cortas pero frecuentes, reforzar oportunidades de decidir (dar al perro cierto control) para fomentar la motivación intrínseca.

𝗥𝗲𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗼 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼, 𝗻𝗼 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝘀𝘂𝘀𝘁𝗶𝘁𝘂𝘁𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗿𝗲𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗼 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗮𝗿𝗶𝗼.
En muchos perros, la interacción social (caricias, voz amable, juego) puede reforzar, pero estudios muestran que el alimento suele ser más efectivo en muchas tareas, especialmente cuando se pide alta precisión o cuando hay esfuerzo.
PubMed

𝗖𝗮𝘀𝗼𝘀 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀 𝘆 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗺𝗲𝗻𝗱𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗯𝗮𝗷𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮

Si un perro ignora premios incluso de alto valor: 𝗿𝗲𝘃𝗶𝘀𝗮𝗿 𝘀𝗶 𝗵𝗮𝘆 𝗽𝗿𝗼𝗯𝗹𝗲𝗺𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝗮𝗹𝘂𝗱, dolor o malestar.

Verificar si hay 𝗮𝘃𝗲𝗿𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗼 𝗮𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗻𝗲𝗴𝗮𝘁𝗶𝘃𝗮 con los premios (por ejemplo si se han usado después de castigos).

Utilizar 𝘀𝗵𝗮𝗽𝗶𝗻𝗴 en pasos muy pequeños, 𝗿𝗲𝗳𝗼𝗿𝘇𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗰𝗮𝗱𝗮 𝗮𝗰𝗲𝗿𝗰𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 al comportamiento deseado.

Introducir 𝗺𝗮𝗿𝗰𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗰𝗹𝗮𝗿𝗼𝘀 (clicker, palabra puente) para acortar el tiempo entre el comportamiento y la recompensa.

𝗡𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗥𝗲𝗳𝗹𝗲𝘅𝗶𝗼́𝗻

La motivación en perros con baja respuesta al refuerzo 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝗰𝘂𝗲𝘀𝘁𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 “𝗻𝗼 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗮”, sino de que hay múltiples variables que influyen: valor del premio, historia individual, ambiente, expectativas. 𝗔𝗷𝘂𝘀𝘁𝗮𝗿 𝗲𝘀𝘁𝗮𝘀 𝘃𝗮𝗿𝗶𝗮𝗯𝗹𝗲𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝘀𝗲𝗻𝘀𝗶𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱, 𝘂𝘁𝗶𝗹𝗶𝘇𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝘃𝗶𝗱𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗶́𝗳𝗶𝗰𝗮, 𝗽𝗲𝗿𝗺𝗶𝘁𝗲 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮, el bienestar y la eficacia del entrenamiento.



𝗥𝗘𝗙𝗘𝗥𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔𝗦

𝗘𝘅𝗽𝗹𝗼𝗿𝗶𝗻𝗴 𝗯𝗿𝗲𝗲𝗱 𝗱𝗶𝗳𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗲𝘀 𝗶𝗻 𝗱𝗶𝘀𝗰𝗿𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻, 𝗿𝗲𝘃𝗲𝗿𝘀𝗮𝗹 𝗹𝗲𝗮𝗿𝗻𝗶𝗻𝗴, 𝗮𝗻𝗱 𝗿𝗲𝘀𝗶𝘀𝘁𝗮𝗻𝗰𝗲 𝘁𝗼 𝗲𝘅𝘁𝗶𝗻𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗶𝗻 𝘁𝗵𝗲 𝗱𝗼𝗺𝗲𝘀𝘁𝗶𝗰 𝗱𝗼𝗴 (𝗖𝗮𝗻𝗶𝘀 𝗳𝗮𝗺𝗶𝗹𝗶𝗮𝗿𝗶𝘀) — 𝟮𝟬𝟮𝟰

Estudio con ~111 perros de diferentes clados de raza, que evalúa su capacidad de aprendizaje en tareas de adquisición, discriminación, reversión y extinción, además de correlacionar con medidas de impulsividad y “reward responsiveness” (respuesta al refuerzo). Permite ver diferencias inter-individuales y cómo la motivación/refuerzo (y su eficacia) varía según raza, temperamento e historias anteriores.

𝗦𝘁𝘂𝗱𝘆 𝘀𝗵𝗼𝘄𝘀 𝗿𝗲𝘄𝗮𝗿𝗱𝗶𝗻𝗴 𝗱𝗼𝗴𝘀 𝘄𝗶𝘁𝗵 𝗽𝗿𝗮𝗶𝘀𝗲 𝗮𝗻𝗱 𝗽𝗲𝘁𝘁𝗶𝗻𝗴 𝗵𝗲𝗹𝗽𝘀 𝘁𝗵𝗲𝗺 𝗹𝗲𝗮𝗿𝗻 𝗺𝗼𝗿𝗲 𝗲𝗳𝗳𝗶𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗹𝘆 — 𝟮𝟬𝟮𝟰, 𝗘𝗼̈𝘁𝘃𝗼̈𝘀 𝗟𝗼𝗿𝗮́𝗻𝗱 𝗨𝗻𝗶𝘃𝗲𝗿𝘀𝗶𝘁𝘆, 𝗽𝘂𝗯𝗹𝗶𝗰𝗮𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝗦𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗶𝗳𝗶𝗰 𝗥𝗲𝗽𝗼𝗿𝘁𝘀

Este estudio compara dos estilos de entrenamiento: uno sólo con premios de comida, otro que además incorpora elogios y caricias. Mostraron que los perros que reciben interacción social (afecto, elogios) además de comida aprenden más eficientemente. Esto apoya la idea de que el refuerzo no solo tiene que ser “alto valor” en comida, sino que la dimensión social puede aumentar la motivación especialmente en perros que responden poco al refuerzo alimenticio puro.

La motivación en perros con baja respuesta al refuerzo no es una cuestión de que el perro “no quiera”, sino de que hay m...
18/09/2025

La motivación en perros con baja respuesta al refuerzo no es una cuestión de que el perro “no quiera”, sino de que hay múltiples variables que influyen: valor del premio, historia individual, ambiente, expectativas.

“Los perros siempre avisan: reconocer su lenguaje corporal a tiempo es la clave para que la convivencia con los niños se...
18/09/2025

“Los perros siempre avisan: reconocer su lenguaje corporal a tiempo es la clave para que la convivencia con los niños sea segura y feliz.”

¿Tu perro muestra incomodidad cuando interactúa con niños y no sabes cómo gestionarlo? 👦🐕 En Etolcanin te ayudamos a comprender sus señales y a construir una convivencia segura y tranquila.”

𝗡𝗶ñ𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼𝘀: 𝘂𝗻𝗮 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗽𝗿𝗲𝗰𝗶𝗼𝘀𝗮… 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝘁𝗮 𝗮𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶ó𝗻 𝘆 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼.

Los datos son claros: 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝘆𝗼𝗿í𝗮 𝗱𝗲 𝗺𝗼𝗿𝗱𝗲𝗱𝘂𝗿𝗮𝘀 𝗮 𝗻𝗶ñ𝗼𝘀 𝗼𝗰𝘂𝗿𝗿𝗲𝗻 𝗲𝗻 𝗰𝗮𝘀𝗮, con perros de la propia familia, y muchas veces incluso cuando hay adultos presentes. La causa principal no es la “maldad” del perro, sino que 𝘀𝗼𝗹𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗽𝗮𝘀𝗮𝗿 𝗽𝗼𝗿 𝗮𝗹𝘁𝗼 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗲ñ𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗶𝗻𝗰𝗼𝗺𝗼𝗱𝗶𝗱𝗮𝗱.

¿𝗖𝘂á𝗹𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗻 𝗲𝘀𝗮𝘀 𝘀𝗲ñ𝗮𝗹𝗲𝘀 𝘁𝗲𝗺𝗽𝗿𝗮𝗻𝗮𝘀?

Lamidos de labios repetidos, bostezos que no encajan con el contexto, girar la cabeza, enseñar la parte blanca del ojo o intentar apartarse suavemente. Son 𝗮𝘃𝗶𝘀𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗯𝗮𝗷𝗼 𝗻𝗶𝘃𝗲𝗹, pequeñas “palabras” que el perro utiliza para decirnos: “Necesito espacio”. Si estas señales no se respetan, la tensión puede aumentar y aparecer la rigidez corporal, el gruñido o, en el peor de los casos, una mordida.

𝗟𝗮 𝗶𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗹𝗽𝗮𝗯𝗹𝗲.

Está comunicando con el lenguaje que conoce. Y es aquí donde los adultos tenemos una doble responsabilidad:

1️⃣ Aprender a leer estas señales.

2️⃣ Enseñar a los niños a relacionarse de forma respetuosa: pedir permiso antes de tocar, no abrazar fuerte, no acercarse cuando el perro come o duerme, y evitar juegos bruscos.

Además, 𝗱𝗲𝗯𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗴𝗮𝗿𝗮𝗻𝘁𝗶𝘇𝗮𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝘁𝗲𝗻𝗴𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝘃í𝗮 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝗰𝗮𝗽𝗲 𝘆 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗮𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝘀𝗲𝗮𝗻 𝘀𝘂𝗽𝗲𝗿𝘃𝗶𝘀𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗮𝗰𝘁𝗶𝘃𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲, no solo “desde la distancia”.

𝗢𝗯𝘀𝗲𝗿𝘃𝗮𝗿 𝘆 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗲𝘁𝗮𝗿 su lenguaje corporal salva relaciones, previene incidentes y fortalece el vínculo entre niños y perros.

En Etolcanin te acompañamos para comprender mejor a tu perro y a crear interacciones seguras, felices y llenas de confianza.



𝗥𝗘𝗙𝗘𝗥𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔𝗦

1. Companion animals and child development outcomes: longitudinal and cross-sectional analysis of a UK birth cohort study. BMC Pediatrics. 2024.

Este estudio examina una cohorte grande de niños (~14.000) y analiza cómo la convivencia con mascotas (incluyendo perros) se asocia con diferentes resultados del desarrollo infantil (emocional, conductual, cognitivo, etc.). Aunque no se centra exclusivamente en lenguaje corporal perruno, apoya la idea de que las interacciones con perros (y la forma de esas interacciones) tienen efectos significativos para el bienestar y desarrollo emocional de los niños.

2. Well-Being Indicators in Autistic Children and Therapy Dogs During a Group Intervention: A Pilot Study. MDPI Animals. 2023.

Este trabajo piloto estudia niños con trastorno del espectro autista interactuando con perros de terapia y mide indicadores de bienestar tanto en los niños como en los perros. Incluye observaciones conductuales, posturas, reactividad, etc., lo que aporta evidencia concreta de cómo se manifiesta el bienestar o malestar visible a partir de la conducta corporal y el ambiente, muy relevante al tema de interpretar señales de calma, estrés o incomodidad.

𝗜𝗻𝘁𝗿𝗼𝗱𝘂𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗮𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗿𝘂𝗰𝘁𝘂𝗿𝗮𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝗰𝗮𝗰𝗵𝗼𝗿𝗿𝗼𝘀"𝘏𝘢𝘺 𝘶𝘯 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘤𝘢𝘤𝘩𝘰𝘳𝘳𝘰 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘴𝘦 𝘢𝘣𝘳𝘦 𝘤...
16/09/2025

𝗜𝗻𝘁𝗿𝗼𝗱𝘂𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗮𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗿𝘂𝗰𝘁𝘂𝗿𝗮𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝗰𝗮𝗰𝗵𝗼𝗿𝗿𝗼𝘀

"𝘏𝘢𝘺 𝘶𝘯 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘤𝘢𝘤𝘩𝘰𝘳𝘳𝘰 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘴𝘦 𝘢𝘣𝘳𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘶𝘯 𝘭𝘪𝘦𝘯𝘻𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘭𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘺 𝘦𝘴𝘵𝘪́𝘮𝘶𝘭𝘰𝘴." Etolcanin

Todo es nuevo: los olores, los sonidos, los objetos que ruedan o crujen, incluso nuestras propias manos. En ese torbellino de descubrimientos, el juego no es un mero pasatiempo, sino un motor de desarrollo cognitivo, emocional y social. Ahora bien, no todo juego es igual. Existe una diferencia entre dejar al cachorro que juegue “a su aire” y ofrecerle experiencias guiadas, estructuradas, que le permitan aprender a la vez que disfruta.

Cuando hablamos de 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗿𝘂𝗰𝘁𝘂𝗿𝗮𝗱𝗼, nos referimos a interacciones diseñadas con un propósito: introducir al cachorro en retos adaptados a su edad, estimular su capacidad de recuperación frente a lo inesperado, ayudarle a tolerar la frustración de forma saludable y enseñarle a relacionarse con nosotros desde un marco de seguridad y confianza. No se trata de convertir cada sesión de juego en un entrenamiento rígido, sino de usar el juego como un lenguaje compartido en el que podemos transmitir reglas básicas de convivencia, autocontrol y disfrute equilibrado.

La ciencia nos dice que estas experiencias tempranas dejan huellas profundas. En un estudio reciente, los cachorros que fueron expuestos a retos suaves —objetos nuevos, ruidos moderados, pequeñas tareas de resolución de problemas— durante las semanas críticas de socialización mostraron, a largo plazo, 𝗺𝗲𝗻𝗼𝘀 𝗺𝗶𝗲𝗱𝗼 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗿𝘂𝗶𝗱𝗼𝘀 𝘆 𝘂𝗻𝗮 𝗿𝗲𝗰𝘂𝗽𝗲𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗺𝗮́𝘀 𝗿𝗮́𝗽𝗶𝗱𝗮 frente a estímulos estresantes. Lo fascinante es que estas diferencias se mantenían semanas después, incluso cuando los cachorros se enfrentaban a situaciones completamente nuevas. El juego, cuando se estructura y se enriquece, actúa como una especie de vacuna emocional frente a la incertidumbre.

El desarrollo del juego también tiene su propia cronología. Primero aparece el juego en solitario, donde el cachorro explora con sus patas, muerde objetos o persigue su propia cola. Luego llega el turno del juego con objetos, que abre la puerta a la creatividad y la experimentación. Y finalmente, el juego social, en el que los perros interactúan con otros perros o con nosotros. Comprender esta progresión nos permite adaptar los recursos a cada fase: no es lo mismo un cachorro de cinco semanas que empieza a mordisquear un peluche que uno de tres meses que ya puede seguir reglas simples en un juego de traer y soltar.

Por eso, los tutores tenemos una enorme oportunidad —y también una responsabilidad— de enriquecer el mundo de nuestros cachorros a través del juego. Algo tan sencillo como esconder un premio bajo un cono, introducir juguetes de diferentes texturas o enseñar al cachorro a esperar un segundo antes de lanzarse a por la pelota son ejemplos de cómo un juego puede ser estructurado sin perder la chispa de la diversión. Además, cuando este tipo de juego se convierte en parte del día a día, los perros no solo aprenden a jugar: aprenden a confiar, a esperar, a resolver, a tolerar la frustración, y en definitiva, a desenvolverse mejor en la vida adulta.

𝗘𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗿𝘂𝗰𝘁𝘂𝗿𝗮𝗱𝗼 𝗻𝗼 𝘀𝘂𝘀𝘁𝗶𝘁𝘂𝘆𝗲 𝗮 𝗹𝗮 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, 𝗻𝗶 𝗮 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝗻𝗶𝗽𝘂𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘁𝗲𝗺𝗽𝗿𝗮𝗻𝗮, 𝗻𝗶 𝗮 𝗹𝗮 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗯𝗮́𝘀𝗶𝗰𝗮. Más bien se entrelaza con todas ellas. Un cachorro que juega con nosotros en contextos variados, que aprende a explorar sin miedo, que encuentra seguridad en nuestra guía, será un adulto más resiliente frente al mundo. Y eso, al final, es lo que todos buscamos: 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗶𝘀𝗳𝗿𝘂𝘁𝗲𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝘁𝗮𝗻𝘁𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗱𝗶𝘀𝗳𝗿𝘂𝘁𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝘀𝘂𝘆𝗮.



𝗥𝗲𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀

Feuerbacher, E. et al. (2025). Optimising Puppy Socialisation-Short- and Long-Term Effects of a Training Programme during the Early Socialisation Period. Applied Animal Behaviour Science.

Sommerville, R. et al. (2023). Ontogeny of object play in puppies. Animals.

Howell, T. et al. (2019). Puppy parties and beyond: the role of early puppy classes in behaviour development. Journal of Veterinary Behavior.

Salonen, M. et al. (2023). Breed, age and puppyhood socialization linked to canine personality. Scientific Reports.

Altomare, L. et al. (2023). Early Neurological Stimulation in Puppies: Effects on behaviour and affiliative responses. Applied Animal Behaviour Science.

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