29/07/2025
Sobre la Rima y la Métrica en la Poesía Infantil: Tendencias que Reinventan la Palabra
Entre versos y juegos de palabras: cómo la poesía infantil del siglo XXI, desde sus rimas tradicionales hasta el verso libre, refleja una evolución silenciosa en el arte de escribir para los más pequeños. Un recorrido por sus formas, sus sonidos y sus silencios, que dice tanto de la infancia como del lenguaje que la nombra.
Por Marco Antonio Román Encinas
HoyLunes – En el artículo «Algunas consideraciones sobre la métrica de la poesía infantil española contemporánea», del 2016, Ángel Luis Luján Atienza afirmaba que no existía «un estudio sistemático sobre la métrica de la poesía infantil». Dicha afirmación, a la fecha, no ha perdido vigencia y es aplicable para la realidad de los estudios literarios en el Perú y tal vez en el resto de Hispanoamérica.
Luján Atienza se propone mostrar algo que logra en dicho artículo: cómo en la poesía infantil española de los últimos años «se aprecian innovaciones en el nivel métrico» y también se propone constatar «que la poesía infantil explota, en mayor medida que la dirigida a un público adulto, las posibilidades sonoras y rítmicas del verso» (2016, p. 25).
Señala también Luján Atienza que «la rima sigue siendo el procedimiento preferido de este tipo de poesía, hasta el punto de que en ocasiones se impone sobre cualquier otro procedimiento métrico para garantizar el ritmo…» (2016: 61). El investigador español cita varios poemas en su estudio de los que escogí dos para reproducirlos aquí que fueron los que mejor impresión me causaron.
El primero es «La chicharra», del libro Un ave azul que vino de las islas del sueño (1996), de Carlos Murciano, y que se compone de estos versos: «El valle y la sierra / sierra la chicharra / con su voz de tierra. // Se agarra, se aferra / al barro del cerro / para dar más guerra // Qué juerga, qué farra. / Su garra rasguea / la ronca guitarra // Chirría, chorrea / el chorro terrible / de su verborrea. // Y no se acatarra / su horrible berrido / desbarra, desgarra // Arrecia el chirrido. / ¡Chicharra macarra! / Me encierro, aburrido» (2016, p. 57).
El segundo poema es el «Ovillejo de la oveja vieja», del libro Lo que Noé no se llevó, de Enrique Cordero Seva, que está constituido de estos versos: «–¿Por qué bala aquella oveja? / –Se queja. // –¿Es que no tiene pareja? / –Es vieja // –¿Y no hay novio que la escoja? / –Es coja // –Ahora entiendo su congoja: / perdió su antigua frescura, / y en su amarga desventura, / se queja por vieja y coja» (2016, p. 58).
En los países de habla hispana, la tendencia observada por Luján Atienza para España en el uso de la rima y la métrica en poesía infantil es semejante, según lo observado en el artículo «El niño dibujado en el verso: aproximaciones a la nueva poesía infantil en la lengua española», de Felipe Munita, quien se propone en su estudio analizar «las tendencias formales y temáticas observadas en once títulos galardonados [entre el 2004 y el 2011] en dos de estos premios [“Premio Hispanoamericano de
Poesía para Niños”, convocado por el Fondo de Cultura Económica y la Fundación para las Letras Mexicanas, y el “Premio Internacional de Poesía para Niños Ciudad de Orihuela”, convocado por la Editorial Kalandraka y el Ayuntamiento de Orihuela], con el objetivo de establecer un panorama general que permita esbozar las principales características de este corpus poético» (2013, p. 105).
Sobre la métrica, Munita señalará: «El tipo de verso más utilizado en estos libros es el octosílabo, seguido del heptasílabo y, en menor proporción, de hexasílabos y endecasílabos»; también hablará de un «extendido uso del verso libre» en cuatro títulos de los once que conforman el corpus materia de estudio.
Con relación al uso de la rima sostendrá que dicho «recurso fónico sigue siendo muy recurrente», aunque no se emplea en cuatro de los once libros estudiados, y «si lo hacen, es un recurso muy puntual y esporádico». En los siete «títulos restantes, en cambio, le otorgan a la rima un lugar central en la arquitectura de los textos», predominando en tres de ellos «la vertiente asonante» y en los otros cuatro, la consonante (2013, p. 110).
En un artículo del 2022, titulado «Recursos formales en la poesía infantil en español del siglo XXI», Eduardo Santiago-Ruiz se propuso como objetivo «determinar, mediante un estudio literario y estadístico, cuáles son los recursos formales más utilizados en la poesía infantil actual»; para ello se concentraría en analizar «el tamaño del verso, la forma general del poema (prosa poética, verso libre y métrica) y el uso de la poesía visual». Para ello, el investigador estudiará un corpus compuesto por «los ganadores del Premio hispanoamericano de poesía infantil», el cual «está integrado por 16 libros [publicados entre el 2004 y el 2019] y 423 poemas».
Y uno de sus hallazgos fue el siguiente: «El verso libre es la forma más abundante, pues representa el 69% del corpus analizado. Por otra parte, la métrica es el 23%, una importante reducción si se toma en cuenta que fue casi omnipresente en las décadas anteriores». También refiere lo siguiente: «es notoria la aparición de la poesía en prosa con 8%» (2022, p. 😎.
Voy a reproducir aquí dos poemas destacados de los citados por Santiago-Ruiz en su estudio. El primero es el titulado «Mamboretá», del libro Ema y el silencio (2016), de Escudero-Tobler, y que dice así: «Mamboretá mamboretá, / perá perá, ¿no e’? / Mamborecuá, / ¿mamborecuá? / Palo palito e’ / ¿Será? / Mamboreté / ¿Mamborequé? / Mamboretero / tamborilero» (2022, p. 10).
El segundo es el titulado «El mar», del libro del mismo nombre (2020) escrito por Micaela Chirif y que dice así: «El mar no es un río / El mar no duerme / El mar no tiene uñas ni pierde las hojas con el frío / El mar no tiene plumas / El mar no se peina ni sabe subir escaleras / El mar no viaja / El mar no muere / El mar suena suena suena / El mar tiene la misma forma de día y de noche / El mar es grande como el mar / Si unes los puntos verás la forma del mar / Si no ves nada es porque estás dentro del mar» (2022, p. 11).
Este cambio que se observa en el lapso de nueve años (si solo tomamos en cuenta los estudios mencionados) y que muestra una variación en la preferencia por el uso de un tipo de verso determinado en la poesía infantil es comprensible y sigue a destiempo la ruta experimentada por la poesía para adultos de vanguardia de inicios del siglo XX que rompió también con la rima y la métrica tradicionales para incorporar el verso libre como una de sus modalidades que luego se hizo predominante, al punto de casi extinguir el uso de la rima y el metro.
Algo similar se puede decir del verso en prosa que también se usó durante la vanguardia, aunque su empleo no fue masivo como ocurre igualmente con el corpus de la poesía infantil estudiado por Santiago-Ruiz.
Bibliografía
Garralón, A. (2016). Historia portátil de la literatura infantil. Panamericana Editorial.
Luján Atienza, Á. L. (2016). «Algunas consideraciones sobre la métrica de la poesía infantil española contemporánea». Rhytmica 14, 23-63. https://tinyurl.com/3eyyxzvc
Munita, F. (2013). «El niño dibujado en el verso: aproximaciones a la nueva poesía infantil en la lengua española». Anuario de Investigación en Literatura Infantil y Juvenil 11, p. 105-118. https://tinyurl.com/3e3zf2rx
Santiago-Ruiz, E. (2022). «Recursos formales en la poesía infantil en español del siglo XXI». Revista de Estudios sobre Lectura, 21(2). https://tinyurl.com/t2u5zzhk
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