05/08/2025
Modos, usos y costumbres de otra epoca.(1)
No era propio jarbegá pa la feria, (no se está en casa) se sale en bora pronto y la mayoría sale en el barrío de las casetas, como no fuese un reó a la fachada para que no digan y poco más.
Hoy en día la moda, las redes sociales y el mercado marcan las tendencias en tratamientos y cortes capilares que las grandes profesionales en peluquería de valverde, se afanan en elaborar. antes,como ahora pero con muchisima menos frecuencia, los hombres se zocolaban en las barberías cuando llegaba una fiesta y no eras un Zaragutan, también había que embirmar a los que venían del campo con los pelos como estropajos y que había que meter a carril, por esas fechas las maquinillas y tijeras echaban humo, las barberias eran más que un sitio donde pelarse, en ellas se ponian al día de carteles taurinos y avatares futbolisticos, de perdigones, chaparras y bebeeros.
las mujeres, para evitar estar greñuas o como la Chue, era costumbre si tenían el pelo corto, echarse una permanente, recuerdo cuando mi madre se la hacia en casa, alguna vecina le ponía los canutillos y le empapaba el pelo con un líquido que se llevaba después varios días en el ambiente, evidentemente no he salido a ella en cuanto a fortaleza en el pelaje porque aquel líquido seguro que quemaría hasta el casco, después un gorro de baño y todo el día como omita.
Las de melenas, lo más recurrente era el minirulo, con el pelo humedo se peinada hacia un lado y pasada unas horas se cambiaba el sentido y a lucir a lo Carmen Sevilla, Sarita Montiel o alguna del cine americano de la época, auténticas influences que se veían en el cine del Poyo o en el Zarza Mora, ambas modalidades permitían dada su duración hacer las tareas de casa y era frecuente ver barrer la puerta de la calle con el minirulo o el gorro de baño, mi madre incluso aparaba y habia wuien iba a la fabrica. los productos se compraban en las droguerías perfumerías de aquel tiempo, las grandes superficies dieron al traste con ellas aunque nunca igualaron su oferta
Para la feria, si había posibles y no tenias gurrumia, o si la alcancija ,(sana costumbre que se sigue utilizando y que se abre siempre pa feria) era generosa, los hombres se echaban un terno nuevo, si no, uno heredado de algún tío difunto de similar talla y a jui. Las señoras casi todas cosian y con unos retazo se hacían unos modelitos que levantaban pasiones, si se podía, se contrataba una modista de las muchas que había, entre las que se podían encontrar verdaderas maestras que por módico precio y el café por la tarde, te cosian que ya quisiera el mismísimo Balenciaga tenerlas en su atelier o se compraban un modelito en las tiendas de tejidos y confección.
Después se hacían alguna que otra foto en el puente nuevo, zona de esparcimiento de la época, en el caballo del retratista o en la ola y en los caballitos subibaja con las chiquillas por feria, se paseaba por la plaza a los sones que la banda de musica ofrecia los domingos desde el Templete, los hombres se tomaban un puchero, las mujeres una gaseosa San Jorge y todo el mundo contento.
Los jueves era "femina" una práctica gracias a dios en deshuso que consistía en los señores podian invitar gratis a una señoría al cine si lo acompañaba y como estamos en esta pícara tierra, se entraba con el primero que invitaba y pasando las cortinas si te he visto no me acuerdo.
Una buena olla de caldos era el complejo vitaminico B de aquel tiempo, te levantaban con el cuerpo malencachao después de la noche de feria y un vaso de cardo hirviendo te ponia las pilas, nunca comprendí eso que el caldo como para destetar monos era msno de santo, yo nunca pude con la comida caliente aunque se que así es a gusto de toa la gente, Tomates rajaos con sal, una poquita de morcilla negra, pargo con aceite y vinagre, un picadillo de caballa cuando venían a la plaza, gazpacho majao en el dornillo, melones debajo de la cama, nata de la leche sobre rebanada de pan con una poquita de azúcar.....y todo a temperatura ambiente que es como resaltan los sabores, después se olía a ello en el valle de la fuente gracias a los recotrios esos irutos que olían más que la morcilla
Y así se pasaba la vida que era en absoluto color, aunque en la lejanía del tiempo y el no haberlo vivido parezca que era en blanco y negro o Sepia que es un color que siempre me recuerda a la jivia.
Muchos de estos recuerdos no los tengo como tales en mi mente, otros los vivi inmensamente