04/06/2025
𝗛𝗔𝗕𝗟𝗔 𝗟𝗔 𝗠𝗔𝗗𝗥𝗘 𝗗𝗘 𝗨𝗡𝗢 𝗗𝗘 𝗟𝗢𝗦 𝗧𝗢𝗥𝗢𝗦 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗖𝗢𝗥𝗥𝗜𝗗𝗔 𝗗𝗘𝗟 𝗗Í𝗔 𝟳
A la vaca Tomasa no le gusta que su hijo salga de la finca. Sabe que no se irá solo, que lo hará acompañado por cinco o seis amigos, pero le preocupa que una vez fuera se olvide de volver, como le ha pasado con otros hijos. «Si yo lo comprendo, que tienen que echar a volar, salir de las faldas de su madre y vivir su vida, pero es que se van de fiesta y luego si te he visto no me acuerdo, y ni me llaman, ni me escriben ni vienen a verme...».
Tan solo uno de sus hijos regresó a la finca. «Mi Valentín es el único que regresó y ya no se quiso volver a ir. Si es lo que yo le dije, pero dónde vas a estar mejor, criatura, dónde vas a estar mejor que aquí. Eso sí, me vino hecho un eccehomo, dije pero criatura dónde te has metido, qué te ha pasado, qué te han hecho, dice nah, una discusión, una peleilla... Sí, sí... Una peleilla, una peleilla..., me traía el lomo que eso parecía una carnicería, si casi me lo matan, ay cómo vino, eso era para verlo, seis meses estuvo recuperándose la criatura, seis meses...».
Tomasa sólo tiene palabras de agradecimiento hacia Villafranca por invitar a su hijo a participar en el festejo del sábado. «Mi Rebujito es un toro muy guapo y muy bueno, ya lo verán –dice orgullosa de su hijo, un morlaco de 450 kilos de peso, negro zahíno, cuellilargo, astifino y alto de agujas–, lleva toda la vida preparándose. Yo sé que en Villafranca gustan mucho los toros y no va a pasarle nada a mi Rebujito, por ese lado estoy muy tranquila. Yo sólo quiero que se lo pase bien, que disfrute y que se divierta».
Aunque también, como madre, muestra su preocupación ante cualquier contratiempo que pueda surgir. «Las madres siempre sufrimos por nuestros hijos, pero las vacas mucho más. En la vorágine de una fiesta, siempre se puede herir a alguien sin querer. La gente no lo sabe, pero la vida de una vaca es muy sacrificada, muy sacrificada», asegura.
Tomasa se despide enviando un saludo a todo el público taurino de Villafranca. «Un saludo muy grande a toda la afición taurina de Villafranca. Ahí os mando a mi niño. Tratádmelo bien. Cuidádmelo mucho, eh!».