
10/08/2025
“FUI AL ESPACIO Y DESCUBRÍ UNA ENORME MENTIRA”
Conoce la falsedad de la cual, tras pasar 178 días en el espacio observando la Tierra, un astronauta de los Estados Unidos pudo percatarse
Por William Pardo
Cuando Ron Garan, antiguo piloto de F-16 y exastronauta de la NASA pasó 178 días en el espacio, experimentó un profundo cambio cognitivo conocido como el “efecto de visión general”.
Un fenómeno, muy común entre los astronautas, que implica una sensación de asombro, una profunda conexión con la humanidad y el planeta, y una mayor conciencia de la fragilidad de la vida y la interconexión de los problemas globales
El tiempo transcurrido por Garan en la Estación Espacial Internacional (EEI), le dio al astronauta una perspectiva única sobre nuestro planeta y lo llevó a una revelación significativa.
Una de sus observaciones más impactantes, fue la extrema delgadez de la atmósfera de la Tierra. La describió como “tan fina como un papel” y crucial para mantener la vida en el planeta.
“Cuando miré por la ventana de la Estación Espacial Internacional, vi la increíble delgadez de la atmósfera de nuestro planeta”, contó el navegante espacial en su momento.
Una constatación, que le impactó profundamente, subrayando la fragilidad de nuestro sistema de soporte vital. Aunque, también, percibió a la Tierra como una “biosfera iridiscente repleta de vida”.
Desde el espacio, no podía ver fronteras, economías, ni otros constructos que a menudo dominan las preocupaciones humanas. En vez, vio un sistema vibrante e interconectado de vida. Visión, que le llevó a cuestionarse muchas de las prioridades y sistemas que rigen la vida en la Tierra.
Pero, quizás, la comprobación más significativa llevada a cabo por el hombre que ha acumulado más de 114 millones de kilómetros viajando en 2.842 órbitas alrededor de la Tierra, fue que la humanidad está viviendo bajo el influjo de una gigantesca “mentira”.
Señalando, que los sistemas creados por el hombre, tratan absolutamente todo –incluidos los sistemas de soporte vital de la Tierra– como simples elementos anexos, sujetos a los influjos de la economía global.
“No vi la economía”, afirmó. Añadiendo, que “es obvio, desde el punto de vista del espacio, que estamos viviendo una mentira”. Perspectiva, que sugiere que nuestras actividades económicas a menudo pasan por alto los costos ambientales, poniendo en peligro la salud del planeta.
“Necesitamos pasar de pensar en economía, sociedad y planeta, al modelo de planeta, sociedad y, por último, la economía”, afirmó Garan. Un cambio, que es esencial para continuar con nuestro proceso evolutivo, y asegurar el bienestar del planeta.
Pero, no solo Garan ha experimentado tales emociones, otros astronautas también han compartido sentimientos similares. Michael Collins, de la misión Apolo 11, describió la Tierra como “frágil” y “pequeña”, y Edgar Mitchell, de la Apolo 14, habló de la “explosión de conciencia” que se produce al ver la Tierra desde el espacio.
Demostrando, que la experiencia de observar la Tierra desde el espacio, tiene un impacto transformador sobre aquellos que tienen la dicha de vivirla. Creando en ellos, la urgente necesidad de una reevaluación colectiva, de todas y cada una de nuestras acciones.
A su regreso a la Tierra, Garan se convirtió en un defensor a tiempo completo de la sostenibilidad ambiental y la cooperación global. Enfatizando, la necesidad de cambiar nuestras prioridades económicas y sociales, para poner en primer lugar las necesidades propias del planeta.
El astronauta, se ha dedicado a crear conciencia sobre problemas ambientales y la interconexión de toda la vida, asegurando que la paz en la Tierra solo se puede lograr reconociendo la estructura interrelacionada de toda la realidad.
“No vamos a tener paz en la Tierra, hasta que reconozcamos el hecho básico de la estructura interrelacionada de toda la realidad”, enfatizó Garan.
A pesar de los desafíos, el antiguo astronauta mantiene la esperanza. Cree, que la humanidad puede evolucionar en conciencia, y abrazar una realidad más amplia.
Cambio, que podría llevar a un futuro donde ya no veamos al mundo con una mentalidad de “todos contra todos”, sino que comprendamos la verdadera realidad multidimensional del universo.
“Es ahí, cuando ya no estaremos más flotando en la oscuridad… un futuro, del que todos querríamos ser parte”, concluyó Garan.
La experiencia de este ser humano en el espacio, y sus reflexiones posteriores, ofrecen un recordatorio poderoso de la necesidad de priorizar la salud de nuestro planeta. Solo, adoptando una perspectiva planetaria y reconociendo la interconexión existente, podremos trabajar hacia un futuro sostenible y armonioso para todos.
Así, su mensaje sirve como un llamado a la acción, invitando a todos los habitantes del planeta –especialmente a sus líderes– a repensar sus prioridades y acciones, tomando en cuenta el contexto de nuestro maravilloso mundo, frágil e interconectado.
¿Alguna vez te has parado a imaginar cómo sería ver la Tierra desde esa perspectiva? Aunque eso no suceda, la visión de Garan nos recuerda que cada elección, desde el consumo de energía hasta el uso de sus recursos, es un paso hacia la preservación o la destrucción de esta delicada “joya planetaria” que llamamos hogar…