23/09/2025
𝐒𝐀𝐍𝐓𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐃𝐈𝐀
𝑺𝒂𝒏 𝑷𝒊́𝒐 𝒅𝒆 𝑷𝒊𝒆𝒕𝒓𝒆𝒍𝒄𝒊𝒏𝒂
𝑩𝒊𝒐𝒈𝒓𝒂𝒇𝒊́𝒂 𝒅𝒆 𝑺𝒂𝒏 𝑷𝒊́𝒐 𝒅𝒆 𝑷𝒊𝒆𝒕𝒓𝒆𝒍𝒄𝒊𝒏𝒂
Francisco Forgione de Nunzio, hijo de Grazio María y de María ,Josefa, nació en Pietrelcina, provincia de Benevento (Italia), el 25 de mayo de 1887; fue bautizado al día siguiente en la iglesia arciprestal de Santa María de los Ángeles; y en 1899 recibió la primera comunión a la edad de 11 años, y el 27 de septiembre, a los 12, el sacramento de la confirmación. A la edad de 5 años prometió «fidelidad» a San Francisco de Asís (..4 de octubre) y comenzaron para él los primeros fenómenos místicos: éxtasis, visiones del Señor, de la Virgen María, de San Francisco, del Ángel Custodio..., que no comunicó a nadie hasta el año 1915, porque «creía que eran cosas ordinarias que sucedían a todas las almas».
𝙄𝙣𝙜𝙧𝙚𝙨𝙤 𝙖 𝙡𝙤𝙨 𝙘𝙖𝙥𝙪𝙘𝙝𝙞𝙣𝙤𝙨, 𝙩𝙤𝙢𝙖 𝙙𝙚 𝙝𝙖́𝙗𝙞𝙩𝙤 𝙮 𝙤𝙧𝙙𝙚𝙣𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣
El 22 de enero de 1903 vistió el habito capuchino en Morcone y recibió su nuevo nombre: fray Pío de Pietrelcina. Emitió los votos religiosos temporales en esa localidad el 23 de enero de 1904, y los perpetuos, en San Ella en Pianisi el 27 de enero de 1907. Cursó los estudios de filosofía y teología en los centros de formación que los capuchinos de la provincia de Foggía tenían en San Ella en Pianisi, San Marco la Cátola, Serracapriola y Montefusco; y, en su camino hacia el sacerdocio, recibió las órdenes menores en Benevento el 19 de diciembre de 1908, el subdiaconado dos días después, el 21 de diciembre, en la misma ciudad, el diaconado en Morcone el 18 de julio de 1909, y la ordenación sacerdotal en Benevento el 10 de agosto de 1910.
𝙀𝙨𝙩𝙞𝙜𝙢𝙖𝙨, 𝙛𝙖𝙢𝙖 𝙢𝙪𝙣𝙙𝙞𝙖𝙡, 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙧𝙤𝙫𝙚𝙧𝙨𝙞𝙖𝙨 𝙮 𝙥𝙧𝙤𝙝𝙞𝙗𝙞𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨
El 18 de septiembre de 1918 recibió las «llagas» en manos, pies y costado. Este y otros carismas extraordinarios le obtuvieron muy pronto una fama mundial, pero le acarrearon también un sinfín de problemas. Graves calumnias, también de algunos que tendrían que buscar y defender con más celo la verdad, motivaron, en los años 1922 y 1923, las primeras disposiciones del Santo Oficio, que además de declarar que no constaba la sobrenaturalidad de los hechos, imponía serias restricciones al ministerio pastoral del padre Pío.
𝙇𝙚𝙜𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙋𝙖𝙙𝙧𝙚 𝙋𝙞́𝙤
En su proyecto por llevar el Evangelio y la voz del padre Pío a todo el mundo —deseo que había expresado en vida el fraile de Pietrelcina— los capuchinos de su provincia de Foggia pusieron en funcionamiento «Radio Tau-La Voz del Padre Pío», y consiguieron que su señal alcanzara a toda la región de los Abruzzos y a Bari. En el año 2000, esta emisora de radio adquirió, primero, un »canal audio» del satélite Eutelsat, en la frecuencia 12673, que le permite llegar a toda Europa y a los países bañados por el Mediterráneo, y, después, en el mes de septiembre, en internet, el portal, con el que sus emisiones pueden ser seguidas en todo el mundo. El 2 de mayo del año 2001, segundo aniversario de la beatificación del padre Pío, cambió de nombre, para llamarse en adelante «Tele Radio Padre Pío».
𝙈𝙪𝙚𝙧𝙩𝙚 𝙮 𝙫𝙚𝙣𝙚𝙧𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙙𝙚 𝙨𝙪𝙨 𝙧𝙚𝙨𝙩𝙤𝙨
El padre Pío murió, casi de forma inesperada, a las 2:30 del día 23 de septiembre de 1968; la «hermana muerte» borró de su cuerpo todo rastro o cicatriz de las «llagas»; y sus restos mortales, enterrados allí, a las 10 de la noche del 26 de septiembre, después de recibir durante 4 días las manifestaciones de afecto y las súplicas de miles de devotos, de desfilar durante 3 horas por las calles de San Giovanni Rotondo y de una concurridísima misa de funeral al aire libre, al atardecer de ese día 26, son venerados cada día por miles de peregrinos en la cripta que se preparó, unos meses antes, con esta finalidad, exactamente debajo del altar mayor del santuario de Nuestra Señora de las Gracias, y —son llamativas las coincidencias— que fue bendecida a las 11 de la mañana del día 22 de septiembre, víspera de su muerte, al mismo tiempo que la primera piedra del monumental Vía Crucis que recorre varios cientos de metros por las estribaciones del monte Gárgano, obra del conocido escultor Francisco Messina.
𝘽𝙚𝙖𝙩𝙞𝙛𝙞𝙘𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙮 𝙘𝙖𝙣𝙤𝙣𝙞𝙯𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣
El 20 de marzo de 1983, después de un trabajo minucioso de 15 años para buscar y organizar la documentación pertinente, se abrió la causa de canonización del padre Pío, que, en el proceso diocesano, en Manfredonia, duró hasta el 21 de enero de 1990.
El 21 de diciembre de 1998, Juan Pablo II, reunido con la Congregación de las Causas de los Santos, aprobó el decreto sobre la autenticidad del milagro; y ese mismo día se comunicó la fecha de la beatificación. El 2 de mayo de 1999, en una solemne y multitudinaria ceremonia que presidió Juan Pablo II en la plaza de San Pedro de Roma y que las emisoras de radio y de televisión transmitieron al mundo entero, la Iglesia reconoció la santidad del padre Pío de Pietrelcina y lo declaró beato. [El 16 de junio de 2002, Juan Pablo II canonizó a Pío de Pietrelcina en una celebración en la plaza de San Pedro de Roma].