22/08/2025
22 de Agosto día de Nuestra Virgen María Reina de todas las naciones.
"ORA PRO PACE"🙏
María Reina, Puerta de Paz para el Mundo
En este 22 de agosto, día en que la Iglesia celebra la memoria litúrgica de la Santísima Virgen María como Reina del Cielo y de la Tierra, el llamado del Papa León XIV a una jornada mundial de ayuno y oración por la paz resuena como un eco urgente en el corazón de la humanidad. No es una convocatoria más; es una súplica espiritual que nos invita a detenernos, a mirar al cielo y a volver el alma hacia la fuente de la verdadera reconciliación.
María, coronada como Reina, no es una figura distante ni simbólica. Es madre, intercesora, y testigo silenciosa de las heridas del mundo. Su reinado no se impone con poder terrenal, sino con ternura, compasión y fidelidad. En ella, la Iglesia reconoce el modelo perfecto de entrega, humildad y paz. Por eso, orar junto a María es abrir el corazón a una paz que no nace del silencio de las armas, sino del perdón que sana, del amor que une, y de la fe que transforma.
El Papa nos recuerda que “sin perdón nunca habrá paz”. Esta afirmación, tan sencilla como radical, nos confronta. ¿Cuántas veces hemos buscado la paz sin estar dispuestos a perdonar? ¿Cuántas veces hemos deseado justicia sin ofrecer misericordia? El ayuno que hoy se propone no es solo abstenerse de alimento, sino de orgullo, de indiferencia, de rencor. Es un acto de purificación interior que nos prepara para ser instrumentos de paz en nuestras familias, comunidades y naciones.
En este día, la oración se convierte en puente. Un puente entre culturas, entre credos, entre corazones heridos. Al elevar nuestras voces junto a María, Reina de la Paz, nos unimos en una sola intención: que cesen los conflictos, que se escuchen los clamores de los inocentes, que se abran caminos de diálogo y reconciliación.
Cada maestro, cada líder, cada creyente, se convierta en sembrador de paz. Que nuestras palabras eduquen para la esperanza, que nuestras acciones reflejen el Evangelio, y que nuestra fe sea luz en medio de la oscuridad.
Hoy, más que nunca, el mundo necesita corazones que oren, que ayunen, que perdonen. Que como María, digan “sí” al llamado divino de ser portadores de paz. Porque en cada gesto de amor, en cada acto de reconciliación, el Reino de Dios se hace presente. Y María, nuestra Reina, camina con nosotros.
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