13/10/2025
En el Puerto San José uno aprende que escuchar vale más que opinar y acompañar pesa más que figurar. Cuando camino por las colonias, por los negocios de la playa o entre los pescadores al amanecer, confirmo algo que siempre he creído: la gente no pide aplausos, pide que alguien esté presente, de frente y sin excusas.
Estos días he compartido con familias, jóvenes emprendedores, lancheros y vecinos que, lejos de quejarse, buscan cómo salir adelante. Y ahí es donde uno entiende que servir no es un cargo, es una actitud. No se trata de aparecer en una foto, sino de estar cuando toca, aunque nadie esté viendo.
Puerto San José tiene gente trabajadora, con dignidad y carácter. Escucharlos no es un favor, es una responsabilidad que asumo desde lo humano, no desde un escritorio. Porque cuando uno conoce las historias de cerca, entiende mejor lo que vive la gente y cómo se sienten en su propia tierra.
Seguimos caminando, observando, aprendiendo y estando presentes. Sin etiquetas, sin campañas y sin colores. Solo con el compromiso de no darle la espalda a nuestra propia comunidad.