
20/06/2025
Una historia que muchos hombres necesitan leer…
Un día, un hombre fue a visitar a su padre con una decisión tomada.
—Ya no quiero seguir con mi esposa —le dijo sin rodeos—.
Ya no es como antes… ha cambiado.
Ha envejecido, ya no se arregla, ya no cuida su cuerpo.
Siento que merezco a alguien mejor… alguien más joven, más atractiva.
El papá lo escuchó con calma. Y solo le dijo:
—Déjame ir a tu casa mañana. Quiero verla con mis propios ojos.
Si tienes razón… te apoyo.
Al día siguiente, el hombre fue a visitarlos.
Observó a la mujer mientras preparaba el café…
Mientras recogía los juguetes del suelo…
Mientras sonreía, aunque se notaba que estaba agotada.
No dijo nada. Solo se fue.
Pasaron unos días, y el padre llamó a su hijo.
—Tienes razón, hijo. Esa mujer ya no se ve como antes.
Ya no brilla igual.
Pero encontré a alguien perfecta para ti. Vive en un lugar llamado “Ragoh”.
—¿Ragoh? ¿Dónde está eso? —preguntó el hijo.
El padre respiró profundo…
—Ragoh se escribe al revés. Es H-O-G-A-R.
Esa mujer que buscas… ya está contigo. Solo que dejaste de verla.
Es la misma que estuvo a tu lado cuando no tenías nada.
La que cambió su cuerpo para darte hijos.
La que envejeció contigo, no por descuidada… sino por amor.
No es ella quien perdió la belleza.
Fuiste tú quien dejó de mirar con amor.
Porque cuando se deja de mirar con el corazón, todo empieza a parecer “feo”.
Y cuando alguien es regado solo con indiferencia… hasta la flor más linda se marchita.
Una mujer no rejuvenece con cirugías.
Rejuvenece cuando se siente amada, valorada, respetada.
¿Quieres ver a una mujer hermosa otra vez?
Haz que la tuya vuelva a sentirse especial.
—Susana Rangel 💅🏻☕️✍️💬