29/07/2025
Una triste historia desde un caserío de la aldea Suntelaj de San Miguel Acatán, Huehuetengo.
Un día como cualquier otro, marcado por la esperanza del regreso a clases, un pequeño de nuestra comunidad se levantó muy temprano. Con la ilusión, se alistó para ir a la escuela, soñando con aprender, reír y convivir con sus compañeros.
Sin embargo al llegar a clases, su maestra notó que no llevaba sus útiles escolares, y sin saber lo que vendría, le pidió que regresara a casa por ellos.
El niño obediente y con ganas de seguir aprendiendo, volvió a su hogar. Pero al llegar, no encontró a sus padres ni a ningún miembro de su familia. Con la urgencia del momento, intentó subir al techo y lavantar las láminas pegadas al tablón.
Lamentablemente en ese intento resbaló. Perdió el equilibrio y también la vida.
Una tragedia que ha dejado un profundo dolor en su familia y en toda la comunidad.
A veces pequeños descuidos traen consecuencias irreparables.
Esta historia nos recuerda lo frágil que puede ser la vida de nuestros niños y la importancia de velar siempre por la seguridad.
San Miguel Acatán 29 de julio del 2025
CREDITO A QUIEN CORRESPONDA.
Fuente/foto. Redes sociales.
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