
07/07/2025
𝐋𝐚 𝐬𝐞𝐫𝐩𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐧𝐭𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐊𝐚𝐣 𝐉𝐮𝐲𝐮𝐛'.
En el místico municipio de Rabinal, Guatemala, se eleva hacia el cielo el majestuoso cerro Kaj Juyub', imponente guardián de las tierras ancestrales de los Rabinaleb. Sus laderas, tejidas con siglos de historia, son el lienzo donde la tradición oral ha pintado relatos y leyendas que perduran hasta el día de hoy. Desde portales dimensionales y animales mágicos hasta los traviesos duendes, el Kaj Juyub' es un crisol de misterios y maravillas.
Entre las más fascinantes historias que susurran los ancianos, se encuentra el relato de la Serpiente Dorada. No es una criatura común; es un ser mítico que se manifiesta solo ante aquellos a quienes el cerro elige. Los afortunados que la encuentran la describen como un reptil resplandeciente, cuya piel irradia el brillo del sol poniente y cuyos ojos guardan la sabiduría de milenios. Lo más asombroso es que esta serpiente tiene el don de la palabra, y su voz, se dice, es tan melódica como el viento entre los pinos y tan profunda como el rugido de la tierra.
Hay quienes creen que la Serpiente Dorada es la manifestación de un espíritu ancestral que protege el Kaj Juyub', un guardián de la naturaleza que vela por el equilibrio del ecosistema y la prosperidad de su gente. Otros, en cambio, la ven como una encarnación del misterio mismo, un ser que habita en la delgada línea entre el bien y el mal, capaz de ofrecer tanto bendiciones como pruebas.
Para aquellos valientes que logran verla y entablar conversación con ella, si resisten el impacto sobrecogedor de su presencia, se les concede un regalo inigualable: la bonanza y la prosperidad económica. Sin embargo, este obsequio no es gratuito. A cambio de una vida de abundancia, el alma de la persona, al fallecer, se unirá para siempre al cerro. Será absorbida por la tierra sagrada del Kaj Juyub', convirtiéndose en parte de su esencia, en un guardián silencioso que continuará velando por las generaciones futuras.
Así, el cerro Kaj Juyub' no es solo una elevación geográfica; es un ser vivo, un depositario de almas y un testigo eterno de los pactos entre lo humano y lo divino. ¿Te atreverías a buscar la Serpiente Dorada y conocer tu destino?