
12/02/2025
En un mundo lleno de desafíos y sufrimiento, Jesucristo nos enseñó la verdadera esencia del amor y la compasión. Él no solo predicó sobre el amor, sino que lo vivió en cada acto de su vida. Sanó a los enfermos, perdonó a los que le hicieron daño y extendió su mano a los más necesitados. Su amor no tiene límites, y su compasión trasciende cualquier barrera humana.
Jesucristo nos invita a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, a ser compasivos con los demás, especialmente con aquellos que más lo necesitan. Nos recuerda que cada pequeño acto de amor, por más insignificante que parezca, tiene un impacto eterno.
Hoy, más que nunca, necesitamos practicar la compasión y el amor de Jesucristo. Al seguir su ejemplo, podemos sanar corazones, construir puentes y hacer del mundo un lugar más amable. Que en cada acción, palabra y pensamiento, reflejemos su amor infinito.
"Amarás a tu prójimo como a ti mismo." – Mateo 22:39