18/09/2025
Devocional #400
18/09/2025
La Bendición del Justo.
“El justo come hasta saciar su alma; más el vientre de los impíos tendrá necesidad”. Proverbios 13:25.
Unas de las características de la comida es el hecho de que nos sirve para saciar el hambre, alimentarnos, nutrirnos, darnos energía, nos ayuda a crecer, nos protege de enfermedades, etc.
Lamentablemente vivimos en una época donde no todas las personas, en todas las partes del mundo tienen acceso a una ración de comida al día como mínimo, por lo que otras tienen de sobra que hasta se dan el lujo de desperdiciarla.
La comparación que hace el proverbista es de dos clases de personas que tienen en sus manos la capacidad acceder a los alimentos.
Por un lado, está el justo, que se define como una persona que puede comer al grado de saciar hasta su alma, no digamos su vientre, y es que, cuan interesante es poder comer hasta saciarse, lo que hace mitigar el hambre, y aquí no se refiere a un comer por comer, sino a una satisfacción plena, que puede definirse como comer algo sabroso, nutritivo y hasta agradable a la vista, lo que permite la saciedad no solo del estómago sino del alma, pues la satisfacción aquí es amplia.
Por otro lado, está la persona impía, que como producto de su mal proceder y de su naturaleza pecaminosa, su vientre, por más que coma, no logrará saciarse, pues siempre vivirá con temor, acusado por su propia conciencia y su comida no será bien aprovechada, pues, por más deliciosa o suculenta que pueda estar siempre su vientre tendrá necesidad.
A diferencia del justo, el impío no logra saciar su necesidad alimenticia en su estómago, menos será posible en su alma.
Cuán importante es andar rectamente delante de Dios, pues ello permitirá que nuestra conciencia se encuentre limpia y libre de temores que puedan inquietarnos y quitarnos la paz.
¿Logra usted saciar libremente su estómago?
¿Sus alimentos logran saciar todo su ser?
MI Catarina GT
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