30/08/2025
La Asociación Nacional de Organizaciones de Recursos Naturales advierte que la decisión representa un retroceso, pero insta a los guatemaltecos a mantener el hábito de separar los desechos.
La reciente resolución de la Corte de Constitucionalidad (CC) que declaró inconstitucional el Reglamento de Separación de Residuos Sólidos Comunes ha generado preocupación entre organizaciones ambientales. La Asociación Nacional de Organizaciones No Gubernamentales de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente (ASOREMA) calificó la medida como un retroceso para la gestión ambiental del país, al limitar un esfuerzo clave en el manejo responsable de la basura.
En su pronunciamiento, ASOREMA recordó que, más allá de la autonomía municipal, la Constitución garantiza a todos los guatemaltecos el derecho a un ambiente sano. Este derecho, subraya la organización, implica responsabilidades compartidas entre el Estado, las municipalidades, la sociedad civil y cada ciudadano.
Pese al fallo, la asociación hizo un llamado a la población a no abandonar la práctica de separar los residuos en sus hogares, comunidades y lugares de trabajo. “Separar la basura no es solo una norma, es un acto de amor por Guatemala. Cada botella, cada bolsa y cada cartón que clasificamos es un respiro menos de contaminación para nuestros ríos, nuestros bosques y nuestro aire”, enfatizó el comunicado.
ASOREMA insistió en que la separación adecuada de los desechos reduce la contaminación, facilita el reciclaje, protege los ecosistemas y contribuye a la salud de las familias. En ese sentido, aseguró que el compromiso ambiental no depende únicamente de un marco jurídico, sino de la conciencia ciudadana y de la voluntad de las comunidades para heredar a las futuras generaciones un país más limpio y sostenible.
“Demostremos que los guatemaltecos podemos ir más allá de las leyes cuando se trata de proteger nuestra tierra”, expresó la asociación, al tiempo que instó a la población a continuar clasificando su basura como un gesto de responsabilidad y esperanza.
La resolución de la CC abre un debate sobre el rol del Estado y las municipalidades en la gestión ambiental, pero también pone en evidencia que la lucha por un ambiente sano está en manos de todos. El futuro, concluyó ASOREMA, dependerá de lo que cada ciudadano decida hacer hoy en favor del planeta.