23/06/2025
El chisme y la Santidad Apostol Marco Aurelio Martinez
El chisme y la santidad son conceptos que, en el ambiente cristiano, se encuentran en polos opuestos. Mientras que la santidad busca reflejar el carácter puro y amoroso de Dios, el chisme lo denigra y destruye.
El Chisme: Una Antítesis de la Santidad:
El chisme se define como la conversación o rumor sobre los asuntos privados de otras personas, a menudo maliciosos o no verificados. Desde una perspectiva cristiana, el chisme es una acción pecaminosa que daña a la persona sobre la que se habla, a la persona que lo esparce y a la comunidad en general.
El chisme es mucho más que solo hablar de los demás; es una moneda social clandestina que se intercambia en susurros y miradas cómplices. Imagínalo como un virus verbal: se propaga rápidamente, muta la verdad a cada paso y deja un rastro de daño y desconfianza a su paso.
No es una simple conversación. Es una filtración no autorizada de información ajena, a menudo con la intención (consciente o inconsciente) de disminuir a alguien más, de engrandecerse uno mismo o simplemente de llenar un vacío con un drama ajeno. Es el arte de tejer historias alrededor de la vida privada de otros, usando hilos de suposiciones, medias verdades y, a veces, puras invenciones.
El chisme se opone a la santidad:
* Daño a la reputación: El chisme socava la reputación y el buen nombre de una persona. La Biblia valora la reputación (Proverbios 22:1: "Más vale el buen nombre que las muchas riquezas") y advierte contra el daño que la lengua puede causar.
* Falta de amor y empatía: La santidad implica amar a tu prójimo como a ti mismo (Marcos 12:31). El chisme, por el contrario, a menudo surge de la envidia, la crítica o el deseo de elevarse a expensas de otro, lo cual es contrario al amor.
* División y conflicto: El chisme siembra discordia y división. Proverbios 16:28 dice: "El hombre perverso siembra contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos." La santidad busca la unidad y la paz dentro de la comunidad cristiana.
* Hipocresía: Aquellos que se dedican al chisme a menudo no confrontan directamente a la persona sobre la que hablan. Esto puede ser una forma de cobardía y una falta de integridad, cualidades opuestas a la honestidad que la santidad exige.
* Distorsión de la verdad: El chisme rara vez es completamente veraz. Se basa en suposiciones, medias verdades o exageraciones, lo que lo convierte en una forma de falsedad, algo que Dios aborrece (Proverbios 6:16-19).
* Enfoque en lo negativo: La santidad nos llama a enfocarnos en lo que es "verdadero, noble, justo, puro, amable, digno de admiración, excelente o digno de alabanza" (Filipenses 4:8). El chisme, por su naturaleza, se enfoca en las fallas, debilidades o problemas de otros.
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