03/08/2025
¿Quiénes pueden ser padrinos?
Ser padrino en el Bautismo o la Confirmación no es solo un gesto simbólico, sino una misión dentro de la comunidad cristiana. La iglesia ha establecido requisitos claros para asegurar que los padrinos sean verdaderos testigos y guías en la fe.
El Código de Derecho Canónico señala: "Para que alguien sea admitido como padrino, es necesario que haya sido elegido por quien va a recibir el sacramento, por sus padres o por quien ocupe su lugar, que tenga capacidad para esta misión y la intención de desempeñarla" (CLC 872). Además, debe ser CATÓLICO, BAUTIZADO, CONFIRMADO y HABER RECIBIDO LA EUCARISTÍA, llevar una vida conforme a la fe y no estar impedido por una pena canónica (CIC 874).
San Agustín nos recuerda: "Nadie puede dar lo que no tiene" (Sermón 169). Por eso, quien asume esta responsabilidad debe ser un católico comprometido con su fe y en comunión con la Iglesia. Su testimonio es fundamental, pues el padrino no solo acompaña en la celebración del sacramento, sino en la vida cristiana.
Desde la antigüedad, la Iglesia ha insistido en que los padrinos sean modelos de vida cristiana. San Juan Crisóstomo decía: "Los padrinos deben ser capaces de instruir y educar en la fe a quienes reciben el sacramento" (Catequesis Bautismales). Esto implica no solo conocimiento, sino un compromiso real con el Evangelio.
En la Confirmación, la Iglesia sugiere que el padrino sea el mismo del Bautismo, fortaleciendo así la continuidad en la formación espiritual (CIC 893). Aunque en la Primera Comunión no se requiere padrino, si se elige uno, debe ser un católico practicante que ayude en el crecimiento en la fe.
Ser padrino es más que un honor, es una vocación dentro de la comunidad cristiana. La pregunta no es solo quién puede serlo, sino quién está dispuesto a vivir su fe de manera auténtica y acompañar a otro en su camino hacia Cristo.
Créditos a: Iniciación a la Vida Cristiana (Vía TikTok)
Gracias Diacono Daniel por su Catequesis el día de hoy.