26/07/2025
Cuando ya no les servís, se alejan... y eso también es una respuesta
Escuchame bien, a veces no necesitás que te griten que no te quieren, basta con que se alejen cuando ya no les servís. Porque la gente interesada no se va en silencio, se va cuando ya no puede sacar nada más de vos. Y eso también es una respuesta, aunque duela. Te lo digo claro: no estás perdiendo personas, estás viendo su verdadera intención. Cuando estás bien, tenés muchos rodeándote, pero cuando todo se complica, empezás a notar quién es quién. Aprendé a observar sin hablar, a alejarte sin escándalo, a callar y entender que no todo abandono es traición… a veces es liberación. Porque si alguien se fue cuando más lo necesitabas, no era tu gente. Si alguien solo estaba cuando vos tenías algo que ofrecer, no era compañía… era consumo. No te pongás triste por eso, ponete fuerte. Porque esas ausencias te enseñan más que mil palabras. Y no, no te volvás frío, pero sí más sabio. Porque la próxima vez que alguien se acerque, vas a saber qué mirar, vas a saber cuándo confiar y cuándo alejarte a tiempo. Vos no sos un banco emocional, no sos un salvavidas de emergencia, no sos un plato de segunda mesa. Sos alguien que merece estar rodeado de personas que estén cuando hay… y cuando no hay nada. Así que si alguien desapareció de tu vida cuando más lo necesitabas, no busqués explicaciones. Agradecé que se fue antes de seguir fingiendo. Porque los que se van cuando ya no les conviene quedarse… también te están haciendo un favor. No dolés por perderlos, dolés por haber confiado. Pero eso también se cura. Y cuando lo entendés, te prometo… ya nadie más te rompe.