15/08/2025
DE TODO EL UNIVERSO LE TOCÓ EL CAJERO CON LA TARJETA DE PADRE QUE HABÍA SIDO 💀
No todo es La Dato Protegido; A qué no se acordaban de esta joyita acapulqueña en el glorioso 2017, mientras Acapulco ardía en mil fuegos (metafóricos y, a veces, literales), surgió una historia que, por su pura y descarada genialidad, debería ser materia obligatoria en las escuelas de "emprendimiento" mexicano. Olvídense de los grandes capos; el verdadero "visionario" fue un humilde, pero audaz, trabajador del Servicio Médico Forense (SEMEFO).
Hablamos de Luis "N", nuestro "Dr. General" de la morgue, un técnico forense que, en un giro digno de una comedia de enredos macabra, decidió que la muerte no debía ser el final de las oportunidades financieras. Su brillante idea: "tomar prestada" la tarjeta de crédito de un "cliente" recién llegado a la morgue. Y no cualquier cliente, sino su propio padre, Joel "N", quien había sido hallado en una fosa clandestina. ¡Un genio de las finanzas post-mortem!
La escena del "crimen" (o de la "transacción", como prefieran) fue tan épica como mundana: una tienda de autoservicio en la Costera Miguel Alemán. Nuestro "Dr. General" Luis "N", con la confianza de quien no debe nada (o al menos, no a los vivos), intentó pagar sus compras con el plástico del difunto. Pero el destino, ese guionista cruel, tenía un giro inesperado: ¡el cajero era el otro hijo del fallecido! Imaginen la cara del cajero al ver el nombre de su padre en la tarjeta, mientras el "Dr. General" Luis "N" intentaba pasarla como si nada.
La policía auxiliar, con una eficiencia que solo se ve en los casos más absurdos, detuvo a nuestro "visionario". Se le acusó de robo y "simulación de documentos equiparados". Pero aquí viene lo mejor de la justicia mexicana: como el robo de una tarjeta de un cadáver no es un "delito grave" (porque, claro, el mu**to no se queja), Luis "N" fue liberado en ¡48 horas! Sí, leyó bien. Menos tiempo del que tarda en llegar una pizza a domicilio.
Y la cereza del pastel: al día siguiente de su liberación, el "Dr. General" Luis "N" regresó a sus "labores normales" en el SEMEFO. Porque, ¿qué mejor lugar para un experto en "recursos cadavéricos" que la morgue? Quién sabe, quizás hasta le dieron un bono por "innovación en la gestión de activos". La Fiscalía, en su infinita sabiduría, descartó su participación en el homicidio de su padre, enfocándose solo en el "pequeño" detalle de la tarjeta.
Se dice que el entonces Fiscal Regional Ricardo Quevedo Astudillo, un hombre conocido por su estoicismo ante las tragedias más crudas, tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para mantener la compostura. La pura y descarada audacia de la situación, la tragicomedia de un sistema que permite esto, debió haberle provocado una risa interna tan potente que casi le descompone el semblante.
Y la pregunta del millón: ¿qué fue de nuestro "Dr. General" Luis "N"? Pues, como suele pasar con los héroes anónimos (o villanos, según se vea) de nuestra burocracia, simplemente desapareció del radar público. No hay rastro de sanciones administrativas ni de su paradero actual en los registros. Lo más probable es que siga por ahí, ejerciendo su "profesión" con la misma dedicación, quizás con una nueva perspectiva sobre el "valor" de sus pacientes. Después de todo, en México, la muerte no es el final, a veces es solo el inicio de una nueva oportunidad de negocio.