
22/08/2025
Acapulco no puede seguir en manos de la simulación.
Cada vez que se empieza a rescatar un espacio público y llega inversión real, aparecen los mismos personajes de siempre, ahora encabezados por Citlalli Guerrero, intentando frenar el avance con discursos disfrazados de “lucha cultural” que, en el fondo, tienen más tintes políticos que sociales.
Dicen querer espacios para la cultura, pero nunca presentan proyectos serios, no generan contenido de calidad y, cuando se les entrega algo, lo dejan morir. El ejemplo más claro está en el Domingo Soler: un espacio cedido a la comunidad cultural, convertido hoy en un lugar caído, vacío, abandonado y sin vida. Lo dejaron perder, demostrando que exigir es fácil, pero comprometerse y sostener un proyecto es otra cosa.
Entonces, ¿para qué quieren ahora este nuevo espacio? ¿Para repetir la misma historia? ¿Para llenarlo de actividades improvisadas, sin mantenimiento, convertido en negocio personal de unos cuantos y, al final, en un espacio mu**to más?
Acapulco ya no está para simulaciones ni para caprichos disfrazados de activismo. Necesita orden, inversión y proyectos que trasciendan. Por eso, es momento de respaldar a la ASIPONA que sí tiene la capacidad, la visión y los recursos para garantizar espacios públicos vivos, sostenibles y en beneficio de toda la ciudadanía.
Porque mientras algunos se llenan la boca de discursos, son estas instituciones las que realmente trabajan, invierten y entregan resultados.