10/09/2025
🥺 DE "PANCHITO" EL NIÑO ALBAÑIL A FRANCISCO; EL ARQUITECTO: una historia de superación que inspira.
Hace seis años, un encuentro casual cambió la vida de un niño llamado Francisco, aunque todos lo conocían como Panchito.
En una tienda cercana a su casa, lo vio por primera vez, vestido con ropa de albañil y una sopa Nissin en la mano. En ese momento, Panchito solo tenía 10 años, pero su historia de vida era mucho más grande que su corta edad.
Mientras caminaban hacia su casa, Panchito le contó al periodista cómo había decidido pasar sus vacaciones ayudando a su papá, albañil de oficio.
Su relato era tan conmovedor que el periodista decidió compartirlo con los lectores de Chiapas Sin Censura. Lo que no sabía es que esa historia, aparentemente sencilla, se volvería viral, captando la atención de medios nacionales e internacionales.
Esa misma visibilidad fue lo que permitió que su vida diera un giro inesperado.
La Universidad del Sureste, al conocer su historia, le otorgó una beca del 100% para que pudiera estudiar la preparatoria y, posteriormente, la universidad. Fue un cambio radical que transformó su destino.
Hoy, en 2025, Panchito ha alcanzado su primera gran meta: se graduó de la preparatoria, y ayer dio el siguiente paso hacia su sueño de ser arquitecto.
El primer día de clases en la universidad llegó, y Francisco, con la misma determinación de siempre, se embarca en esta nueva etapa.
Aunque ya no es el niño de 10 años que solía acompañar a su papá en las obras de construcción, sigue siendo el mismo chico trabajador, respetuoso y lleno de ambición que todos recordamos.
Esta vez, el periodista que lo conoció hace seis años tuvo el privilegio de acompañarlo nuevamente, esta vez a comprar los materiales necesarios para su formación universitaria.
Hoy, Francisco no solo es un ejemplo de superación personal, sino una inspiración para todos aquellos que luchan por sus sueños, sin importar las dificultades que encuentren en el camino.
De “Panchito, el niño albañil” a Francisco, el arquitecto es una historia que nos recuerda que, con esfuerzo y dedicación, no hay sueño que sea inalcanzable.
¡Felicidades, Francisco! Tu historia sigue tocando corazones y demostrando que el futuro se construye con trabajo, pasión y determinación.