09/07/2025
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No eran rescatistas. No llevaban uniforme. No estaban entrenadas para emergencias. Pero cuando el agua lo cubría todo, cuando los techos se convertían en islas… dos jóvenes mexicanas de 19 años eligieron quedarse. Se llaman Silvana Garza Valdez y María Paula Zárate, tienen 19 años y eran consejeras del grupo Caballeras, una de las casas del campamento.
Esa noche, mientras todos evacuaban en botes o helicópteros, ellas se quedaron para proteger a su grupo de niñas, la mayoría entre 8 y 10 años. El agua ya llegaba al pecho.
Sin entrenamiento, sin garantías, usaron su ingenio: escribieron con marcador los nombres de las niñas en sus brazos, por si eran arrastradas y alguien debía identificarlas. Las guiaron a zonas altas y les pidieron que no lloraran, que confiaban en ellas.
Gracias a su temple, las 20 niñas fueron rescatadas sanas y salvas horas después por equipos de emergencia.
La tragedia dejó al menos 17 mu***os y decenas de desaparecidos en esa región de Texas. Pero en medio del caos, estas dos mexicanas escribieron una historia de coraje que ya recorre medios como The Guardian, People, y The Washington Post.
No pensaron en ellas.
Pensaron en las niñas.
Y gracias a eso, 20 pequeñas están vivas hoy.
En un mundo donde muchas veces nos enseñan a correr… ellas se quedaron.
Dos jóvenes mexicanas, sin armas, sin entrenamiento, sin más poder que su voz y su amor por esas niñas, demostraron lo que realmente significa ser valiente.
Porque ser valiente no es no tener miedo. Es quedarse… incluso cuando tienes todo el derecho a irte.
Y si tú también crees que necesitamos más historias así —de mujeres fuertes, valientes, decididas—, ayúdame a viralizar esta historia
Porque quizá una hija, una sobrina o una amiga necesita recordar de qué estamos hechas.